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Una mecedora en el porche
UMP #17 Soapy Smith, el mayor estafador del Salvaje Oeste

UMP #17 Soapy Smith, el mayor estafador del Salvaje Oeste 2j72

6/4/2025 · 39:21
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Una mecedora en el porche

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“Soapy” Smith no ha aparecido en demasiados westerns, y sin embargo fue una figura legendaria en los días de la conquista del Oeste: el mayor sinvergüenza del país. Nacido en 1860, Soapy fue famoso por sus ingeniosas estafas, especialmente su "lotería de jabones", donde ofrecía premios en efectivo escondidos dentro de pastillas de jabón. Su apogeo lo llevó a Denver y Alaska, donde su carisma y manipulaciones lo convirtieron en el rey de los bajos fondos, un proto capo mafioso que llegó lucir la estrella de ayudante del sheriff local a base de comprar voluntades. Todo un pájaro, el bueno de “Soapy”, cuya vida repasamos hoy desde esta mecedora en el porche. 47163h

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Bienvenidas, bienvenidos. Soy Javier Márquez Sánchez y os invito a tomar asiento aquí, en una mecedora, en el porche. Hace ya varios años, creo que tres años, publiqué en la editorial Maddy Waterbooks el libro Apeseta por estampita, una obra que reunía pues un buen número de historias sobre timadores, ladrones, estafadores, sinvergüenzas de diverso pelaje, pero no de los que estafan a la pobre abuelita, sino de los que le dan el palo a la compañía de seguros o al banco, cosas así.

Y quería traer a uno de esos personajes, bueno, tal vez traigamos a más, pero de momento a uno de ellos, aquí a esta mecedora en el porche, pues por lo peculiar del tipo, vivió en una época muy apta para este tipo de malas actitudes, de malas artes, y destacó por ser todo un rufián, todo un sinvergüenza, y no era fácil destacar como sinvergüenza en un tiempo y un lugar como este del que estamos hablando, que era el lejano este en los días de la conquista del oeste del siglo XIX, la segunda mitad del siglo XIX allá en Estados Unidos. Hoy, en esta mecedora en el porche, vamos a invitar solo por un rato, y cuidando siempre de nuestros bolsillos, a Swappy Smith, el mayor trilero del salvaje oeste. Jefferson Randolph Smith II no tenía pinta de criminal. Las fotos de las leyendas del salvaje oeste son casi siempre tan malas como las fotos de los carnets actuales, en las que todos, ya fuesen criminales o defensores de la ley, tenían pinta de no respetar a sus madres.

Las fotos de este Jefferson Randolph Smith II, sin embargo, parecen ser una excepción. En ellas evoca lo que estaba destinado a ser el tipo, todo un caballero del viejo y glorioso sur. Siempre iba bien vestido, tenía unos modales exquisitos y hacía gala de un elegante acento sureño. Por dichas fotos cabría pensar que se trataba de un médico o del editor de algún periódico, y sin duda, esa confianza que inspiraba le ha ayudado en sus quehaceres cotidianos, porque en realidad, ya lo hemos dicho antes, en realidad este Jefferson Randolph Smith II fue el mayor granuja del oeste. Nació en 1860 en la señoría Georgia, en el seno de una familia sureña como Dios manda.

Su abuelo era un terrateniente con una casa tipo lo que el viento se llevó y varias plantaciones de algodón, y su padre era uno de los abogados más solicitados de la ciudad. Total que al pequeño Jeff no le faltaban pañales ni sirvientes, que se los cambiaron, pero no había cumplido un año cuando estalló la guerra de secesión y aquellos aires señoriales no jugaron precisamente en favor de la familia. Con la rendición del general Lee en 1865, los terratenientes algodoneros que se habían alineado con el bando perdedor se encontraron de golpe con un mundo diferente, en el que ellos ya no ostentaban el orden y mando. En concreto,

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