
VuFyuM s07e16: El origen del bipedismo en la familia humana 3k2f6a
Descripción de VuFyuM s07e16: El origen del bipedismo en la familia humana 4p85
Una imagen muy extendida de la evolución humana es que nuestros antepasados caminaban encorvados, como los chimpancés, y que poco a poco, de forma gradual, se fueron irguiendo a la vez que su cerebro crecía y aprenderon a hacer herramientas. En defnitiva, que todos esos rasgos que asociamos con "ser humanos" aparecieron gradualmente y de forma simultánea. En el programa de hoy hablamos sobre cómo nuestros antepasados emprendieron la marcha bípeda, y os contamos que la ciencia del siglo XXI está refutando esta idea de evolución simultánea de los rasgos que nos hicieron humanos. Bien al contrario, a día de hoy tenemos indicaciones muy creíbles de que el bipedismo, el uso de herramientas y el crecimiento del cerebro ocurrieron en momentos totalmente distintos, y es bien probable que no estuvieran relacionados. De los tres, parece claro que el primero en aparecer fue el bipedismo. Todo esto os lo contamos a cuenta del libro "Paso a paso: cómo caminar erguidos nos hizo humanos", del paleoantropólogo Jeremy DeSilva, que se acaba de publicar en español en la editorial Capitán Swing. Si os interesa este asunto, de la pieza del crecimiento del cerebro ya hablamos en nuestro pódcast hermano, La Brújula de la Ciencia. Tenemos evidencias muy interesantes de que el cerebro de nuestros antepasados "se hizo humano" en la época de Homo erectus. Podéis escucharlo buscando el capítulo s10e35 de La Brújula de la Ciencia. Este programa se emitió originalmente el 19 de diciembre de 2024. Podéis escuchar el resto de audios de Más de Uno en la app de Onda Cero y en su web, ondacero.es 3k2q68
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
5, 4, y 0, ¿no?
Claro, onda cero.
En más de uno, me van un físico y un matemático.
De abajo arriba, el matemático es Santi García Cremades.
Buenos días, Santi.
¿De abajo es de peor o de mejor?
No, porque te van un físico y un matemático.
Pues abajo es el matemático y arriba, en este momento,
está Parisi.
Presente el matemático desde Murcia.
Exacto.
Y Murcia está más al sur que Castellón.
También.
Alberto Parisi, bueno, qué lío.
Alberto Parisi, buenos días.
¿Cómo estás?
Buenos días.
Considero decretado que la física es mejor que las matemáticas.
Muchas gracias.
No, no, no, no, no, no tiene nada que ver.
No tiene nada que ver.
Niego la mayor.
No, no, no, no, no, no, para nada.
O sea, no.
Castigado.
Protesto.
Castigado.
Castigado.
Hoy vas a ser el primero.
Hoy te voy a poner el primero.
Venga.
Que es más difícil siempre.
Abriendo fuego.
Parisi.
Exacto.
Vamos.
Que es más difícil.
A ver, permítime que empecemos viajando a contemplar este
jueves un momento vivo trepidante de creación
científica.
Vamos con ello.
No queremos distraerle.
Está muy concentrado.
Pero, Alberto, has dicho que era trepidante esto.
Pues es una persona andando.
Pero no es cualquier persona.
Ahí donde lo veis o donde lo escucháis se trata de una
figura monumental de la historia de la ciencia que está
estirando las piernas o contemplando la vida,
aprovechando que ha dejado de llover en el sur de Londres,
que eso ya es mucho decir.
Igual no lo reconocéis porque aún no se ha dejado la barba.
Esa barba que con el tiempo se va a hacer famosa.
Sí, sí.
Y camina porque necesita pensar como los pedipatéticos.
¿Os acordáis?
Pero más moderno.
Y siempre que lo necesita hace lo mismo.
Sale a este sendero y lo recorre varias veces.
Ojo, ojo, se ha parado.
¿Se ha parado?
Yo creo que lo tiene.
Eureka, que diría aquel.
Sí, sí, una Eureka silenciosa, tal vez.
A ver cómo lo escribe.
En cada especie nacen muchos más individuos de los que
pueden sobrevivir.
Como consecuencia se produce una competición por la existencia.
Si un individuo tiene algo que lo ayude a subsistir,
tendrá la oportunidad de engendrar más descendientes.
Y si los descendientes pueden heredar ese rasgo favorable,
también ellos tendrán más progenie.
Y ese rasgo irá colonizando la población.
Es el principio al que llamo selección natural.
Claro que me ha dicho barba y, claro, sí.
Porque me ha dicho barba.
La barba con mayúsculas.
Darwin, Darwin.
Está Papá Noel y luego Darwin.
El crédito pide las barbas.
Yo que aprobé biología de tercero de Boob, de Boob,
creo que vamos a hablar hoy, y me la estoy jugando,
de la teoría de la evolución.
¿Puede ser, amigos?
Bueno, la evolución va a tener algo que ver,
pero nosotros queremos hablar de algo más específico.
Vamos a hablar de lo que estaba haciendo Darwin hace un
momentín, precisamente.
Eso es.
Y no nos referimos a escribir, que también hemos escuchado
cómo escribía.
Pues sí.
Y pensar, podría ser pensar, o caminar, quizá.
Podría ser.
Ahí está.
Ahí está, efectivamente.
Darwin no solo era asiduo de esto que acabamos de presenciar,
que es lo que él mismo bautizó como el camino del pensamiento,
el camino de pensar, que eran 400 metros de tierra alrededor de
su casa, que eran por donde andaba y pensaba.
Además, es que dedicó una parte de sus estudios a pensar sobre
por qué caminamos, que es lo que queremos.
Eso es.
Andar es una de las cualidades que nos definen como especie.
Caminamos, nos erguimos, pero no es exclusiva nuestra,
ni mucho menos, pero pensamos que somos siempre los que
inventamos todo.
Y a veces creemos que esto del bipedismo lo hemos inventado
también nosotros y no.
Es verdad, es verdad.
A ver, ¿podemos saludar un momento a nuestro caminante
número 2, por favor?
Cuidado, no está poniendo esto perdido.
Buenas decoraciones.
Ya está, ya está.
A las 3, 6, que no pone huevos.
Llévatela, llévatela, llévatela.
Esto lo se va a hacer mi hija también, muy bien.
Es que la gallina.
De verdad, de verdad que pone huevos.
Cualquier pájaro es bípedo, es verdad.
Tiene dos pájaros, igual que nosotros.
O sea, caminan menos.
Los pájaros, atención, y los antepasados de los pájaros.
¿Esto qué?
¿Esto qué?
Son dinosaurios todos.
A la bestia.
Ahí está.
No es que vayas a tomar la comida.
Esto es un T-Rex, lo nos imaginamos.
Gracias a usted también, señor T-Rex, por esta colaboración.
Caminante número 3, le vamos a llamar al T-Rex.
Pero ya puede volver a su parque y a sus antepasados.
Los dinosaurios, como estamos escuchando,
caminaban también a dos patas.
Algunos dinosaurios, ¿no?
Algunos, algunos, no todos, claro.
Y ahí tenemos una cosa que nos puede interesar y a mí me
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