221. Cómo enfadarte menos y vivir mejor con Sonia Diaz Rois. 4a415g

El contador está en marcha. Mi infusión. Ahora tomo mucho menos café y me hago como unas bebidas de… Yo lo llamo el café no café, y en realidad es achicoria. No tengo ni idea de qué es la achicoria. ¿Qué es achicoria? ¿Qué será la achicoria? A mí me suena como algo de los sesenta, ¿no? Mamá, mamá, yo quiero achicoria. Pero me suena a música. Ponme achicoria para el cuerpo.

¿A ti te suena a música? Pues a mí me suena como… Jo, mamá, ¿otra vez achicoria? No, no te gusta a ti. Como el que roba, tía. Seguro que algunas jefas nutricionistas saben muy bien lo que es la achicoria. Yo os quiero contar, hoy quiero compartir con vosotras que ahora para reducir el café tomo un café no café, que es achicoria, que está muy rico y que parece ser que es buenísimo. Es un poquito aguachirri, estoy viendo.

Pero ya mi café sí café también es aguachirri. Quien me conoce muy bien sabe que yo no bebo café, yo bebo agua de la charca. De hecho, si un italiano estuviera viendo mis tazas de café… Total.

O sea, es que me retirarían el pasaporte el permiso de poder entrar a Italia, te lo digo.

Aguacharca.

Aguacharca.

Lo estoy viendo, doy fe.

Hola, muy buenas y bienvenidos, bienvenidas a Jefa de tu vida, el podcast de Charuca.

Te habla Charo Vargas y en este podcast, jefas queridas, además de pasarlo bien, te damos recursos e inspiración para que te conviertas en la jefa de tu vida.

Hoy tengo una amiga en la cocina, a mí me encanta cuando además de entrevistadas vienen amigas con la que ya hay una relación de amor funcionando.

Me visita mi querida Sonia Díaz-Royce. Ella, entre otras muchas cosas, es autora del libro Y si me enfado, ¿qué? Sonia es mentora y coacha especializada en gestión de ira y enfado.

En su libro nos muestra cómo entender el enfado y convertirlo en una herramienta de cambio positivo en nuestras vidas. Y hoy vamos a hablar con ella, Sonia voy a hablar contigo, sobre cómo puedo gestionar mejor mi rabia, mi mala leche, para mejorar así mis relaciones personales y profesionales, ¿qué te parece? Maravilloso, pero antes de seguir he de decirte que bien has dicho Royce.

Ah, ¿sí? Bueno, pues como lo dice la gente, Ruiz, Roch, Ríos, me han llamado de todo.

¿En serio? Te lo prometo, o sea, me he quedado alucinada. Estaba como, ya verás cómo no, ya verás cómo no sale. Fantástico, maravilloso.

Ay, qué bien. Pues mira, muy contenta de que empecemos así, que ya te puedas relajar con el Royce. Así que, Sonia, preséntate por favor para quien no te conozca.

Ay, esto de presentarse, la verdad es que siempre… A mí me cuesta especialmente. Fíjate, hoy me apetece presentarme lo que te estaba comentando hace un rato, como una persona que hace lo posible cada día para enchufarse a la vida. O sea, viniendo de un pasado en el que llegó un momento en el que pensaba, digo, pero ¿esto qué mierda es? ¿Esto qué es? Emoción, engañados.

Oh, por favor, pero engañadísimos. Y la verdad es que me costaba mucho levantarme cada día, relacionarme con la gente y se me hacía una bola increíble. Y la verdad es que, desde hace ya bastante tiempo, me he enchufado, me he enchufado y cada día me levanto con más ilusión, la verdad. O sea, que esta sería mi presentación hoy.

Me ha encantado una persona que hace lo posible cada día para enchufarse a la vida.

Total.

Cuéntame cómo era tu vida cuando no estabas enchufada. ¿De dónde vienes, Sonia Díaz-Royce? ¿De dónde vengo? ¿Del útero materno? Básicamente, como todo el mundo, esto es, vamos, de cajón. Pero fíjate, desde que salí, yo creo que me emarañé de tal manera con la vida.

Me empecé a complicar, me empecé a preocupar, me empecé a hacer cargo de cosas que muchas veces no eran mías. Me empecé a enredar muchísimo con lo que es la vida, fíjate.

Y los años fueron transcurriendo, al final ya sabemos que esas cositas se nos van quedando dentro, que cada vez se afianzan más en nuestro cuerpo y al final creemos que somos eso, hasta que llegó un momento en el que la vida parece que me estaba dando unas señales tremendas de, chica, sácate la faja. Yo siempre pienso en, sácate la faja. Y hasta que llegó el momento de, oye, esto tiene que ser más fácil, porque le estoy dando golpecitos.

Sí, tú no te preocupes, que los golpecitos son súper bienvenidos aquí, ladridos, pitidos, todo.

Es que yo además soy mucho de mover las manos, pero básicamente esto, básicamente esto, que me empecé a enredar mucho con la vida.

Estabas enmarañada como el cable.

Mira, señales de la vida, ¿has visto? Señales de la vida.

Sácamelo.

Enmarañada con la vida. ¿En qué trabajabas antes de dedicarte a lo que haces actualmente? Fíjate, tiene muchísima relación, porque sin querer, cuando era muy jovencita, sabes aquello de, yo paso de estudiar, porque total, al final a mí me gustaba hacer cosas muy creativas.