En Clave: Silvia Restrepo 444217

Todos contestamos que todo. Ha sido un referente de historia, de familia, de anhelos cumplidos de muchos, no solamente el mío, de una ruta de vida realmente ahí donde he crecido, me he expandido, me he desarrollado, he encontrado seres excepcionales, compañeros entrañables, de historias de canto como tú y yo, de historias de vida.

Entonces, creo que ha sido el norte más importante que me ha pasado.

Hola, estamos hoy en Enclave con una invitada muy querida por mí, que hacía rato quería tenerla por acá, y no habíamos podido coordinar, la maestra Silvia Restrepo. Buenos días Silvia, ¿cómo estás? Hola Andrés, gracias por ese saludo tan afectuoso, lo comparto plenamente, qué rico que nos encontramos para hablar un poquito de, bueno, de nuestras historias y de puntos comunes.

Sí, hace rato que hemos compartido muchos espacios en el pasado, pero desde hace muchos años nos vemos como por ahí, ¿cierto?, en algún concierto. Hola, ¿cómo estás? Hace rato no nos sentamos a conversar.

Bueno Silvia, cuéntanos un poquito cómo empezaste con la música, cuando estabas chiquita, ¿por qué decidiste empezar con el piano?, ¿qué fue lo tuyo? Bueno Andrés, esto tiene como un poquito de antecedentes, mi mamá y mis tías tocaban piano, entonces en la casa siempre estaba el piano presente, dentro de la familia, también en la finca había un piano de las tías, también existía, entonces, si bien no estaba directamente como que ya los niños tenían que empezar a estudiar, pues siempre estaba allí.

Mi mamá estudió, todas las señoritas en esa época, estudió con el maestro Mascarone y Luisa Manigueti, llegó a tener un buen nivel de piano, ya después revisando toda su literatura, todos sus libros, digitaciones, y el maestro le daba clases no en Bellas Artes, sino en su casa, entonces eso estuvo permanentemente en su vida, y alguna vez los vecinos tenían también piano en la casa, en el estadio de toda la vida, y ellos pensarían, pues teniendo aquí el instrumento, porque no empezamos a, todos estudiamos ya, o empecemos a desarrollar otra actividad, aparte del colegio y del deporte, que era muy tradicional, pues que todo el mundo empezara con sus clases de deporte, natación, en fin, pero nosotros empezamos con la música, entonces el profesor que iba y visitaba esta casa era el profesor Domingo Córdoba.

Ah, no puede ser.

Sí, entonces allí empezamos con don Domingo, le daba a mis hermanas clases de guitarra a dos, yo estaba con, porque mi papá también tocó guitarra, incursionó, él era odontólogo, pero la gente, los médicos estaban muy relacionados siempre como con el arte, entonces le gustaba pintar, pintaba muy bien, le gustaba la escultura, y le dio por empezar a tocar guitarra, entonces pues era una cosa muy, como muy de entretenimiento para él, muy personal, nunca pues era de sacar una guitarra y tocar para alguien, no, sino como en la casa, como más, yo creo que era ese estímulo que le quería dar a todos los hijos, nosotros somos cinco, entonces...

¿Y todos terminaron tocando algún instrumento? No, fíjate que la única persona que terminó, bueno, mi hermana y yo, llegamos a seguir muy juiciosamente con el piano, pero yo fui la que me quedé, los otros son un arquitecto con una gran afición como al arte, a todo, también por su diseño, tiene una gran sensibilidad con el arte, mi hermana médica y las otras estudiaron también, otra muy artista, pinta precioso, y bueno, y las otras, ya la otra se dedicó también a su vida familiar, pero por el lado de la medicina.

¿Le salieron más médicos que músicos? Pues sí, y fíjate que yo toda la vida dije que iba a estudiar medicina, tenía la ocasión de ser cardióloga, pero todo era por la parte de la familia, porque abuelo médico, muchos médicos en la familia, entonces como que era el haber visto el abuelo también en su vocación, en su pueblo dedicado como a todos los, creo que eso era como un norte, que teníamos muchos, entonces bueno, pero llegué a la música, empecé a estudiar piano, después del piano con algunos de los hijos de Don Domingo, seguí a incursionar en la parte coral, y ya en el coro nos exigieron que teníamos que seguir con Lili Córdoba, que teníamos que seguir estudiando jazz, Orfeo, y que teníamos que empezar,