Transformación 1l3i8

Es programa de becas sucesos pecado sí pero mi oficio reproducción es una oro feo mío lo cosieron de co es transformación elena se despertó esa mañana con una sensación de incomodidad que no podía explicar no era un dolor claro ni un malestar que pudiera describir fácilmente con palabras era algo más profundo una sensación de que algo no iba bien en su cuerpo pero no sabría decir exactamente qué era había una ligera hinchazón en su antebrazo derecho como si algo invisible empujara desde adentro tocó con cautela no dolía pero la textura era extrañamente firme como si algo se escondiera justo bajo la superficie no parecía un cúmulo de grasa ni tampoco había hematoma a lo largo del día esa sensación se intensificó sentía un picor constante primero en el brazo y luego empezó a subirle algo parecido a un picor pero como si fuese una reacción en la espalda no importaba cuánto se rascará el alivio era fugaz como se malestar se desplazará justo fuera de su alcance mientras trabajaba su concentración se desmoronaba las palabras de sus colegas se deslizaban entre sus oídos incomprensibles mientras ella se retorcía disimuladamente en su silla intentando sofocar el impulso de arrancarse la piel por momentos juraba a sentir un movimiento bajo la carne como un leve temblor que se desvanecía tan pronto como intentaba localizarlo estás bien preguntó su jefe esa tarde mirándola con una mezcla de preocupación y molestia elena asintió rápidamente forzando una sonrisa si solo estoy un poco cansada las miradas de reojo de sus compañeros fueron suficientes para hacerla desear que el día terminara pronto cuando finalmente llegó a casa el silencio fue un alivio momentáneo pero la sensación de alienación no la abandonó encendiendo la luz del baño se quitó la blusa frente al espejo y examen o su reflejo al principio pensó que sería la tensión acumulada de los últimos días tal vez el cansancio o incluso el estrés manifestándose de formas extrañas pero algo en su reflejo la detuvo un supo decir que era al principio pero la inquietud lobos comenzó a subir por su pecho hacia su garganta se inclinó hacia el espejo buscando alguna pista algo fuera de lugar sus ojos recorrieron su rostro sus hombros sus brazos y entonces lo vio una leve irregularidad en su piel el descubrimiento la golpeó como una bofetada su piel esa barrera que siempre había dado por sentada parecía distinta casi