Transacción digital 3a4k2a

Hola a todos y todas, bienvenidos a un nuevo episodio de los posibles efectos de la desigualdad territorial de la transición digital. Somos Julia, Noelia, el Galia, Nuria y yo, Mar, y hoy vamos a hablar de algo que nos afecta a todos, aunque no siempre nos damos cuenta, la digitalización y los fondos europeos. Primero hablaremos de los fondos europeos.

¿Qué son exactamente? Esos fondos son como una gran ayuda económica que la Unión Europea nos ha ofrecido para modernizar el país, mejorar la tecnología y hacer que nadie se quede atrás. Pero espera, vamos a explicarlo con un ejemplo sencillo y así hacerlo un poco más visual. Imagínate que vivimos en un pueblo donde algunas casas tienen internet rapidísimo y otras casi no tienen conexión.

Este desequilibrio puede generar desigualdad importante en el a la información, oportunidades laborales, educación a distancia, entre muchas otras áreas. Aquí es donde los fondos europeos entran en juego, actuando como un motor de impulso para que todas las viviendas puedan acceder a una buena conexión a internet, reduciendo así las brechas de y fomentando una igualdad real. Viéndolo de otra manera es como si en una carrera de bicicleta algunos tuvieran bicis eléctricas y otros triciclops viejos.

No sería justo, ¿verdad? Pero la gran pregunta que nos planteamos es ¿se están repartiendo bien estos recursos? Porque si sólo llegan a unas pocas ciudades y dejan fuera a los pueblos más pequeños, la brecha digital seguirá creciendo. ¡Para nada! Por eso hoy vamos a analizar cómo ha evolucionado la digitalización en España en los últimos años y si realmente los fondos Next Generation están sirviendo para construir un país más moderno e igualitario y si están logrando su propósito o si por el contrario, aún queda mucho trabajo por hacer para que esta transición digital sea verdaderamente inclusiva.

Así que si alguna vez te has preguntado por qué algunas zonas tienen más oportunidades que otras o cómo afecta la tecnología a nuestro día a día, este episodio es para ti. ¡Vamos a descubrirlo juntos! ¡Empezamos! En los últimos años hemos visto un crecimiento impresionante en este ámbito. Al principio todo avanzaba un poco despacio, pero desde 2016 la cosa se aceleró. Claro, en 2020 la pandemia hizo que todo se frenara un poco, pero en 2021 la economía digital se recuperó con mucha fuerza. Sin embargo, el panorama no ha sido lineal, ya que en 2020 la pandemia tuvo un impacto significativo, ralentizando los avances y generando un paréntesis en este crecimiento. A pesar de ello, en 2021 se recuperó la economía digital con mucha fuerza.

Y la pregunta es ¿cómo fue eso posible? Principalmente gracias a la inversión en tecnología como ordenadores, software e investigación, más que por la creación de nuevos empleos digitales. Pero ojo, que no todo ha crecido igual. Es como si en algunas partes de España el pastel digital fuera de chocolate y en otras de vainilla. Por ejemplo, la fábrica y la oficina han avanzado mucho en lo digital, como si fueran estudiantes aplicados, pero otros como los agricultores, los albañiles y los camareros se han quedado un poco atrás, como si necesitaran un empujoncito extra.

Y hay más, porque en lugares donde hay muchos turistas, la digitalización va más lentita. Es como si estuvieran tan ocupados haciendo a los visitantes que se olvidaran un poco de lo digital. Pero en las zonas donde hay muchas empresas de tecnología, ahí el pastel digital crece y queda a gusto. Entonces, ¿qué hace falta para que todos puedan beneficiarse de esta transformación digital y poder así disfrutar de los beneficios de la digitalización? Vale, pues es clave invertir bien y asegurarse de que ningún sector ni región se quede atrás, porque al final la digitalización no es solo una cuestión de tecnología.