# 4. Tú solo, la película que enamoró a una generación 2p1s3a

Si hay una película que marcó a una generación es esta de la que vamos a hablar hoy. Y os pongo en contexto. Estamos en los años 80. La Escuela Nacional de Tauromaquia acaba de lanzar a dos generaciones de toreros al escalafón de matadores y un amplio elenco de jóvenes ávidos de ilusiones se reúnen cada día en torno a la extinta placita del lago de la Casa de Campo. Seguro que ya sabes de lo que estamos hablando. Quédate porque vamos a recordar una de las mejores películas taurinas que se han hecho a lo largo de la historia.

Les saluda Marco Sanxidrián y esto es Todos a los Toros. ¡Bienvenidos! Si cierran los ojos seguro que pueden recordar a la perfección esa imagen y para los que no lo conocen es un buen momento para descubrir algo inolvidable en nuestra memoria colectiva. En un aula, una clase que presiden los cuadros de Pepe Illo, de Joselito el Gallo, Juan Belmonte, Manolete y Antonio Bienvenida, pasa a lista don Manuel Martínez Molinero bajo un cartel que dice primero aprende después torea.

Hablamos de la película Tú solo, dirigida por Teo Escamilla, donde los actores son los propios profesores y alumnos de la Escuela Nacional de Tauromaquia durante la temporada 1984. Entre el reparto de profesores pues están Molinero, Enrique Martín Arrán, Andrés Vázquez, Gregorio Sánchez y alumnos jóvenes entonces como José Luis Bote, Pedro Vicente Roldán, Luis Miguel Calvo, José Antonio Carretero, César del Puerto, Carlos Neira, Jesús Pérez Madrileño. Como ven, una generación que saltó a la primera línea y que se han convertido en extraordinarios profesionales de oro y plata.

Tú solo camina entre la ficción y el documental porque intenta reflejar esa vida de esos chicos que querían emular a las primeras generaciones que salieron con todos los honores y que lideraron sobre todo los príncipes de Toreo, Gillo, Julián Maestro y Lucio Sandín. Hay escenas de verdad de la película que es que son mágicas. Jóvenes, niños en realidad, que comenzaban en esa aventura que ni en sus mejores sueños podían imaginar y muy pocos alcanzaron la gloria.

Un milagro, como dice el el mítico cartel que hoy sigue colocado en la nave del batán. Los que llegaron a la élite se convirtieron en extraordinarios profesionales y la mayoría al menos recibió una lección de vida que les ha acompañado siempre. En esa primera escena de la película que estamos comentando, Molinero se queda con los más pequeños del aula para darles quizá el consejo más importante que habrán recibido en su vida profesional.

En estas son características de ese animal que todos consideran tan salvaje, noble. Todos dicen que él es vuestro enemigo y yo quiero que vosotros empecéis a considerar a este animal como vuestro mejor colaborador.

Debéis de tratarlo pues con todo respeto, porque con él, ese animal que ha nacido para morir, procurad que muera con noble. Ese animal que debe ser.

Como decíamos, de la escuela ya han salido los príncipes del toreo. En el año 84, cuando se estrena la película, Gillo es la referencia de los nuevos alumnos donde empiezan a despuntar una terna que marcaría esa época como es la de Joselito Fundibote.

La verdad que la historia de la escuela la cuenta a la perfección el periodista José Luis Ramón, que tiene un magnífico libro llamado Antesala de la Historia de la Escuela Taurina de Madrid, publicado en 2002 por esa colección La Tauromaquia.