JUDAS EL ISCARIOTE. r145l

Judas el Iscariote es una de las figuras más controvertidas del cristianismo y es que además de su representación tradicional como el apóstol cuya traición desencadenó en la crucifixión de Jesús, existen otras fuentes que ofrecen perspectivas alternativas sobre su figura.

Y precisamente nuestro siguiente invitado se ha sumergido de lleno en el estudio de estos relatos menos conocidos y que van más allá de los textos canónicos, explorando los evangelios apócrifos y las distintas lecturas culturales, artísticas y teológicas que han moldeado a Judas a lo largo del tiempo. ¿Pero quién fue Judas realmente? ¿Cuál fue su verdadero papel en la relación, en relación a la pasión de Cristo? ¿O cuáles fueron sus verdaderas motivaciones? Bien pues trataremos de indagar en estas cuestiones con Óscar Fábrega, historiador, codirector del programa de radio Tempus Fugit y autor entre otras obras de Judas el Iscariote, tras el beso del traidor.

Óscar, bienvenido a Luces en la oscuridad, ¿qué tal estás? ¿Qué tal? Bien hallado, un placer estar aquí contigo Adri.

Igualmente. Bueno, tengo tu libro por aquí, lo muestro en pantalla, Judas el Iscariote.

La última vez que estuviste aquí fue para hablar de otro personaje fascinante, Edgar Allan Poe, y ahora te has metido con esto de Judas. ¿Qué es lo que te llamó de este personaje tan emblemático? A ver, yo llevo ya varios años intentando esclarecer, o esclarecerme quizás a mí mismo, la historia de Jesús, que al final es lo que gira en torno a este libro, pero también en torno a, por ejemplo, un libro anterior sobre María Magdalena que escribí, porque es un personaje que yo creo que a todos nos interesa, ya sea de una perspectiva creyente, de una perspectiva no creyente, de una perspectiva puramente histórica, pero al final es que el personaje de Jesús es como si fuese, es una suerte de puzle en el que, para entenderlo en toda su complejidad, tenemos que ir declamando también los personajes secundarios.

Uno de ellos, por ejemplo, es la Magdalena, como te decía, otras Judas, pero hay otros tantos, por ejemplo, María, la Virgen, Juan el Bautista, el resto de los apóstoles, es decir, y al final yo creo que juntando todas esas piezas nos podemos hacer una suerte de idea global, ¿no? Realmente digo, yo soy muy de decir que al final cada investigador, cada historiador, cada lector incluso, se acaba formando, como dirían los de Pechmod, su personal Jesus, porque eso es lo que hay, al final es una cuestión de opinión, hay algunas cosas que más o menos podemos dar por ciertas, pero el resto son simplemente propuestas teóricas. El personaje de Judas es especialmente atractivo para mí por dos motivos, primero porque desde un punto de vista narrativo, dejando a la margen el fenómeno histórico, es un personaje interesantísimo, es decir, es el traidor, el malo siempre es el personaje más atractivo de las ficciones literarias o del cine, por ejemplo, o de las series, y en este caso el malo, malo, con permiso de Montse Piratos o de los de San Edrín, es Judas, quizás sea el más malo porque es el traidor, supuestamente, pero claro, eso gira en torno al segundo motivo.

Yo no tengo tan claro eso de que sea el traidor, sobre todo porque hay una cosa que a mí me inquieta bastante y es que los evangelios, los cuatro evangelios canónicos, pero también los apócrifos, no se ponen de acuerdo en el motivo de la tradición y esto es algo que llama mucha atención. Es verdad que en la cultura popular damos por hecho que el motivo fueron las famosas 30 monedas, pero eso solamente aparece en uno de los cuatro evangelios, en el evangelio de Mateo, los otros evangelios no dicen nada de esto, el fin no parece que sea, el motivo no parece que sea económico, solamente para Mateo lo es, para el resto, por ejemplo, para Lucas y Juan es más bien que está como controlado por el diablo, sin embargo para Marcos, que es el evangelio más antiguo, no hay ningún motivo, Marcos no ofrece ningún motivo explícito y esto es algo que a mí me inquieta, cómo puede ser que, a ver, a mí es que me gusta mucho plantear esa idea que te he comentado antes, entender, de hecho existe toda una escuela histórica que lo hace así, entender los evangelios como una ficción literaria, como una novela, desde esa perspectiva le aplicamos las reglas de la novela y claro, una regla esencial en una novela, para que se entienda bien, es que conozcamos las motivaciones de los personajes, bueno pues en esto falla ya esta trama y eso a mí me inquieta bastante, porque al final leyendo entre líneas sí que podemos encontrar quizás cuál puede ser el motivo real, pero no es explícito y además no es el mismo en todos los evangelios. Entonces en los evangelios canónicos uno no ofrece ninguna nueva onda en las motivaciones de Judas y luego encontramos estas dos opciones, que fuera por un móvil económico y