
Descripción de 7. C PALIATIVOS. DUELO x6d57
¡Hola a todos y bienvenidos un día más a Enfermera Cotorra! 🦜🦜🦜 Este audio corresponde al temario de CUIDADOS PALIATIVOS del grado en Enfermería de la Universidad Europea de Madrid, 2024-2025 Recuerda que estoy por Instagram en @enfermeracotorra y en Twitter en @nursecotorra. También tienes a tu disposición una carpeta en Drive con todos mis esquemas para estudiar y repasar: https://drive.google.com/drive/folders/1KpnjBGK2p2Uk_x0bdwmcEGQ8Mtn3ythT ¡Espero que te sirva! 6g4i54
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Hola amigos y bienvenidos un día más aquí a Enfermera Cotorra, tu audiopodcast de confianza para estudiar y repasar. Vamos con el último tema de cuidados paliativos, el tema número siete, el duelo. Y es que el duelo es un proceso normal que cumple con una función adaptativa ante una pérdida significativa real o percibida. En la mayoría de los casos no requieren de intervenciones específicas y dependerán de los recursos externos e internos. La intensidad y las alteraciones que provocan el doliente va a depender de varios factores, por ejemplo la relación emocional y de dependencia por el ser perdido, las circunstancias de la muerte, el tiempo de preparación para la pérdida y los recursos de que se dispone en tanto nivel personal familiar como social. Tenemos dos tipos de duelo, bueno, aquí vienen dos tipos de duelo, mejor. Tenemos el duelo anticipado que es expresado con anterioridad a la pérdida que se percibe como inevitable. Es a menudo una respuesta sana porque tras la pérdida real la reacción es menos intensa.
Y luego tenemos el duelo disfuncional o duelo patológico que es un proceso de mala adaptación que se produce cuando la aflicción está suprimida o ausente o cuando una persona muestra respuestas exageradas o prolongadas. En general se trata de un duelo prolongado no resuelto que altera los patrones funcionales de la salud de la persona o del grupo familiar y existen varios tipos de duelo disfuncional. El proceso de duelo tiene una duración muy variable. En la mayoría de artículos clásicos dicen una duración inferior a un año pero en pérdidas muy significativas o pérdidas pueden ser hasta dos años según los estudios más recientes. La muerte de un ser querido es considerado como el acontecimiento vital más estresante que puede afrontar el ser humano y el duelo puede aumentar el riesgo de enfermedades psicosomáticas, cardiovasculares y suicidios y una parte de los viudos o viudas padecen depresión o ansiedad en el primer año tras la pérdida. Luego otros autores refieren que un tercio de las consultas de atención primaria tienen orígenes psicológicos y que de ellas una cuarta parte se identifican como el resultado de algún tipo de pérdida.
Como siempre tenemos las etapas del duelo de Kubler-Ross. Tenemos la negación que va con evitación, confusión, euforia, conmoción y miedo y la fase de ira, de frustración, ansiedad e irritación. En esta fase tenemos como intervenciones la información y la comunicación. Luego vamos a la fase de negociación que hay esfuerzos por encontrar un sentido, pedir ayuda y contar nuestra historia. En este caso nosotros vamos a incidir en el apoyo emocional. Y finalmente tenemos la fase de depresión con agopio, impotencia, hostilidad y lucha y la fase de aceptación donde se exploran opciones, hay planes adaptados a la nueva situación y seguir adelante. En ese caso lo que debemos prestar es guía y orientación. Como respuestas al duelo en caso de muertes repentinas tenemos respuestas iniciales como shock, incredulidad, irrealidad, embotamiento, negación, enfado, tristeza y anhelo, ese echar de menos. También hay enojo, hay protesta porque no hay derecho, esto es injusto, cólera, ira, me has dejado solo, la culpabilización, no tenía que haberte dado esa medicación o resentimiento, los médicos podrían haberlo detectado antes, que estos suelen ser ataques y reproches al personal sanitario y alegría superficial de por fin ha terminado todo, que alivio, etc.
Luego tenemos las respuestas intermedias en el cual podemos identificar pena profunda, vacío, aislamiento, llanto, somatización, desesperación y angustia. También aquí tenemos idealización, como siempre fue un buen marido, una buena persona, autoculpa, de tenía que haber escuchado más sus quejas, la rumiación de no me puedo quitar de la cabeza lo que le dije, el luto de no tengo derecho a disfrutar, recuerdos dolorosos de las últimas horas porque fueron malas, la evitación, el preferir no hablar de él o de ella y la imitación de ponerse ropa del fallecido o fallecida. Luego aquí viene pues, a ver, frases que no ayudan a los familiares en su duelo y deben evitarse. No te la voy a leer, me refiero. O sea, qué clase de persona eres si dices, Dios quería un angelito, es mejor así, dejo de sufrir, es ley de vida, en fin, cállate. Si no tienes nada bueno que decir, mejor te callas, ¿vale? Léetelas. Ya está, he de cajón de pino. Ostras, menudo chavcarrillo.
En fin, luego tenemos las respuestas finales al duelo y tenemos la aceptación, que es tanto racional como emocional, se acepta la pérdida. Tenemos la restitución, en cual se resitúa la pérdida de forma chistosa.
Comentarios de 7. C PALIATIVOS. DUELO 5p3m25