Voyager. Sondas interestelares. Con Pedro León EDDP 3x19 1y214y

Flandro fue más práctico y lo que hizo fue diseñar trayectorias muy concretas de Júpiter a Saturno, de Júpiter a Saturno y Urano. Entonces se dio cuenta que cada 176 años había una coincidencia que todos los planetas que van girando alrededor del Sol, pues como el que más tarde es Neptuno, y tiene una órbita de unos 170 años aproximadamente, pues que cada 176 años volvían a estar todos esos cuatro planetas exteriores, los cuatro gigantes gaseosos, no en alineación, pero sí en el mismo sector del sistema solar. Y se dio cuenta que podía aprovechar la gravedad de un planeta para volar al siguiente, para volar al siguiente y para volar al siguiente. Eso se llamó el gran tour, el tour planetario. Y casualmente lo tenían en el 77, es decir, un poquito por delante.

Esto es el disfraz de Polifémon.

Pedro León es divulgador científico, un apasionado de la exploración espacial y es autor del libro Viajes Interestelares. Historia de las ondas Voyager.

Este que veis aquí, aunque sea en edición digital.

En este libro no sólo relata una de las mayores epopeyas tecnológicas de la humanidad, sino que lo hace con una mezcla muy particular de rigor y emoción. Hoy hablamos con él sobre esas dos pequeñas naves que llevan casi medio siglo en un viaje sin retorno y que aún hoy nos envían noticias desde los confines del sistema solar y más allá. Y ojo, porque en este programa les ofrecemos un documento, además de inquietante, revelador, porque nos da una información muy importante sobre entre otras cosas lo ocurrido el 28M.

Pedro, ¿qué tal? ¿Cómo estás? Hola Juan Carlos, pues encantado de estar en tu casa. Muchas gracias por invitarme y nada, como bien dices, yo creo que tengo por aquí la edición en papel. Me la tendré que leer algún día, me han dicho que está bien. Y bueno, pues nada, deseando hablar contigo de las ondas.

Bueno, antes de entrar en materia, y aunque las primeras preguntas que me he apuntado son un poco técnicas para contextualizar, sí que hay una cosa que me corroe sobre el contexto de esta tecnología. Te cuento, mi coche pasó hace poco la década, tiene diez años y poco más. No llega ni a 150.000 kilómetros, nada, eso para nada, no es nada.

Y el tío ya está pidiendo la jubilación. ¿Cómo es posible que las Voyager sigan funcionando y mandando datos aún desde la quinta leche, por decirlo técnicamente? Eso es algo que nos preguntamos todos, y me imagino que la única respuesta es trabajo bien hecho. Simplemente son sondas artesanales, aunque hoy día cada sonda está diseñada para una misión en concreto, y todos sus componentes son exclusivos, digamos.

Pero entonces se hacían literalmente los circuitos a mano, y por gente con muchísima dedicación y muchísima experiencia en su campo. Y había poco lugar, digamos, para hacer cosas demasiado arriesgadas, aunque eran pioneros en todo lo que hacían, pero el trabajo era, digamos, casi como si lo estuvieran haciendo para su propia casa, y todo hecho literalmente los cables a mano. Y yo creo que ese es uno de los secretos.

Fueron gente muy competente, pensaron en todas las posibilidades y más allá de las que se creían posibles, y como vemos un diseño de vida estimada para cuatro años, y hoy día siguen desde el 77 hasta hoy, siguen todavía funcionando. Así que yo creo que simplemente cuando las cosas se hacen con cariño y con mucha energía y con ganas, pues duran mucho tiempo. Esa es la parte buena, la parte bonita, porque tú también cuentas otras caras B de esta historia.