Ep6xt2 | famosas 262f4l

Tengo un problema, y es que soy... famosa.

Pero no famosa de verdad.

No famosa de alfombra roja, de que te inviten a sitios VIP, de que te cierren la salita del aeropuerto.

Soy famosa de...

Me suena a tu cara, pero no sé de dónde.

Famosa en los grupos de padres del cole, que rulan las stories.

Mira, ya está haciendo el tonto en Internet, la madre de apunto.

Soy tan poco famosa que estoy en ese momento en el que a los conocidillos les doy vergüenza ajena y se rulan las stories.

Soy famosa en plan que la de la panadería me dice...

Me salió tu Instagram el otro día.

Extrañada, ¿no? Como si me hubiera colado en su cocina sin avisar.

Como si su algoritmo le hubiera jugado una mala pasada.

Y luego viene como la pregunta del millón.

¿Qué pasa, que eres influencer? Esto me lo decís muchísimo.

No, no soy influencer.

Según Enal Álvarez, soy cómica.

Pero en realidad soy una notas, una notas low cost.

Famosa en stories, pero no de dinerinchis.

La fama hoy en día es como el cilantro.

Está por todas partes y nadie lo ha pedido.

Antes, para ser famosa, tenías que tener, yo que sé, algún talento, ¿no? Carmen Sevilla, esas actrices, esa gente que hacía cosas interesantes.

Ahora es suficiente con que tengas un aro de luz y un buen cúter para abrir paquetes de Amazon.

Hay gente que se hace famosa por tener una cocina blanca y una planta monstera.

No tan bonita como estas, pero otras.

Hay gente que se hace famosa por grabarse comiendo hummus mientras se hace un story time de cómo lo dejó con su ex.

Y hay otra gente que se hace famosa por medirse las tetas en una pared.

Internet y su democratización nos ha traído muchísimo talento también.

Pero me sigue sorprendiendo que se sigan haciendo famosas personas que lo único que hacen es combinar el beige en todas sus formas.

También te digo que estar mirando todo el día nuestro reflejo no puede ser algo bueno.

Y ahí estamos todas intentando parecernos al filtrito de Instagram.

Tener cara de famosa, serlo, parecerlo, desearlo.

De hecho, el otro día me pasó una cosa muy curiosa y es que unas chicas en un concierto, en el concierto de Ojete Calor, ¿sabéis quiénes sois? Se me acercaron y me pidieron una foto.

Y yo me quedé en shock, con mi cara iluminada.

Tardé dos segundos en descubrir que me estaban pidiendo una foto, pero para ellas, cariño.

Que no saliera yo en la foto, vamos.

Que les hiciera una foto.

Quedé fatal, la verdad.

Como dice Rosalía, es mala amante la fama y no va a quererte, de verdad, o sí.

¡Bienvenida Mamarracha! ¿Estás escuchando? ¿Qué pasa? Era necesario hacer otro podcast Pero has hecho otro podcast Tengo cosas que contar y qué pasa No soy egocéntrica ni nada Tantas cosas que contar y qué pasa Yo no soy una mamarracha Mamarracha, un podcast de Virginia Moy.

Bienvenidas, mamarrachas.

Primero de todo, muchísimas gracias IKEA Baleares por hacernos este superset impresionante, una maravilla, unos sofás.

No te hagas la sueca, IKEA Baleares.

Estas tacitas, todo es muy bonito.

Y muchísimas gracias también a Moacis TV por acompañarnos en este camino, que es tan duro, la verdad.

¿Por qué? Somos malas de aguantar, un poco.

Bueno.

Producción, hoy tenemos aquí a dos invitadas colaboradoras muy especiales.

Jorito, por un lado, y Carmen, por el otro, para hablar de la fama, de famosas, de famoseos.

¿Cómo lo lleváis este tema? ¿Estáis living? Me gusta. Me gusta muchísimo.

También, me encanta.

Me encanta, no sé, ¿quieres empezar? Sí, sí.

Yo estoy emocionada.

Es que es un tema que gusta, que sí, que sí, que estamos un poco living.

Pero empieza tú.

No, no, no.

No, empieza tú.

Que tú eres más famosa, que tienes dos podcasts.

Que va a ser la famosa.

La más famosa aquí.

Es verdad.

Voy a empezar yo.

La famosa.

La muñeca de famosa.

Sí.

Quiero hacer como un pequeño cuidado, porque el otro día Carmen fue reconocida.

Ah.

Primera vez, ¿no?, que estás en la cola de un concierto.

Pero la gente ya me conocía, que sí, hace años que esa gente me conocía, lo que pasa es que me han visto salir.

No, hubo personas a las que no conocías.

Bueno, es verdad.

Un pequeño sector, muy pequeño.

Es verdad.

Me gustó.

¿Sí? ¿Qué te dijeron? A ver, cuéntanos.

Me dijeron que es súper bien, que me encanta, que es súper famosa.

Bueno, un poco sí.

¿Sí? Sí, me dijeron eso.

Un poco famosa.

Un poco famosa.

Yo dije, ay, no.

En realidad.

Y por dentro estaba diciendo...

Dios mío.