Submarinos británicos en la Segunda Guerra Mundial 3l3mo

Bienvenido a un nuevo episodio de La Trinchera, un podcast del Cajón de Griso.

Los alemanes no fueron los únicos que utilizaron los submarinos durante la batalla del Atlántico. Al comenzar el conflicto la Royal Navy tenía 60 submarinos operativos, prácticamente el doble que los alemanes. A lo largo de 1939 los submarinos británicos se dedicaron a patrullar las aguas del suroeste de Noruega y a golpear las bases alemanas situadas en el Mar del Norte. En los años siguientes siguieron la misma técnica de los alemanes, hundir el mayor número de barcos mercantes para de este modo desangrar la economía del Tercer Reich y de su aliado Italia.

Todo esto fue razonablemente bien hasta finales de 1941, que para entonces ya habían acabado con unos 200 navíos enemigos. El Pacífico fue precisamente una de las zonas donde tuvieron mayor alcance, pero como decíamos todo cambió en las navidades de 1941. Tras el ataque a Pearl Harbor los japoneses se movilizaron en el sudeste asiático y asestaron a la Royal Navy distintos golpes fatales.

El más potente fue el hundimiento del repulso del Prince of Wales, sus boques insignia de la zona. Sin base de operaciones la cuarta flotilla de submarinos y su buque depósito encargado de suministrar combustible y munición se trasladaron hasta Sri Lanka y operaron junto a la flota del este en el Océano Índico. Poco después se unieron también otros sumergibles de la marina holandesa.

Todo este conglomerado de naves ha quedado al margen de la historia y a pesar de que durante años acosaron tanto a los alemanes, sobre todo en el principio de la guerra, como posteriormente a los japoneses. Y además no tenían nada más que en torno a unos 40 submarinos operativos entre todos los que consiguieron unir.

Y por supuesto tenían una dificultad añadida, la mayoría de los puertos importantes en toda la zona del sudeste asiático la controlaban los japoneses, no los británicos. De hecho hay que tener en cuenta que tenían que irse hasta Gran Bretaña para poder hacer las reparaciones que fueran importantes. Vamos, de hecho no recibieron apoyo hasta septiembre de 1943 cuando ya cayó Italia, cuando la llegada de fuerzas les permitió aumentar el número de flotillas de submarinos hasta las tres.

Total, al final de la segunda guerra mundial los submarinos británicos eran capaces de operar en un sistema muy parecido a las manadas de lobos que usaban los submarinos alemanes en el Atlántico. En este caso eran algo más pequeñas pero el funcionamiento era básicamente el mismo.

Lo habitual era que se formaran patrullas de entre 2 y 3, el objetivo era buscar y destruir buques de guerra y del infrasporte. Fueron los que huyeron el último gran navío del conflicto, el buque japonés Asihara el 8 de junio de 1945, aunque no fue su única misión, además colaboraron en operaciones de sabotaje, por ejemplo desembarcando unidades de operaciones especiales en distintas islas del pacífico. Ayudaron a salvar a pilotos derribados y llevaron a cabo importantes labores de exploración. Espero que esta historia te haya parecido interesante, así que dale un me gusta, suscríbete y compártela.

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