
Descripción de Entrevista 472g24
Este audio es una entrevista homenaje a un profesor de autoescuela de la ribera alta del ebro. 104d43
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
¿Cuántos años trabajaste como profesor de autoescuela? A ver, me enseña el carnet.
Dos años antes ya estaba yo enseñando.
Vale, pues desde el 11, del 5, del 64.
Y enseñabas desde el 62.
Claro.
Vale.
Venga, pues ¿qué te motivó a dedicarte a enseñar a conducir? Mira, yo cuando fui a Zaragoza, fui a sacarme el carnet de conducir.
No de profesor, sino de chofer para el dueño de la autoescuela que yo empecé.
Ah, ¿sí? Y como necesitaban uno, pues me dijeron si tú quieres y vemos que puedes hacer esto, nos gustaría que te quedaras con nosotros a enseñar.
Digo, pues bien, porque yo iba de chofer para el padre del dueño de la autoescuela, que eran de los más ricos de Zaragoza, porque era la empresa Parra.
Tenían al menos 15 o 20 cines en Zaragoza.
Y yo iba allí y me saqué el carnet para eso, para ir de chofer.
El chofer, ¿no? Y luego cambié y ya empecé a dar clases porque entonces no hacía falta el título.
Después sí, tuve que ir a Madrid.
Estuve allí un mes hasta que nos dieron el título, como te he enseñado.
¿Recuerdas tu primer día dando clases? ¿Qué pasó? Bueno, el primer día que yo di clase, pues como era, era muy fácil.
Era muy fácil porque entonces nadie sabía conducir.
Ahora sí, saben todos ya conducir casi.
Cogen coches, cogen tractores, cogen tal.
Y ya saben casi todos ya.
Pero entonces tenías que pegarte allí una hora mejor manipulando las marchas y todas estas escorias y los mandos de los pies y tal, hasta que salías a carretera.
Que antes de salir a carretera tenías que ir a sitios que no eran carretera.
¿Ah, sí? Hombre, claro, aunque llevabas tu doble mando, pues tenías que ir con mucha precaución al principio.
Pero eso era al principio que yo empecé, que entonces nadie sabía casi nada de nada.
No sabían casi ni a dónde meterse en el coche.
Porque yo veía, o fíjate, tenía un poco de noción de lo que era la persona.
Yo según se metía al coche sabía si iba a prender pronto o...
¿Ah, sí? Oye, cuando me metí yo en el coche...
Bueno.
Venga, vamos a dejarlo así.
Es que si te metes al coche de una forma, la veo más torpe que si te metes de otra.
Vale, venga.
Si te metes así, a meterse así, es diferente.
Vale.
Entonces, pues yo decía, bueno, este le puede costar más o menos, pero así era.
Y no me equivocaba mucho, no.
Yo quiero que me cuentes también qué cambios has visto en la forma de enseñar a conducir a lo largo de los años.
Pues la forma es esa, precisamente.
Que al principio no sabían nadie nada, y después iba saliendo la gente, venían...
Aprendidos.
Sacasen el carnet de conducir, pero ya sabían casi ya conducir.
Esa es la diferencia.
¿Notas la diferencia de conducir entre una chica y un chico? ¿Hay diferencias? Un poquito más. Más decisión.
¿Más decisión en quién? ¿En los chicos? Sí, en decisiones que son más atrevidos.
Ah, vale.
Más atrevidos.
¿Y ahora qué creéis que también...? No decimos, esa mujer, no. Esa mujer puede conducir mejor que ese hombre.
Ah, muy bien.
Pero en la forma de ser, ¿no? ¿Igual conducen los hombres de otra manera? No, de otra manera no.
¿Decisivos porque ya han tocado coche antes en esos tiempos? Hay hombres que se acostumbran a conducir también.
¿Te das cuenta que me estoy emocionando? Sí, se está emocionando de chavales.
Tiene ahí una lagrimilla a punto de caer.
Cuando caiga os lo digo.
Escúchame, Francisco, ¿qué consideras más importante? ¿La teoría o la práctica? Las dos cosas.
¿Por qué? Las dos cosas. Uno, hay que saber bien lo que es la teoría y todo.
Pero ¿tú te acuerdas de todas las señales de lo que sirve cada una? No, ahora ya no. Yo daba la teórica allí en Zaragoza y daba por los pueblos.
Ah, ¿a mí no me diste teórica? No. Tú venías allí a Alagón, daba test y los domingos y sábados iba a corregir a las casas los test.
Eso hace muchísimo, muchísimo.
En Alagón y en Zaragoza, en la última autoescuela yo daba la teórica allí en la calle...
Hispanidad. Yo fui a Hispanidad.
¿A Hispanidad? Ah, sí. Bueno, estaba en la calle La Bordeta. Sí, en la calle La Bordeta.
Ya le ha caído la lagrimilla, ¿eh, chavales? Sí.
Cuéntame una situación, así que tú eres muy simpático, que recuerdes con humor.
En el coche, cuando...
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