Tinajones 1r6b1c

Cuentos de medianoche el cuento de hoy se titula tinajones y pertenece a rivas miss velase si damon ger abrió los ojos despertado por el estruendoso rugir de un camión levantó la cabeza estuvo un rato con el oído atento y luego miró el reloj que colgaba en la pared el lector habrá visto seguramente como un individuo recién despertado de un sueño profundo permaneció un buen tiempo mirando con extrañeza los objetos que le son familiares eran las cinco y media de la mañana mal rayo te parta a ti y al que te ha inventado eso era lo que me faltaba ahora me ha echado a perder el día entero y yo que pensaba que podría dormir a gusto el rugido del motor se extinguió por unos instantes pero en seguida estalló de nuevo muy cerca casi al lado mismo de la cama diablos parece que se ha metido en mi patio si damon ató en los tobillos los cordones de su calzón y descalzo salió corriendo a la veranda al mirar abajo vio el capot de un camión y cuando esté al virar dejó medio tumbado el seto si damon saltó el pa a manos de la veranda y gritó oye qué pasa te has vuelto loco o qué quieres derribarme la casa bien porque oyera el grito bien porque viera al dueño de la casa el chofer apagó el motor y se bajó de la cabina vio el seto reclinado y al iracundo propietario se montó de nuevo en la cabina llevó el camión algo más lejos y en entonces se acercó así damon no dijo nada se plantó mirando al hombre descalzo que trataba de enderezar flores y posturas aplastadas si damon echó una mirada al culpable de todo aquello murmuró algo en un dos por tres se metió corriendo en la cocina ésta se hallaba fuera de la caja casa y salió de allí empuñando una hoz quieres que corte tu mollera con eso el chofer se dio cuenta de que el hombre de la hoz en la mano estaba irritado y respondió con fingida calma que pasa compadre acaso pretendes matarme por ese podrido seto y un par de posturas tumbadas no lo hice adrede fue pura casualidad qué es eso de pura casualidad de la rabia que sentía así damon le empezó a temblar la mano que empuñaba la hoz y la nuez de la garganta comenzó a subir y bajar cual un émbolo dime dime cuánto vale esto y te pagaré por el daño ves yo no pretendo fugarme qué daño me vas a pagar desgraciado vas a plantar de nuevo y cuidar esas maticas de ciruela o vas a plantar y regar dos veces al día esas dalias japonesas que de mal en peor le vaya al que te ha confiado ese camión si no sabes manejar mejor que sigas sentado en tu casa las primeras explosiones de ira ya se habían producido el chofer ya no se sentía asustado pero por si las moscas miró atrás varias veces explorando con la vista el camino de una eventual huida en caso de que el perjudicado le persiguiese estaban uno frente al otro cual dos novillos a punto de embestir se de baja estatura piernas encorvadas camisa muy holgada el sesentón de damon parecía un espantajo el sol que acababa de salir por sobre las montañas le brillaba en los ojos chiquitos