El Gato al Agua | 06/05/25 5p2r5n

Muy buenas noches, señoras, caballeros, bienvenidos al Gato al Agua.

¿Sabe usted que una de las imágenes más habituales en estos años, en eso que se llama Occidente, y particularmente en el ámbito de las redes sociales, es la de un personaje con un gorrito de papel de aluminio? El personaje con el gorrito de papel de aluminio representa, personifica al conspiranoico, es decir, al hombre que se encierra en sí mismo, normalmente en sus redes, y a partir de ahí empieza a cavilar para buscar explicaciones extravagantes a las cosas, siempre orientadas a señalar a un mal oculto.

Baje un poco la música, por favor, que voy a pensar que eso también es una conspiración.

Bueno, dentro de...

En realidad es una práctica muy vieja.

Leon Poliakov tiene un libro que se llama La causalidad diabólica, donde explica cómo, a lo largo del tiempo, de la historia, muchísimos siglos, siempre se ha tratado de buscar un malo.

Los jesuitas, los judíos, los masones, los fascistas, los rojos, a veces realmente y a veces no, claro, porque la historia tiene esto.

Bueno, hoy ha entrado el gobierno de España en fase absolutamente conspiranoica, con un argumentario enviado desde la Moncloa, nada menos, donde viene a conjeturar lo siguiente.

Mira tú por dónde los lunes España se queda sin luz y España se queda sin tren.

¿Y a quién le viene bien esto? Le viene bien a la derecha.

Por tanto, y ha comenzado una ola de comentarios perfectamente, de gorrito de papel de aluminio, en gente tan renombrada como Pachi López, por ejemplo, explicando que esto huele a que la derecha está boicoteando los trenes y las redes eléctricas españolas.

Es para llorar.

Argumentos como el de Pachi López, por ejemplo, que es que, claro, fíjese usted, dice Pachi López, que los ladrones han aprovechado y han entrado, qué casualidad, en lugares donde no hay vigilancia ni cámaras.

Claro, Pachi López está acostumbrado, seguramente, al robo en la política, que se hace a la primera luz del día, pero en la vida convencional, generalmente los ladrones aprovechan lugares con poca vigilancia y sin cámaras, porque un ladrón que fuera a robar en un lugar con mucha vigilancia y con cámaras, o es idiota o es un sindicalista, una de las dos.

Y en este caso, en fin, bueno, pero que este es el nivel.

Y me parece muy importante, porque demuestra que este gobierno está dispuesto a tensar la cuerda hasta el ridículo, sin miedo a caer en él.

¿Y por qué no tiene miedo a caer en él? No tiene miedo a caer en él porque cree que su público se lo va a comprar.

No la opinión pública española, esa era por perdida, no, su público.

Esos millones de votos que necesita para seguir aspirando a gobernar en coalición con otros.

Así que preparémonos, porque seguramente este va a ser el tenor de los próximos meses, esperemos que no años, un discurso cada vez más enloquecido, tendente a radicalizar cada vez más a su electorado contra el resto de España.

Por lo menos, que nos dejen fabricarles el gorrito de papel de aluminio.

¡Vale! 21.48, 20.48 en Canarias, pero seguro que el señor del gorrito de papel de aluminio piensa que en realidad estamos engañándole a usted con la hora.

¿Por qué? ¿Nuestras malas artes fascistas o algo? ¿Qué le va? Mire, titulares, venga.

Bueno, entre ciberataques y sabotajes, Moncloa vende una conspiración.

Todos los servicios del Estado concernientes a la seguridad cibernética coinciden en que seguramente no había ciberataque en el apagón.

La Guardia Civil ha dicho que de sabotaje en lo de los trenes no tiene ninguna pinta.

El propio Oscar Puente ha empezado a recoger cable y nunca mejor dicho hoy sobre el asunto.

Pero da igual, el Gobierno ha lanzado ya el bulo, porque no es otra cosa para que su público se lo compre.

Y créame, se lo comprará.

Lo que no es un bulo, de momento, es que el juez Peinado ha imputado al actual delegado del Gobierno en Madrid, que es, por otra parte, uno de los Dobermans más reconocibles del socialismo español.

¿Por qué lo imputa? Porque el tipo en el que él estaba en Moncloa tuvo que ver con la contratación de la asesora público-privada de Begoña Gómez.

Bolaños ya ha dicho que en España los jueces no son imparciales.

Aproximadamente es lo que ha venido a decir.

La táctica, la misma, enconar cada vez más a su electorado.

Pedro Sánchez, mientras tanto, a lo suyo, el César ha decidido que sea el pueblo quien dictamine sobre la ley.