
Con nubes y a lo loco: Cómo la meteorología afecta a nuestras emociones 2d4g21
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Cada semana, nos sumergimos en un fascinante recorrido por el mundo de las emociones de la mano de Montse Martínez en su 'Escuela de emociones'. Montse, se convierte en nuestra guía experta, brindándonos valiosas lecciones para cuidar de nuestra salud mental. En este espacio, exploraremos las claves para identificar y comprender esas emociones que nos acompañan en nuestro día a día. Montse nos enseñará cómo gestionarlas, dotándonos de herramientas prácticas para mantenernos sanos a nivel emocional. Porque sí, en este tren de la vida, la salud mental es un pasajero crucial, a veces olvidado pero esencial. Montse Martínez nos acompaña cada semana mientras exploramos la importancia de la salud mental, un tema que merece toda nuestra atención y cuidado. Descubriremos cómo nutrir nuestra mente, fortalecer nuestra resiliencia emocional y construir un viaje más pleno y equilibrado. 55394l
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
¡Aquí comienza Escuela de Emociones con Montse Martínez, Alto Jalón Radio! Bienvenidos una semana más a Escuela de Emociones y vamos a ocuparnos en este caso de cómo influyen los fenómenos meteorológicos en las emociones, porque influyen y mucho más de lo que quizás podemos imaginarnos. Desde luego en unas personas más que en otras.
Hablamos en el podcast anterior de que hay personas que son más meteosensibles que otras y esa meteosensibilidad significa, bueno, pues que cuando hay un cambio en la atmósfera pues hay personas que lo notan más, ¿no? También hay personas pues que, yo que sé, tienen más dolencias, operaciones, cicatrices, temas de rotura de huesos, que de pronto pues pronostican muy bien un cambio del tiempo porque dicen, ¡ay que me duele la rodilla! Pues va a cambiar el tiempo y cambia, ¿no? Incluso aciertan más a veces que los hombres o las mujeres del tiempo.
Bueno, pero eso es que influye, ¿por qué? Porque estamos bañados al fin y al cabo como si estuviéramos sumergidos dentro de una piscina con agua, pues estamos bañados, sumergidos en la atmósfera. Así que cualquier cambio que hay en el exterior, pues para compensar nuestro organismo, también intenta acomodarse, adaptarse a ese cambio. Puede ser el viento, puede ser la humedad, puede ser la presión atmosférica o la temperatura.
Así que vamos a ver cada uno de estos fenómenos atmosféricos cómo afectan en las emociones. Desde luego algunos más que otros y cuando me estéis escuchando ya sabréis si os dais más por aludidos o menos. A ver si os identificáis. Es verdad que a algunas personas les afecta más el viento, a otras personas más la humedad, a otras más las temperaturas y a otras los cambios en la presión atmosférica, ¿no? Pues vamos a verlo con detalle y a ver cómo nos escuchamos o lo identificamos en nosotros o también en los demás.
Es verdad que cuando una persona está más estable, más fuerte, tanto emocionalmente como físicamente, va a notar menos esos efectos. Por ejemplo, una persona con depresión va a notar mucho, mucho más. Le va a afectar mucho, se va a encontrar mucho peor y esto nos tiene que servir también para si tenemos a nuestro lado alguna persona, algún familiar, algún amigo que está por ejemplo en un estado depresivo, seamos conscientes que si vemos que en la televisión o en la radio o en la prensa anuncian un cambio en el tiempo, estar pendientes porque lo va a notar, le va a dar ese bajoncillo.
Así que va a necesitar más apoyo y más mimientos. Bien, empecemos por el viento. ¿Cómo nos influye el viento en las emociones y en la salud mental? Pues claro que influye. Hay un efecto que en la física de la atmósfera se llama efecto Fohen. ¿Qué significa esto? Bueno, pues son esos vientos que llegan secos.
Después de pasar por una montaña, dejan toda la humedad en esa ladera de la montaña y al pasar al otro lado llegan más cálidos y muy secos. Cuanto más cálidos y más secos sean, más altera los estados emocionales, sobre todo con personas que ya tienen una irritación, una agresividad incluso, se aumenta.
Los estados de ansiedad también se aumentan y las depresiones, como os decía. ¿Por qué? Porque, por ejemplo, vientos secos y cálidos dejan esa agitación, esa sensación de estar intranquilo y cuesta mucho más gestionar la ira, sobre todo la ira, el enfado. El viento ataca sobre todo, altera la emoción de la ira.
Eso significa que vamos a estar como más enfadados. Duele la cabeza también y notas como más agresividad. Una persona que a lo mejor no es muy agresiva, se pone más a la defensiva. ¿Qué le pasa a esta persona hoy? Ese viento cálido y seco puede aumentar la agresividad, la ansiedad, la sensación incluso de fatiga, dolor de cabeza. Una persona que ya es agresiva de por sí, cuidadito. Cuidadito porque entonces se le puede ir de las manos, precisamente, por el efecto FOEN. Esto está demostrado por estudios científicos. No es algo que sea, bueno, intuitivo, que nos pueda parecer. No. Hasta tal punto que en Suiza sus leyes
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