Capitalismo y socialismo. Entrevista a Antonini de Jiménez 663t4p

Pues bienvenidos una vez más. Hoy tenemos el enorme gusto de contar con Antonini de Jiménez.

Deciros de él que es conferencista, profesor, escritor...

Podéis buscar sus libros en Amazon y podéis escuchar también sus charlas e ideas en redes, pues por ejemplo como TikTok, YouTube, otras redes, ¿no? La primera pregunta. He visto cómo comunicas, pues con la gorra y demás.

¿Qué opinan en el gremio de los profesores tus compañeros, por ejemplo, de la Universidad de Sevilla? Que un doctor en economía se ponga una gorra y hable con total libertad en las redes sociales.

Bueno, antes que nada, por agradecerte de estar invitado en tu casa y a todos los que nos van a escuchar nos estarán escuchando en algún momento mandarles mi saludo y mi cariño.

Sí, me gusta que empiece ya directamente en el asunto, ¿verdad? Hay que conocer una ley, que no nos la explican en la universidad, que es a mayor mediocridad propia, mayor resentimiento ajeno.

Esto tiene mucho sentido. Mientras más mediocre soy, más me molesta que el otro brille.

Es así. Y mientras más me mediocretizo, más me hiere la libertad de los demás.

¿Pero por qué? ¿Acaso yo no me debo de meter en mis asuntos? No.

Los asuntos al final son los asuntos de todos, porque soy un ser humano y formo parte de la sociedad.

Y si el otro hace las cosas mejor, me está implícitamente diciendo, digo implícitamente diciendo, que yo soy un vago y las podría hacer mucho mejor de las que lo hago.

Y en lugar de reconocer eso, que duele, que cuece, que hace pupa, en lugar de ponerme a su altura, lo pongo a la mía.

¿Y cómo pongo algo a mi altura? Bajándolo. ¿Y cómo lo bajo? Lo denigro.

¿Y cómo lo denigro? Pues lo difamo, lo insulto, etcétera, etcétera.

Entonces, aquel es muy bueno. No, aquel lleva gorra. No, aquel no se ha duchado.

No, aquel, aquel, aquel. Y llega el descalificativo.

El descalificativo propio de la mediocridad. Como España, una sociedad hoy día, ultramega hipermediocretizada, pues lógicamente es ultramega hiperresentida.

Y eso le ocurre a la Universidad de Sevilla, a la Universidad de Pamplona, a la Universidad de Oviedo, a la Universidad de León, pero particularmente en mi universidad donde yo estudié, sobre todo aquellos que me conocen, aquellos que formaban parte de mi clan, pues les duele. ¿Qué les duele? Les duele que cambiara de opinión.

Les duele que lo que yo escribí en mi tesis doctoral ya no me lo crean.

¿Me entienden? Les duele que haya sido capaz de dejar mis creencias por las que luché.

Les duele que fuera antitaurino y hoy defienda a los turcos.

Les duele que fuera antiespañol y hoy defienda a España.

Les duele que me molestara el flamenco y hoy no.

Es decir, les duele que haya dejado de ser como ellos.

Me ha gustado mucho tu respuesta por la parte de que cambiaste, porque es que me siento súper identificado contigo.

Porque a mí me ha pasado lo mismo que a ti, y además hemos pasado por procesos formativos similares, y es posible que la misma realidad y los mismos datos sean lo que nos haya hecho cambiar en la misma dirección nuestras opiniones.

Además, empaticé mucho cuando te escuché decir esto de la gorra en un vídeo, porque recuerdo que una vez, en una cena de amigos, una persona me dijo, es que tú con la gorra así no puedes tener esa opinión, que fue como, pero ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra? Dijiste una cosa en un vídeo que yo estoy totalmente de acuerdo contigo, pero me gusta mucho cómo la sintetizaste.

Dijiste que el motivo de que el socialismo no funcione es que ataca a las consecuencias de la pobreza, mientras que el capitalismo sí funciona porque ataca a sus causas.

Esta idea me ha gustado mucho, ¿no? ¿Quieres explicar qué quiere decir? Bueno, como tú y yo somos profesores, vamos a intelectualizarla, pero muy poco, porque yo ya no soporto lo intelectual.

Esto ya lo decía Alexis de Tocqueville en el Antiguo Régimen, lo dicen Antonio Escotado, los enemigos del comercio, y es una paradoja, es una paradoja, es algo que no tiene sentido.

Y es que el socialismo, el pensamiento socialista, y por pensamiento socialista me refiero a que cuiden de nosotros, suele ocurrir en épocas de prosperidad, y no en épocas de pobreza, que es donde se espera.

Es decir, que nos preocupamos por los pobres cuando no hay pobres, o cuando empieza a haber cada vez menos pobres, o cuando la salida de la pobreza está allá, que es cuando debería de dejar de preocuparse.

Esto es muy curioso, porque esto nos lleva a entender que las personas nos preocupamos de las cosas cuando han dejado de ser preocupantes, y que dejamos de preocuparnos de ellas cuando son realmente preocupantes.

Por ejemplo, hay una película, yo no veo tele, entonces, no sé, es una película famosa, me imagino,