T02#06 El lenguaje corporal de las emociones con Vanessa Guerra 5c2s3l

Bienvenidos a Tu Momento Yin, un espacio creado por y para ti. En un mundo que nos exige siempre estar disponibles, hacer más, producir más, correr sin descanso, aquí te invito a lo contrario, a detenerte, a parar, a escucharte, a tomarte un momento solo para ti. Aquí hablamos de yoga, menopausia, terapias holísticas y todo aquello que nos ayuda a vivir con más conciencia y bienestar. Y lo mejor, es un espacio vivo, donde lo que surge y lo que propones tú, que nos escuchas, también tiene voz. Cada lunes os espero en esta parada con una nueva temática. Soy Aida Tipton y este es Tu Momento Yin. Ponte cómoda, respira, porque comenzamos.

Bienvenida, Vanessa, a Tu Momento Yin. Estoy muy contenta de tenerte aquí hoy con nosotras. Muchas gracias, Aida, gracias por la invitación, gracias por el espacio.

Antes de nada, para quien no te conozca, cuéntanos un poquito. ¿Quién es Vanessa? Sé que es una pregunta difícil y ¿cómo he llegado hasta aquí? He descubierto que me vendo muy mal, que cuando tengo que hablar de mí nunca sé por dónde empezar, pero así a grandes rasgos.

¿Cómo llego aquí, a esta entrevista, a dedicarme al lenguaje corporal de las emociones y todo lo que está relacionado con cuerpo y emoción? Yo estudié arte dramático, soy licenciada, me formé en textual, pero luego, prontito, me desarrollé mucho en gestual. Me interesaba mucho el teatro gestual, cómo hablaba el cuerpo sin necesidad de utilizar la palabra. Desde ahí, todo mi bagaje, me he formado con personas relevantes en el mundo del teatro corporal, del teatro gestual, en París, en España y, a través de ahí, fui interesándome mucho por lo que tenía que decir el cuerpo. Empecé a mirar el cuerpo desde otro lugar. Estuve dedicado mucho tiempo al mundo del cuerpo, instructora de pilates, de yoga, de mindfulness.

Ahí empecé a entender la importancia de la mente y qué pasaba ahí. Esa relación mente-cuerpo me llevó a la neurociencia, me formé en una línea muy básica, pero bastante profunda, de la relación mente-cuerpo. Desde ahí, poco a poco, di con la comunicación no verbal. Dije, esto es maravilloso. Hay un significado para cada gesto, para cada expresión. Qué interesante saber leer únicamente observando el cuerpo de los demás, qué hay detrás, cuál es ese estado emocional, ese estado anímico. No lees los pensamientos, pero si sabes qué estado anímico hay o qué emoción hay, es fácil concluir que hay un tipo, una tendencia a un pensamiento.

Desde ahí, lo último, como llevo toda la vida en un trabajo de desarrollo personal, de auto observación, de auto indagación, fue el darme cuenta de que esto era una herramienta valiosísima para el crecimiento personal. No tanto para mirar hacia afuera, que cuando uno se convierte en experto de algo, se convierte también en un agente externo de lo que es de sí mismo. Empieza a evaluar a los demás con mucho criterio y con mucho rigor, pero olvidándose un poco de que esa mirada hacia afuera también puede invertirla hacia adentro y saber mucho de uno mismo. Y utilizar justamente eso que observa en el otro para crear puentes de comunicación y puentes de vinculación en vez de separación. Ahí fue donde me di cuenta del instrumento tan valioso que tenemos y que tampoco utilizamos en beneficio personal.

Total y por eso yo creo que llegué a ti. Porque me llamó mucho la atención el título del libro que escribiste, que es el lenguaje corporal de las emociones, evidentemente. Si conoces un poquito el podcast has visto que soy apasionada de la neurociencia, de la conexión que hay cerebralmente, emociones y me gustaría saber qué te inspiró a escribir este libro. Yo sé que dado tu trayectoria, evidentemente esa es la explicación, pero escribir un libro es algo muy potente y me encantaría saber la historia. Después de formarme en comunicación no verbal y de hacer mucho trabajo hacia afuera, como a la vez de haber estado haciendo todas mis prácticas, observando a los demás, lo iba haciendo como un laboratorio personal, yo empecé a descubrir