Wunderwaffen 1u3hh

Muy buenas a todos, muy buenas a todas y bienvenidos al Arcadito.

Alemania, años 30.

Imaginemos la escena.

Estamos viendo como un público entregado está escuchando una representación de las Valkirias del Anillo del Nibelungo con esta extraordinaria música de fondo.

Nos encontraremos hoy en Alemania, en una de las épocas más oscuras de nuestra historia.

La elección de esta música no es casual, ya que esta obra de Richard Wagner fue una de las muchas que los nazis se apropiaron para construir su relato mítico.

Ese según el cual la raza aria se había expandido por el planeta, desde su antiguo hogar europeo, fundando las más grandes civilizaciones de la historia y de la cual los alemanes eran los más puros descendientes.

Se dice que este amor por el compositor nació del propio Adolf Hitler, que había quedado prendado en su juventud por obras como Rienzi o Lohengrin.

Entre el público pues, hay gente que de aquí a unos años provocará una de las mayores devastaciones que se han conocido en la historia.

Provocará una cruel guerra, que se llevará por delante varias decenas de millones de vidas por todo el planeta y provocará en un determinado momento, y cuando la desesperación por ver la derrota final cerca se adueñara de los jerifaltes del régimen nazi, que se intente llevar a cabo Las que sin duda hubieran sido las armas más terribles que el mundo hubiera tenido el horror de presenciar, pese a su nombre, ya que fueron llamadas por sus creadores las Wunderwaffe, las armas maravillosas, y suerte que no hubo tiempo a desarrollarlas.

En algunos casos debido a que no tuvieron tiempo, material de ponerse en marcha, o bien se pusieron pero no en un número elevado, porque hay que reconocer que algunas eran realmente brillantes y suficientemente poderosas como para haber desequilibrado la balanza de la guerra.

Y pudo ser así compañeros porque a principios del siglo XX en Alemania empezaron a surgir una serie de mentes realmente brillantes, incluyendo varios premios Nobel.

Desgraciadamente muchas de esas mentes maravillosas tenían un don, pero un don para el mal.

Una generación que provocó desde un país europeo una verdadera devastación a nivel mundial con frentes abiertos por todo el globo.

Una manera de poner en ejemplo la brillante generación que se dio en esa época es repasar algunas marcas y creadores que en ese momento surgieron y han llegado hasta nuestros días.

No nos tiene que extrañar ver ligadas a la Alemania de los años 30 y principios de los 40 nombres como Siemens, marca del famoso teléfono rojo que tenía Hitler en el búnker de Berlín, ver que las SS lucían sus orgullosos trajes diseñados por Hugo Boss, que los nazis bebían Fanta, muy diferente a la que conocemos hoy, eso sí, o el famoso Jagermeister, o que Ferdinand Porsche, de origen austríaco como Hitler, creara el Vittel para la Volkswagen, el coche del pueblo en ese momento, aparte de los diseños militares que más tarde realizaría.

Y es precisamente por esta clase de mentes, de ingenieros y científicos en su mayoría, que una vez finalizada la guerra, se iniciaría una carrera entre las dos grandes potencias surgidas tras la contienda, la URSS y el bloque liderado por EEUU, para hacerse con el mayor número de talentos nazis, como más tarde veremos.

Al inicio del podcast hemos hecho una breve presentación del contexto en el que surgieron las armas de las que hoy vamos a hablar, pero por ampliarlo un poco más, añadiremos unos apuntes sobre la época en la que estamos hablando.

Sin poder por desgracia explicarlo.