Cartas Abiertas - Programa 09 (09/04/2025) 4u1z1i

Ya comienza Cartas Abiertas, con Mario Rovere y Norberto Schaposnick.

Carta Abierta número...

Todos los 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una fecha elegida en recuerdo de la Fundación de la Organización Mundial de la Salud.

Fue luego de la Segunda Guerra Mundial que las Naciones Unidas se constituyeron y al poco tiempo nació una organización que se popularizó por ofrecer una definición propia de salud, en donde se incluye el ya famoso y no solo la ausencia de enfermedad.

Hoy parece valioso volver a recordar los principios organizadores de la OMS, enunciados ya hace más de 75 años.

La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social.

La salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr la paz y la seguridad, y depende de la más amplia cooperación de las personas y de los Estados.

La desigualdad de los diversos países en lo relativo al fomento de la salud y el control de las enfermedades, sobre todo las transmisibles, constituye un peligro común.

El desarrollo saludable de niños y niñas es de importancia fundamental.

La capacidad de vivir en armonía con el mundo que cambia constantemente es indispensable para este desarrollo.

La extensión a todos los pueblos de los beneficios de los conocimientos médicos, psicológicos y afines es esencial para alcanzar el más alto grado de salud.

Una opinión pública bien informada y una cooperación activa por parte del público son de importancia capital para el mejoramiento de la salud del pueblo.

En el año 1978, los países se comprometieron a transformar sus sistemas de salud, dando paso a la atención primaria y a la salud comunitaria, y comprometiéndose al logro de una salud igualitaria, una salud para todos en el año 2000.

Al llegar justamente ese año, al final del milenio, un grupo de influyentes sanitaristas decepcionados por el escaso avance y por el retraso en el cumplimiento de las metas acordadas por los gobiernos, el Movimiento por la Salud de los Pueblos, convencidos que el avance en salud requería también la movilización activa de la población, decidieron rebautizar el 7 de abril con el nombre del Día Mundial por la Salud de los Pueblos.

La extensión de la cobertura de cuidado más cerca de los barrios, con los centros de atención primaria, CAPS, la tarea de los promotores integrados como parte sustancial de los equipos de salud, cambió la forma de pensar la salud, desde una lógica de demanda espontánea en grandes hospitales, hacia el trabajo casa por casa, en las escuelas, en los clubes, en los lugares de trabajo, en las sociedades vecinales, que no son simples receptores, sino que son espacios en donde se crean las condiciones para una participación activa, una usina de intercambios y de aprendizajes, integrando la atención primaria y la salud comunitaria, no sólo para, sino sobre todo con los ciudadanos y ciudadanas, con los vecinos y las vecinas, participando en el cuidado de su propia salud.