LA BATALLA DE KARÁNSEBES. 152t1n

En 1788, durante la guerra entre el Imperio Otomano y el Imperio de los Habsburgo, en un contexto de tensiones religiosas, ambiciones territoriales y alianzas complejas, tuvo lugar la batalla más ridícula de la historia, en la que un ejército entero terminó combatiéndose a sí mismo en plena noche, presa del caos, el miedo y el alcohol.

Fue la batalla de Karantzebes, un episodio que nuestro siguiente invitado nos ayudará a comprender.

Jordi Mata, licenciado en Historia Contemporánea y escritor.

¿Qué tal? ¿Cómo estás, Jordi? Bueno, pues recuperándonos de habernos quedado sin luces.

Habitualmente allí quizá no tenemos muchas, pero ha habido días en que hemos tenido poco menos que cero.

Sí, desde luego, menudo desastre, ¿verdad? Bueno, vamos a hablar de esta emblemática batalla, la batalla de Karantzebes.

Y yo casi que empezaría contextualizando un poco a nivel político y social la historia de este episodio.

Bueno, claro, si hablamos de una batalla es porque hay que hablar de una guerra.

Las batallas no son como hechos aislados que suceden porque sí.

Entonces estaríamos hablando, digamos, de riñas de vecinos, de esas que se acaban a los cinco minutos. No.

Aquí el contexto viene de antiguo porque, aunque nos situamos en 1788, hablamos de una hostilidad entre imperios que se remonta ya a un par de siglos antes.

Casi casi se convierte en un tópico en la historia decir que han existido muchas guerras austroturcas.

¿Y esto a qué se debe? Bueno, pues esto arranca en 1526.

O sea, nos vamos a la época de Carlos V en la que el imperio Osmanlí, los otomanos consiguen su máxima expansión adentrándose en Europa.

Incluso llegan a Sitiar, Viena. Y en 1526 concretamente es cuando se apoderan de Hungría.

Ahí es donde los dos imperios colisionan.

Además teniendo en cuenta que hay un trasfondo religioso evidente.

El imperio austriaco o el imperio de los Habsburgo, mejor dicho, es eminentemente cristiano, católico.

Y los Osmanlí están alineados con el Islam.

Y a partir de entonces se puede decir que la historia de Europa también puede verse en la medida de cómo evolucionan estos constantes conflictos que a veces, hay momentos en los que no diré que se pierda la cuenta, pero como que acaban aburriendo de tantos que llegan a haber.

Y entonces nos situamos en 1787.

Ya digamos que es quizá, si no el último, quizá el penúltimo gran conflicto que hay entre ambos imperios.

Pero este 1787 tiene también una previa.

Es aquello que decimos que es un poco la historia es como un domino.

Hay una guerra entre un nuevo protagonista, que es el imperio ruso, que se enfrenta al imperio turco entre 1768 y 1774, una guerra de seis años, en la cual Rusia, que en estos momentos está encabezada por la célebre Catalina II la Grande, arrebata a los turcos la península de Crimea.

Bien, ¿qué pasa? En las negociaciones de paz se estipula que Crimea ha de ser un territorio independiente.

Ahora hablamos de Crimea y ya nos vienen a la memoria algunas cosas mucho más recientes.

Y si hablamos de Catalina II la Rusia, pues también podemos pensar un poco en un precedente con faldas del señor Putin.

Porque, claro, teóricamente firmas una cosa y luego haces otra.

Porque a la hora de la verdad Crimea pasó a formar parte de la esfera de influencia rusa.

¿Qué ocurre? En este aspecto los turcos ven que no se cumple la paz, no se cumple lo que se ha firmado, no se respeta el tratado y ya se produce como una nueva declaración de guerra.

Y en esta declaración de guerra se mete por ahí en medio lo que es el Sacro Imperio, el imperio de los Habsburgo, y dices ¿qué se les ha perdido ahí? Bueno, pues alguna que otra cosa.

Primero tienen una alianza con Rusia.

Ahí también hay un trasfondo religioso aunque unos sean cristianos y los otros sean ortodoxos.

Pero bueno, tienen el enemigo común que es Turquía.

Y luego que Austria en este aspecto está entrando ya en decadencia.

No puede expandirse más hacia el sur.