Tsirah Capítulo 3 2n553x

Órbita raquis presenta sira un relato de nieves memorias tres catorce de febrero hace buen tiempo para seguir en invierno el cielo está despejado y es agradable pasear ahora que es de noche me he entretenido dando una vuelta antes de venir a repostar una de esas que hace tiempo que no daba no sé por qué abandoné esa costumbre había olvidado lo mucho que me gustaba pero sobretodo había olvidado por qué lo hacía me cuesta recordarme todas las cosas que no debo olvidar pero es difícil muy difícil los finos velos de novia que cubren las luces de la ciudad los tapones en los oídos los guantes en las manos todo eso son piedras con las que tropiezo una y otra vez se que es normal que tengo que asumirlo esta será mi vida hasta que recupere las fuerzas débil torpe amortiguada sin aristas que puedan herirme más porque el próximo arañazo por leve que sea puede volverse mortal no es culpa mía ni suya ni de nadie así con los sentidos embotados he paseado esta noche y he recordado hace tiempo tuve un secreto un secreto estúpido e infantil como deben ser todos los secretos de la infancia un secreto que olvide y que he encontrado entre los adoquines de las callejuelas por las que he deambulado hoy al principio creí que vagaba sin rumbo pero no era así el recorrido seguía una lógica un patrón que me costó reconocer pero que estaba ahí sabía cuándo torcer a la derecha y cuándo hacerlo a la izquierda continuar en línea recta o desviarme por estas calles no ha pasado el tiempo desde hace siglos si existe algo inmortal vive aquí entre estas piedras viejas y grises mi secreto que importante parecía en la infancia todas las cosas invisibles son tan trascendentes me entristece pensar en el despertar a la vida adulta quién perder ese espíritu inquieto que otorga más valía los sueños que la realidad la niñez acaba cuando empieza la desesperación pero ya no estoy desesperada así que quizá con suerte con mucha suerte se haya abierto esa puerta de nuevo para mí aún aunque sólo sea para echar un vistazo rápido me conformaría con eso con un vistazo fuga hasta el momento en que caminaba deshoras por las calles vacías buscando buscando qué era lo que buscaba algo que quizá encontré cuando te conocí nunca te dije que lo que más amaba de ti es que me hacía sentir menos sola como ahora sola por calles vacías que no dan más que el recuerdo y a una suerte de angustia descafeinada que no es tal porque hasta eso he perdido aún así he seguido mis propias huellas por calles silenciosas buscando quizá mañana lo encuentre quizá eso me encuentre a mí consiguió mantener a raya el impulso de volver al esprint hasta el jueves a rastrear por más notas sentía la comezón de la impaciencia en la nuca en la boca del estómago en la punta de los dedos mientras calentaba una lasaña de atún cortesía de diego por su supuesto se sorprendía pensando en formas de rebuscar entre las páginas de los libros sin llamar demasiado la atención pero con la mayor efectividad posible por la noche al meterse en la cama