Charlamos con ENGONGA sobre sus éxitos y aquel fútbol de antaño 5442

Bueno, pues ya estamos una semana más en el Bigote de Abadía y hoy, como cada programa, con una gran entrevista por delante. Nos visita uno de esos mediocentros que todos recordamos de la década de los 90 por sus grandes partidos en grandes equipos. Viajaremos a Valladolid, a Vigo, Valencia, Mallorca y Oviedo en una charla que promete llenarnos de nostalgia.

Así que nada, lo que os decimos siempre, sentaos, estad atentos y abrid en los oídos porque lo que viene por delante merece la pena.

Vicente Ngonga, bienvenido al Bigote de Abadía. Hola, muchas gracias.

Nada hombre, gracias a ti por dedicarnos este tiempo, estos minutillos, esta hora que vamos a estar por aquí disfrutando de ese fútbol de los 90 a través de tus vivencias. Así que nada, un auténtico placer tenerte con nosotros, Ngonga. Bueno, prometo no decir ninguna mentira, no, hombre, no, no, eso por supuesto, eso ya lo sabemos nosotros desde el principio, no hace falta prometer nada que sabemos que tú siempre vas con la verdad por delante como tiene que ser.

Pero bueno, oye, te lanzo la primera un poco por romper el hielo, me la ha dejado un ex compañero tuyo al que conoces bien. Nos habla en este caso de un bungaló, pues no sabes si de Holanda o de Italia, no lo recuerda bien y el caso es que había una habitación que no tenía cortinas ni persianas y os molestaba bastante la luz.

Creo que tú les diste a los compañeros una solución que todos dieron por buena. No sé si recuerdas eso que pasó por ahí. No, no recuerdo. Pues si no lo recuerdas tú, no supongo que tengas ni idea. ¿No hubo por ahí unas tablas que tuvieron que poner en la ventana, que se formó ahí como una especie de cueva o algo así? Pues ahora no me acuerdo. De verdad que esta no la recuerdo.

Empezamos fatal. ¿Quién ha sido el que te ha contado eso? ¿Quién fue Ángel? Hablamos con Marcelino y nos dijo que en una pretemporada en Italia, que estabas en el Bungaloo y no podías dormir. Vale, vale, sí, en la primera pretemporada con Cooper aquí. Sí, es verdad que estuvimos allí en la parte de Udine, por ahí, por el monte. Sí, sí, sí me acuerdo, sí, sí me acuerdo.

Pero además, si el que casi no podía dormir era él. Si la solución era para ellos. La solución era para ellos porque a mí no me hacía falta que estuviera oscura la habitación. O sea, que te dejó el marrón a ti, ¿no? Y realmente tú la publicistas del otro mundo. Mira, yo cuando jugaba a mis compañeros siempre les decía lo mismo. Digo, mira, podéis poner el volumen de la tele como queráis. La tele puesta. Haced lo que os dé la gana.

Pero como me toquéis la cama, porque yo lo único que quería era que no me tocara la cama. Yo dormía en cualquier circunstancia.

Sí. Pues nada, oye. Pues nada, esta pregunta que nos dejó el bueno de Marcelino para romper el hielo, un auténtico fracaso.

No, ya se lo diré yo. Igual ha contado esta y no sé si la lié o no, porque no me acuerdo de ella, pero no se habrá contado que en cada hotel que íbamos tenían que cambiar el colchón sí o sí, porque nunca estaba el colchón a su gusto.

Ah, sí. No, mira, eso no lo contó.

Es que si empezamos a contar intimidades ya...

Y fíjate, estuvimos dos horitas con él, ¿eh? Dos horitas con él y eso justo no lo contó el bueno de Marcelino. Pero bueno, lo pasamos muy bien con él.

Pero bueno, Pablo ya ha sacado del armario. Blanquivioleta, ¿no? Tocaba.

Eso es, joe. Tenía ganas de entrevistar a alguien que hubiera estado en el Valladolid, porque esta la compré hace siglos ya.

Y nada, hoy debutamos con esta de la típica de Helios. Digamos para los que nos escuchan en e-box, que no lo ven, pero bueno, ya lo explicamos aquí. La típica del Valladolid de finales de los 80.

Claro, vale. Yo jugué justo 91-92.

Sí, eso es.

Era mi primer año en primera división, cuando llegué allí.

Eso es, tal cual.

Lo pasé bien.

Ahora entraremos a hablar de ello. Pero bueno, tú, David, con una de magia, ¿no? Sí, hoy camiseta de fantasía. No es fútbol de verdad auténtico, pero bueno, también forma parte de nuestros recuerdos de la infancia y demás.

Así que nada, ¿qué andamos? La del Tohú. Igual a Vicente Oga no le sonará. El e-book es animado, Oliver y Benji, pues va por ahí la cosa.

Sí, pero ¿qué equipo era este? El Tohú. Se supone que era no de los protagonistas, sino del equipo de los malos, entre comillas.

Pero de Dani Melo es la camiseta que era otro medio centro de calidad.

Sí, sí.