
Descripción de En Clave: Luis Carlos Rodríguez 1k362s
En este episodio conversamos con el médico Luis Carlos Rodriguez, quien se ha dedicado metódica e incansablemente al descubrimiento de música de compositores colombianos. 76r3g
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Nosotros vivimos de la medicina, pero Luis Carlos vive para la música, por la música y en la música.
Yo siento que ha sido mi otra vida y mi vida.
Me faltan 11 meses para pensionarme como médico y quiero solo dedicarme a escribir los libros que he tenido que escribir durante todos estos años que tengo en mi cabeza sobre la historia de la música en Colombia.
Porque tengo un montón de compromisos con familias que me han dicho usted tiene que escribir la historia de mi papá, usted tiene que escribir la historia de mi abuelo, usted tiene que...
Libia de Zulategui que recién nos abandonó con su papá, Hans-Federico Neumann, la de Gonzalo Vidal que va a ser mi tesis, no sé, tantas, tantas historias que tengo que contar que no sé ya si la vida me va a alcanzar para todo eso.
Hola, hoy estamos en Enclave con un invitado que como han visto que a veces no traemos necesariamente músicos, sino gente que ha estado muy metida dentro del mundo musical y que ha tenido muchísima injerencia en parte de la música que se ha hecho aquí en Medellín.
Tenemos al doctor Luis Carlos Rodríguez.
Hola Luis Carlos, ¿cómo estás? Yo le voy a regalar el doctor.
Bueno, gracias.
Muchas gracias Andrés por invitarme en este espacio tan bonito y por haber hecho todo lo posible para que se generara esta posibilidad ya que por mis horarios es absolutamente imposible.
Sí, pero era un invitado que quería tener hacía mucho tiempo porque has estado muy metido ahí como en todo.
Incluso me acuerdo la primera vez que tuve conciencia sobre vos fue en una clase de historia que Jorge Gaviria te llevó para que nos hablara sobre compositores colombianos.
Pero estamos hablando del siglo pasado.
No, pero tampoco, estamos hablando del 2001.
Sí señor, sí señor.
Este siglo todavía.
Este siglo, sí señor, sí señor.
Bueno, contanos un poquitico de tu historia.
¿Por qué ese interés por la música? A ver Andrés, desde que yo me acuerdo en mi vida, yo cantaba con mis hermanitos.
Es decir, esa historia romántica y tierna de la mamá que saca al niño a cantar en el rincón de la casa para la visita y todo ese cuento.
Muy jovencito.
Muy jovencito, pero después en bachillerato, ah bueno y crecí pues escuchando música día y noche y en especial escuchando las colecciones de música colombiana de mi papá, específicamente garzón y collazos, algo del dueto de antaño y en el tocadiscos, es decir discos de vinilo, papá coleccionaba garzón y collazos y yo crecí en ese ambiente sabiéndome todas las canciones de música colombiana menos el dueto de antaño, mucho menos espinosa y vedolla, básicamente garzón y collazos.
Y no llegando al bolero de Valencia.
No, no, no, no.
Mucho más moderno.
Sí, yo tuve conciencia de mi afición y de mi cercanía porque terminando el bachillerato hubo una convocatoria para que hiciéramos parte de un curso de guitarra en el colegio y yo me inscribí en el curso.
Empezamos por ahí 30 estudiantes y terminamos tres y el profesor nos dijo a los tres que él iba a ser una especie de estudiantina.
Después de eso se volvió una orquesta y nosotros tres hicimos parte de las guitarras de la orquesta y aparte eso era una media vocacional.
Yo estaba salud y nutrición en esa época.
Estoy hablando del año 80.
Y además de los que estábamos en ese curso, el resto eran todos de música, de la vocacional de música.
¿En qué colegio era esto? Esto era el Centro Auxiliar de Servicios Docentes CAST al cual estaba escrito el colegio en el que yo estudiaba y el idem Fernando Vélez de Bello.
Yo soy de Bello.
Entonces el grupo empezó haciendo música muy sencilla, pues unos arreglos muy sencillos, en fin, y yo inicialmente hice parte del grupo de las guitarras, pero el profe me dijo, ven, quisiera que tú hicieras el bajo, un bajo Fender, un bajo eléctrico, no era un contrabajo y yo toqué el bajo por años.
Eran las cuatro cuerdas de arriba de la guitarra, entonces era muy fácil.
Leíamos partitura, en fin, y fue una experiencia maravillosa, porque de ahí cuando yo me gradué, eso fueron dos años, el grupo siguió, siguió por tres, cuatro, cinco años más.
Yo era como el jefe del grupo, de los muchachos, la parte no musical la manejaba yo, las reuniones sociales, los clubes.
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