1189. Integrar la meditación en tu vida (Práctica de meditación) 6h2g6i

Antes de empezar a practicar en este canal con estos audios, en la descripción de este audio, tanto en iVoox como en Youtube, tienes enlaces a varios cursos introductorios a la meditación que yo tengo en este canal. Te recomiendo hacer esos cursos introductorios y después si quieres seguir estos audios acompañándonos todas las mañanas para practicar 10 minutos de meditación. Vamos con nuestra práctica.

Muy buenos días. Vante, en su libro, resume un poco todas las distracciones que puedan aparecer en la práctica de meditación. La resume en el mismo modelo de respuesta. Da igual que sea pensamiento, da igual que sean sensaciones, imágenes. Y entonces lo que hace Vante es recomendar esa ausencia de tensión.

Yo observo cualquier distracción que haya de cualquier tipo, aunque sea recurrente y cansina. Esta es la práctica. Observo lo que hay, sonrío, lo acojo amablemente, lo veo estar, lo veo marchar y vuelvo a mi respiración, que aparece de nuevo al instante, vuelvo a hacer lo mismo, que me canso y ya no lo soporto y me pongo nervioso, paro y dentro de un rato lo vuelvo a hacer o mañana o cuando sea.

Recuerda siempre que la práctica de la meditación es algo a muy largo plazo que uno simplemente empieza a hacer sin expectativas. Esa es la meditación que más frutos da. La que menos frutos da es la meditación tensa buscando resultados inmediatos. Porque no sabemos qué resultados nos va a dar y en qué medida, cuándo ni cómo. La meditación se va dando. Si tú la entiendes bien, entonces tú quieres practicar meditación porque te atrae simplemente y lo haces. Te pones a practicar meditación como cualquier otra cosa que hagas en tu vida.

Que tienes que ver un proceso. Pero si no tienes esa tensión de la necesidad de conseguir algo, no tienes expectativas, te puedes sorprender por las diferentes maneras que tiene de llegar.

Yo sólo te digo, asúmela en tu vida. Diez minutos al día se puede empezar por eso y por menos, ya lo sabes. Puedes hacer varias prácticas al día, dos o tres, como hemos hablado aquí.

Puedes empezar por una por la mañana y otra por la noche y luego incluir otra al mediodía. De diez minutos es muy poco tiempo. Pero sin la tensión, sin la presión de tengo que hacerlo.

Si todavía no te surge de manera natural, aunque te empujes un poco dándote un tiempo antes de ver la película, antes de comer o lo que sea, ese ratito y te lo vayas dando como de manera sana, si es una imposición, si es tengo que hacer, aunque a lo mejor a ti eso te va bien, pero tú tienes que ver cuál es la medida en la que la meditación no sea parte de ese mundo de la imposición. Hay que quitar la tensión de la meditación. Desde afuera, de cuándo la hago, de cómo la hago y desde adentro.

Ay, no me está saliendo bien, me he despistado, me tenso. No, todo lo contrario, eso ya es meditar. Y en la meditación puede pasar cualquier cosa, que no pares de pensar y te quedes sorprendida o sorprendido. Pero ha sido meditación porque has estado diez minutos dándote cuenta de que no parabas de pensar. Todo es darse cuenta. Y dices, pero es que me doy cuenta poco. ¡Aleluya! Acabas de decir que te das cuenta. Poco para lo que tu cabeza mide que debiera ser. Pero te das cuenta. Y eso ya es un triunfo. Darse cuenta un momento.

Eso que llamamos poco es muchísimo. Y dejemos de querer llegar a dar otro paso. Dejemos que la meditación nos vaya llevando. Y te aseguro que te lleva más lejos que si te pones a exigirle a la meditación que te lleve a no sé dónde.