Spoiler: Todo va a salir bien. Romanos 8:18-30 6y2t3v

Estamos en el capítulo 8 de Romanos, y vamos a recordar el último versículo que vimos el otro día, 8.17.

Romanos 8.17. Porque dice así, estábamos hablando del espíritu de adopción, ¿verdad? Somos adoptados como hijos, pero no todos son buenas noticias en esto, ¿vale? O sí, todos son buenas noticias, pero no las buenas noticias que a nosotros nos gustaría, quizás.

Dice versículo 17, y si hijos, también herederos, herederos de Diosico, herederos con Cristo.

Qué maravilla, ¿verdad? Si en verdad padecemos con Él, a fin de que también seamos glorificados con Él.

Aquí ya llega la cosa que no nos gusta tanto, ¿no? Si en verdad padecemos con Él, Pablo está hablando de sufrimiento.

¿El cristianismo es una religión por la que tú tienes la capacidad de dejar de sufrir? ¿Se acaban los problemas al hacerte cristiano? Amigo mío, empiezan los problemas al hacerte cristiano.

Si tú te haces cristiano para vivir más tranquilamente, yo que sé, hazte budista o algo, no sé, y liberas la mente, o quizás te ayuda más a vivir tranquilamente abrir una botella de vino o algo.

Pero no hacerte cristiano.

Ahora, en medio de todo esto, pues hoy voy a hablar de un spoiler.

¿Sabéis lo que es un spoiler? Para los que no sepáis lo que es un spoiler, quizás la mayoría sí, pero hay algunos que no.

¿Qué es un spoiler? Un spoiler, pues la gente que habla inglés lo sabe, ¿no? Porque es una palabra en inglés.

Pero es básicamente cuando alguien te arruina una historia porque te cuenta el final.

Y entonces, lo siento, voy a decir un par de spoilers, ¿vale? Creo que habéis tenido tiempo de ver las películas hasta el día de hoy, pero no sé si has visto, ¿cómo se llama? ¿El sexto sentido? De este niño que ve a los muertos y tal, ¿vale? Antes de, cuando estás en la fila del cine para ver la película, alguien te dice, oye, que sepas, desde el principio, Bruce Willis está muerto.

¡Se acabó la película! Muy bien, gracias.

Eso es un spoiler como la copa de un pino, ¿no? Entonces estás, no sé si era en el año 81 o algo así, que era el bombazo, el retorno del Jedi, ¿no? Y entonces, la segunda de la primera trilogía de la Guerra de las Galaxias.

Entonces, de nuevo, estás en la fila del cine y el mismo tío, con la misma cara de que dices, viste que te dio un guantazo, te...

Oye, Darth Vader es el padre de Luke Skywalker.

¿Qué le haces a un tío así? ¿Qué le haces? Eso es un spoiler, ¿vale? Ahora entendéis lo que es un spoiler.

Alguien te ha contado el final, te ha chafado la historia completamente.

Se ha acabado la emoción de toda la película, porque toda la película se va construyendo hasta ese punto.

Si tú ya lo sabes, pues ya está, no hay emoción.

Ya sabes el final, y si sabes el final, pues lo que viene en medio, pues cambia completamente el color, cambia completamente el tono.

Y pues, esta semana hemos tenido un momento dramático, ¿verdad? En muchos sentidos. Para algunos ha sido quizá una buena noticia.

Me contaba alguien esta semana que estaba teletrabajando, y ¡pum!, se fue la luz.

Y en ese momento empezó a elevar una adoración al dios del cielo que le ha concedido un día de vacaciones.

Quizá para otros no fue tan bonito, ¿no? Pero el lunes se fue la luz, y la gente corriendo a comprar papel higiénico, y pan, y agua.

Madre mía, los carros de agua que salían de Mercadona.

Era una barbaridad.

Pues dejando en evidencia la fragilidad de nuestro mundo, ¿no? Nos creemos en la cima de la civilización, tenemos todo el control, todo el poder de absolutamente todo, y de repente, 12 y 33 de la mañana del lunes, ¡pum! Y somos unos inútiles absolutos.

Y no tenemos capacidad de nada.

Así es como somos.

Y así es como, no solamente la sociedad, o España, o yo que sé, el sistema de red eléctrica, o alguna cosa por el estilo, así es nuestra vida también.

Y llegan momentos en nuestra vida en los que de repente se va la luz, por la razón que sea, en sentido económico, en el sentido de ansiedad, aunque realmente no esté pasando nada, pero nos ahogamos en un dedal de agua, ¿no? O a nivel de economía.