Cuando fuimos los mejores: El Súper-Dépor de Arsenio 24195r

¡Aquí comienza Café Karlovic! Bienvenidos, bienvenidas, amigos y amigas del fútbol vintage, del fútbol nostálgico, del fútbol retro, en definitiva, del fútbol de ayer que tanto nos gusta recordar y rememorar hoy.

Y bienvenido una semana más, como no, a mi gran amigo y compañero Marcos Rojo.

¿Qué tal, Marcos? ¿Cómo estás? ¿Qué tal, Toni? Pues, de vuelta a las grabaciones entre semana, después de esa excepción movida por la rabiosa actualidad, ese capítulo que grabamos después de la muerte del Papa Francisco, para hablar de su gran afición por San Lorenzo, de su gran afición por el fútbol, y volvemos de nuevo a grabar, ya no solo en tres semanas, sino, bueno, pues ya casi por la noche, o sin el casi, ¿no?, volviendo a nuestra tónica habitual.

Así es, y bueno, es que la ocasión lo merece.

Vamos a retomar una sección que tan solo tiene un capítulito de vida, que fue aquel capítulo acerca del Nottingham Forest de Brian Clough y de esas copas de Europa que hicimos ya hace cosa de un mes y medio, un par de meses quizás.

Vamos a coger el avión, vamos a viajar desde Inglaterra hasta España y vamos a, pues bueno, a meterle mano a otro equipo de culto, que yo creo Marcos, que marcó a toda una generación y de hecho voy a retirar ese creo, porque la generación a la que marcó fue precisamente la nuestra.

Pues sí, Toni, por suerte o por desgracia, esa generación es la nuestra, ya han pasado años.

Y es eso, vamos a hablar de un equipo que desde la humildad que manaba la figura de su entrañable entrenador consiguió desafiar a los grandes equipos de la liga española e hizo soñar a toda una ciudad con que todo era posible, porque vamos a hablar del superdépor de Arsenio Iglesias.

Y si hablamos del superdépor de Arsenio, creo que todos recordaremos principalmente este mítico lance.

¡Vaya momentazo inolvidable de la Liga Española! Pelos de punta, solo recordarlo.

¿Tú te acuerdas dónde estabas cuando sucedió este penalti? Sí, sí.

Porque yo creo que esto es de las cosas que uno recuerda, los grandes acontecimientos de la historia.

Yo me acuerdo perfectamente dónde estaba, y no con muchas cosas de fútbol uno se acuerda dónde se ubicaba, pero esta desde luego es que marcó mucho.

Sí, sí, marcó mucho.

Era un penalti que valió una liga, como acaban de decir, y que bueno, acabó valiendo una liga pero para el rival del Deportivo, que era en ese momento el Barcelona, que estaba ganando su partido y que, debido a este fallo de un penalti en el último minuto en Riazor, pues consiguió una liga que el Deportivo había soñado durante toda la temporada con conseguir y que bueno, que creo que en ese momento muchos españoles pues fueron deportivistas, por eso de alinearse con el equipo pequeño, con el equipo que había surgido de la nada.

Pero hay mucho más, como veremos ahora, porque ese Superdeport es un cuento de hadas, es un cuento de hadas que se inició en 1988 y que se fue escribiendo párrafo a párrafo por las calles de Coruña y que acabó por todo lo alto, no con el lance que acabamos de escuchar, sino ya en 1995 con un vecino coruñez de pelo plateado subido a hombros de sus futbolistas alzando un trofeo en uno de los mejores o de los mayores coliseos del fútbol mundial.

Así es, pero no vamos a empezar esta historia en ese 1988, sino que como toda gran gesta todo esto tiene un prólogo y este prólogo lo vamos a llevar a 1973 y es que ojo a los datos Marcos, en esa temporada el Deportivo de la Coruña finalizó con 7 victorias, recordemos que las victorias por aquel entonces puntuaban de 2 en 2 y no de 3 en 3 como ahora, 13 empates y 14 derrotas. Si hacemos el cálculo de todo esto, el resultado es descenso a segunda división, tan solo dos temporadas después de haber conseguido su último ascenso.

El entrenador de ese equipo era un antiguo delantero del club de la década de los 50 que se llamaba Javier Pérez.