Un sueño 275m2e

Había una vez un estudiante que era muy aficionado a las bromas y tenía un profesor que era muy severo.

A la menor falta castigaba a sus alumnos propinándoles bastonazos.

Un día el estudiante fue sorprendido en una falta y el maestro lo mandó llamar de inmediato.

En cuanto llegó a donde estaba el profesor se arrodilló diciéndole Quise venir antes, pero estuve haciendo planes para hacer el mejor uso de las monedas de oro que encontré.

La cólera del profesor desapareció como por encanto al oír la palabra oro.

¿Y dónde las encontraste? preguntó con vivacidad.

Las encontré escondidas en la tierra, contestó el alumno.

¿Y qué piensas hacer con ellas? prosiguió el maestro.

Como soy de una familia muy pobre he decidido dedicar parte para comprar tierras, construir una casa y amueblarla.

Me gustaría otra parte dedicarla para comprar libros, pues pienso de ahora en adelante trabajar con ardor.

Y la otra parte regalársela a mi profesor para agradecerle las enseñanzas que me ha dado.

Esos son mis planes.

Es posible, yo no soy digno de semejante homenaje, dijo el maestro.

De inmediato se levantó y convidó a su alumno a una sumptuosa comida.

Los dos hablaban y reían, bebiendo mutuamente a su salud.

En un estado próximo a la ebriedad, el profesor preguntó de súbito.

¿Te viniste precipitadamente? ¿Pusiste siquiera las monedas en un cofre antes de partir? El alumno se puso de pie y contestó.

¡Ay! Aún no había terminado de hacer mis planes cuando desperté.

¿El oro del cual hablabas era entonces un sueño? ¡Naturalmente! contestó el estudiante.

El profesor sintió que una violenta cólera lo invadía, pero el alumno era su invitado y no podía enfadarse con él.

Tienes buenos sentimientos en tus sueños para con tu profesor.

Cuando realmente hagas fortuna, de seguro no me olvidarás.

Y volvió a llenar el vaso de su discípulo.