EPISODIO 1X4 Cáncer y adolescencia 2p6a1d

Soy Joana, madre de tres hijos, dos de ellos con una enfermedad rara. Con este podcast quiero visibilizar este tipo de enfermedades y ayudar a otras familias que estén pasando por lo mismo.

Yo soy Vanessa, madre de dos niños, y aunque mi situación es totalmente diferente a la de Joana, voy a acompañarla en esta aventura. Juntas queremos mostrar la cara amable de la vida.

¡Te vienes con nosotras! Soy Joana, madre de tres hijos, y hoy estamos muy bien acompañadas. Aquí a mi lado, Joana Vendía, como siempre. ¿Y a quién tienes a tu lado, Joana? Bueno, aquí tenemos a Joana Tristán, que creo que nos puede hacer y contar historia muy interesante. Y además es que yo tengo recuerdos.

Yo sé que hoy hemos estudiado juntos y ahora seguimos, porque ahora eres el director de Le Castola, donde están mis niños, que es su segunda casa. Y claro, es que cuando hablábamos de estos temas dije, ostras, es que tenemos que hablar con Joseba. O sea, yo tengo ese recuerdo que tendrías como 15 años, 16, ¿no? 16, 16 años y 2.

Y tengo el recuerdo que tuvo cáncer y era como, ese momento, esa edad, ¿no? Tengo esos recuerdos de irte a ver al hospital, de cómo te cambiaba el cuerpo, de, pues bueno, cuando ibas al academia o que faltaba esa clase, que, oye, son recuerdos de esa época de la adolescencia que se quedan marcados y yo creo que tú nos lo puedes contar mucho mejor.

Sí, pues a ver, ha pasado muchísimo tiempo, porque esto ocurrió todo hace más de 25 años prácticamente, ¿vale? Pero sí, te marca para siempre, ¿no? Es algún recuerdo que se te queda, una vivencia que tienes ahí y que en muchos aspectos de la vida te devuelve, ¿no? Ahí hay un aprendizaje, hay una vivencia que tienes y es para siempre. Yo no lo recuerdo de manera traumática, la verdad, la gente a lo mejor puede pensar que una despiso de este tipo, pues, te marca negativamente para todo y, evidentemente, que no fue agradable, pero no lo recuerdo de una manera traumática ni mucho menos. Creo que tienen mucho más mérito y mucho más que contar en muchas ocasiones la gente de mi alrededor, la gente de mi entorno, los que se han ocupado del cuidado, que el que lo sufre en sí.

Porque, bueno, yo no dejaba de ser un chaval de 16 años, cumplí los años en septiembre y el 5 de octubre ingresé en el hospital y por eso digo que, bueno, que con 16 años pues lo vives de otra manera, la verdad. Joseba, te hemos dicho que vinieras aquí porque hace unos episodios estuvimos con la mamá de Prieto y con su mamá, con Maite, y estuvimos hablando de cáncer infantil. Al final del programa hicimos una crítica, bueno, ella hizo una crítica, ¿no?, de cuándo se deja de ser un paciente pediátrico a un paciente adulto y decía que como la escala o el problema estaba ahí en la adolescencia.

Entonces queríamos que tú vinieras a contarnos tu experiencia, porque justo es cuando tuviste cáncer en plena adolescencia, para ver cómo lo viviste en primera persona. ¿Por qué no empezamos desde el principio y nos cuentas cuáles fueron los primeros síntomas? ¿Qué os hizo saber a ti y a tu familia que tenías esta enfermedad? Pues fue muy curioso porque no sospechaba nada, mi familia tampoco, no tuve ningún síntoma especial ni nada llamativo, simplemente coincidió que tuve fiebre, empecé con fiebre, pensábamos que sería algún catarro o alguna cosa de ese tipo, y fui al médico, al médico cabecera, en esa consulta pues me consultó el médico, se quedó un poquito preocupado y al consultarme me dijo que se quedaría de más tranquilos y me hacía una placa. Me mandó al Hospital de Estella a hacer una placa, un poco pues para descartar cualquier otra cosa.

Y gracias a que ese médico tuvo esa genial idea, pues en la placa ya vieron que ya tenía yo un tumor en el pulmón de un contamino de manzana, es decir, yo ya tenía muy muy desarrollado lo que era el linfoma, que finalmente luego supimos que no trataba de un cáncer de pulmón como tal, sino que era un linfoma, lo que pasa que estaba situado en el pulmón, es un poquito lo que me ocurrió. En ese mismo instante me mandaron a Pamplona, como os digo, a ingresar. Tenía también junto con el tumor un neumotorax, que técnicamente no sé exactamente qué es lo que es, pero sí que sé que les ocurre también a deportistas, que les ocurre a más personas y que es aire en un sitio del pulmón, en una cavidad donde no debería estar. Entonces tienen que sacar ese aire y lo primero que hicieron fue diagnosticarme y tratarme lo que sería el neumotorax. Una vez que me diagnosticaron el neumotorax, no se podía acceder de manera sencilla a lo que es el tumor para hacer una biopsia y comprobar qué era lo que era, porque simplemente se veía una mancha grande.