Cómo la HOLOGRAFÍA de CREENCIAS reprograma tu MENTE | Ep.14 4d6t10

Lo que observamos y cómo lo interpretamos influye en la manera en que experimentamos la realidad.

Nuestras creencias no son estáticas y son constructos dinámicos.

Entonces, desde la holografía de creencias, nuestras creencias actúan como filtros de observación.

Son los filtros de realidad, son las gafas por las que vas a mirar el mundo.

Si cambiamos la forma en que observamos nuestra vida, creamos nuevas realidades más expansivas y saludables.

Y, en consecuencia, atraemos nuevas posibilidades que antes parecían inalcanzables.

Las investigaciones de Lipton han sido la clave para comprender cómo nuestras creencias y emociones influyen en nuestra biología celular.

Nuestros pensamientos, nuestras creencias, generan señales químicas que activan o desactivan genes.

Somos creadores de nuestra realidad.

Es que la medicina mente-cuerpo es indiluible, es inseparable.

Las creencias son el tejido de tu realidad y aprender a reprogramarlas es la clave para una vida plena.

Esto es lo que hoy vamos a tratar en Salud en Frecuencia.

Muy bienvenidos.

Empezamos.

Bueno, Laura, estamos una semana más aquí sentadas hoy para tratar la holografía de creencias.

Es un concepto que has anunciado en varios episodios, también nos lo han pedido mucho, así que vamos a profundizar hoy en eso.

Así que empiezo por preguntarte, ¿cómo definirías de manera sencilla para alguien que nunca haya escuchado hablar de este concepto de la holografía de creencias? Pues bueno, mira, la holografía de creencias es un concepto que he acuñado, una práctica que he desarrollado y es una metodología con un enfoque integrativo inspirado en los principios de la biofísica cuántica, de la biología celular y de la neurociencia.

Es una técnica que se centra básicamente en el cambio de creencias limitantes.

Es algo con lo que me encuentro mucho en consulta y a lo largo de mi carrera profesional porque me doy cuenta que a través de reprogramar estos patrones mentales y energéticos hemos alcanzado una gran amplitud en las personas y en realidad esto lo he configurado como el holograma mental, que yo diría que es la representación de la interacción entre la conciencia, la energía, la materia… Entonces, el concepto clave es que nuestras creencias no son estáticas y son constructos dinámicos que crean nuestra realidad, influenciados por nuestras percepciones, interpretaciones… Entonces, dado esto, podemos reprogramarlas y gracias a reprogramarlas podemos vivir en un holograma mucho más amplio y en mayor plenitud.

¿Y qué conceptos de la biofísica cuántica se aplica a la holografía de creencias? En concreto yo diría que son dos conceptos fundamentales de la biofísica que nos inspiran a entender cómo nuestras creencias pueden influir en nuestra realidad.

Uno de ellos es el efecto observador, que ya tratamos en un capítulo anterior, y que en la mecánica cuántica el efecto observador nos dice que la simple observación de un fenómeno puede alterar su comportamiento.

Esto se evidenció en el experimento de la doble rendija, donde una partícula podía comportarse como onda o como partícula, en función de si era observada o no.

¿Y cómo se relaciona esto con nuestra conciencia? Pues si bien la física más ortodoxa aún no ha confirmado de manera definitiva que la conciencia influye directamente sobre la materia macroscópica, científicos como Eugene Wigner, premio Nobel en Física, llegaron a plantear la hipótesis de que la conciencia podría desempeñar un papel activo en el comportamiento de las partículas.

Entonces, según esta línea de pensamiento, lo que observamos y cómo lo interpretamos influye en la manera en que experimentamos la realidad.

Entonces, desde la holografía de creencias, nuestras creencias actúan como filtros de observación.

Si cambiamos la forma en que observamos nuestra vida, creamos nuevas realidades más expansivas y saludables.

También quería comentarte otro punto clave que creo que es muy importante en la holografía de creencias, que es el concepto del campo unificado.

Es un término que fue ampliamente estudiado por físicos como David Bohm y mi querido John Hagelin.

Y Bohm nos proponía que la realidad no está fragmentada.