La transformación de Eurovisión 2a455m

Sabina y Octavio en S-Radio, con Sabina Pons y Octavio Cortés.

Hola, buenas tardes. Bienvenidos todos a Sabina y Octavio, vuestro magazine cultural en S-Radio, todos los martes a las siete y media, en el 97.1 y 95.6 de la frecuencia modulada.

Iniciamos esta singladura a través de las ondas radiofónicas.

¡Qué precioso! ¡Qué precioso! Me llega, me llega, me llega.

¿Qué tal, Sabina, con el buen tiempo ya? El buen tiempo a lo largo y ancho de la geografía española, de nuestra piel de toro. No se me ocurren más tópicos, espérate un momento, a ver.

Pues nada, estamos aquí en el día uno, el día tres, después de Eurovisión.

Eurovisión se ha convertido en la cosa que centraliza toda la atención.

Yo no sé en qué momento... Eurovisión antes era un concurso.

Sí, pero ahora es geopolítica.

Pasaron unos años como de declive, que nadie le hacía caso a Eurovisión, luego volvió a resurgir como un evento puramente gay.

No, no, no, te equivocas con la cronología.

Mira, hay una figura señera en todo este tema, que es José Luis Uribarri.

¿Sabes que José Luis Uribarri fue el que retransmitía? Entonces José Luis Uribarri, harto del declive de que nadie miraba televisión, Eurovisión, nadie asistía al concurso, hizo una declaración y dijo que se retiraba, que era la última vez que retransmitía Eurovisión.

Bueno, pues ese año fue el de Operación Triunfo, y el que llevó a Rosa de España a Eurovisión, y donde empezó de nuevo la fiebre eurovisiva.

Entonces José Luis Uribarri tuvo que volver de los palacios de invierno y decir ¡Oye, que casi que me quedo! Porque después de 20 años de que nadie me escuche, ahora por fin que me escuchan me voy.

Pero es verdad, este dato no lo sabía, pero que se ha convertido en un evento gay, también es una cosa que...

Sí, bueno, creo que hubo unos años bastante gayizado, pero ahora es como de toda la familia de nuevo, ¿no? Bueno, es verdad, pero solo cantan mujeres o hombres no heterosexuales, en distintas variantes, no binarios, semibinarios, fluidos...

¿Pero tú lo ves, el festival? No, pero seguí las votaciones el otro día por las cosas que pasaban, y fue un momento muy divertido.

¿Por qué? Porque ganó Israel.

No, ganó Israel.

Ganó Austria, pero el televoto lo ganó Israel, y en España ganó Israel el televoto, el voto del público, pero de calle.

Y entonces solamente oír las palabras fúnebres de los comentaristas de Televisión Española...

Porque además Televisión Española es la que había insistido en politizar aquello, y venga, y venga, y venga...

Entonces yo estoy convencido de que mucha gente votó Israel, con tal de darle una bofetada a Pedro Sánchez y a Jesús Monsergas.

O sea, hay un montón de votos de gente conservadora o de derechas, que dijo, ah, sí, pues ahora verás.

Es el famoso síndrome Streisand, estoy harta de contarlo.

Es que basta que nos digan lo que no tenemos que ver, lo que no tenemos que escuchar, o a quién no tenemos que votar.

Basta que nos lo digan.

De todas maneras, yo puedo saludar.

Yo quiero saludar a Melody.

¿Sí? Quiero saludar a Melody.

No por su canción, no por su actuación, no por su carrera.

Quiero saludar a Melody por el novio que se ha agenciado.

Ah, ¿no es el novio de Melody? ¡Oh! ¡Oh! ¿De verdad? ¡Oh! ¿Y quién es el novio de Melody? Mira, no lo sé.

¿Oh? Pero...

Tiene un cuerpo, ¿eh? Tiene un cuerpito, tiene un cuerpito...

Que se llama...

Espera, que lo tengo aquí...

Ignacio Batallán.

Ignacio Batallán.

Ignacio Batallán.

Entonces...

Nada, es un chico...

Es un chico que está bien.

Sí, sí, sí.

Está bien.

Entonces, nada, yo te saludo, Melody.

Oye, que has quedado penúteo.

¡Qué más nos da si tenemos a Nacho! ¡Qué más nos da! Si tenemos a Nacho, espérame en casa.

¡Por favor! Bueno, ¿tú quieres saludar a alguien? Además de a Ignacio Batallán...

A nuestros amigos de AstraZeneca, que tú me descubriste...