ESPECIAL 8 DE MARZO: PODCAST Episodio 2 5w2q1c

Por y para todas 8 de marzo ¿Qué quiero yo como mujer? ¿Qué mundo y qué sociedad demás? ¿Para las más joven? ¿Cómo podemos construir esas nuevas historias de mujeres? Para mí el 8 de marzo podría ser como una especie de canto colectivo que traspasa fronteras, que va a unir nuestras voces a las del resto de las mujeres del mundo.

Hay tantas vidas de mujeres como propias mujeres existen, pero las reivindicaciones sí que tienen un nexo común. El nexo sería las mujeres queremos ser respetadas en nuestras necesidades y que nuestros derechos también formen parte de la agenda política de cada país y no sufrir represalias por ejercer esos derechos.

Soy Sara Gallego, me he especializado en la igualdad en la empresa.

Siempre ha sido un punto de encuentro y era esa fiesta donde nos encontrábamos pues la gente de la universidad con la gente de los distintos colectivos, reivindicativo, que tampoco conseguía tantísima atención de los medios de comunicación como ahora y tiene el gran simbolismo que ha tenido siempre desde que se celebra y en el que había que participar sí o sí.

Soy Asunción Bernárdez, catedrática de periodismo en la Universidad Complutense.

Para mí el 8 de marzo es muy importante, me sirve mucho para hablar en casa con mi hija para comentarle que muchos de nuestros derechos tienen peligro, no están consolidados.

Felicitar a todas las mujeres y a seguir adelante, que nos queda mucho y aún hoy en día es tan difícil poder conservar lo que se ha logrado.

Pensamos que la generación actual de mujeres jóvenes y las venideras seguirán en este camino porque en cuanto te descuidas un pelín se da un paso atrás.

Si hoy les contamos a nuestras hijas que sólo hace 50 años que en España las mujeres pueden abrir su propia cuenta bancaria o trabajar fuera de casa sin depender del consentimiento de maridos, padres o hermanos, no nos creerían o nos dirían con tono condescendiente, venga ya, no exageres, pero así es, incluso a nosotras nos sigue generando incredulidad y sorpresa.

Clara Campoamor en las Cortes, 1931.

Pero no tenéis el derecho natural fundamental que se basa en el respeto a todo ser humano y lo que hacéis es detentar un poder, dejar que la mujer se manifieste y veréis cómo ese poder no podéis seguir detentándote.

Por y para todas, 8 de marzo.

Tengo 55 años, tengo tres hijas de 17, 19 y 22 años.

Nuestra generación, las que hoy somos madres, hemos sido una generación bisagra.

Nos ha tocado asumir todo, es decir, seguíamos con la herencia de los cuidados, pero además la generación que más ha tenido que demostrar buena mujer, buena esposa, buena madre, buena hija, buena cuidadora, buena profesional y eso nos ha supuesto un gasto energético descomunal.

¿Y por qué digo bisagra? Porque nuestras hijas tienen otro planteamiento, dicen no, no, tiene que ser exactamente por igual.

Por el hecho de que creen que porque somos mujeres somos cuidadoras, aunque tengamos nuestra formación académica y nosotras somos resilientes y nos convertimos en una fuerza laboral, pero desde esa oportunidad laboral, aunque sea precaria, muchas nos hemos organizado para ser nosotras mismas las protagonistas y poner en práctica de alguna manera nuestro saber hacer.

Por ejemplo, en el caso español, si uno revisa las estadísticas sobre hogares en pobreza o riesgo de pobreza, en su mayoría están encabezados por mujeres.

Problemas de a la vivienda, si hablamos de violencia sexual y de género, muchísimo por hacer. Si hablamos además de las mujeres migradas que viven entre nosotros, son muchos los derechos que todavía faltan también en nuestro país.

Sigue habiendo una brecha salarial. En realidad de lo que estamos hablando es de las distintas violencias a nivel político, económico, social y cultural que experimentamos las mujeres y de las cuales.