
#SinFicción55. Envenenadoras. Con Marisol Donis 5o4t1z
Descripción de #SinFicción55. Envenenadoras. Con Marisol Donis 6l2k5r
Las mujeres han matado en el ámbito doméstico siempre, por necesidad, para huir de la miseria o el maltrato, o también por inquina, por pura desesperación, incluso por compasión. Y lo han hecho con lo que tenían a mano: puntas de alfiler, alcohol de quema, cerillas… Siempre con imaginación, sin sangre, en silencio. La historia del crimen perpetrado por las mujeres a lo largo de la historia se resume en una palabra: veneno. Este libro de Marisol Donis nos ofrece un repaso detallado de casi medio centenar de crímenes reales cometidos por envenenadoras en la historia reciente que nos habla, también, de la situación de las mujeres en el siglo XIX, en el XX, y de sus condiciones, su vida, y sus motivos. Marisol Donis es farmacéutica, criminóloga y escritora. Después de casi veinte años ininterrumpidos al frente de su propia farmacia, dio un giro profesional y obtuvo el título de especialista superior en Criminología, que completó con el curso de diploma de graduada en Criminología. Es autora de Crímenes pasionales en Madrid (2000), Envenenadoras (2002), Influencia del síndrome premenstrual en la criminalidad femenina (2003), Hasta que la muerte os separe (2004), Víctimas de la justicia (2006), Sirvientas asesinas (2011), El hombre del saco ya no es un extraño (2012), Sucedió en Madrid (2015) y Anfitrionas: crónicas y cronistas de salones: 1890-1930 (2021). Citada en varias tesis doctorales, ensayos y artículos periodísticos, participa en jornadas, conferencias y mesas redondas sobre criminología y crónica rosa histórica del siglo XIX y comienzos del XX, y ha recibido tres premios de Patrimonio Histórico Farmacéutico AEFLA (Asociación Española de Farmacéuticos de Letras y Arte). Más información en https://alreveseditorial.com *** Sin Ficción es una colección de libros escritos a ritmo de novela, sin nada de ficción, que narran los episodios más oscuros de la crónica negra, y que está dirigida por la periodista y escritora Marta Robles. 5l2o1g
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
En el verano de 1994, Victoria, de 38 años en esa fecha y sin haber tenido nunca problemas
con la justicia, comienza a istrar a su marido de 40 años y, sin que este lo sepa,
gotas de aloperidol en las comidas.
Los trastornos de salud no tardan en aparecer, con manifestaciones psicofísicas, de forma
que al finalizar el mes de agosto no puede reincorporarse a su trabajo de tornero en
un taller.
Al no dar con la causa de su empeoramiento, empieza el recorrido por centros de salud
de San Roque, Cádiz capital, y la línea de la Concepción, que se prolonga hasta el
mes de diciembre del mismo año.
Para entonces, a Antonio Sánchez ya le habían hecho pruebas de todo tipo, tacraneal, torácico
y abdominal, endoscopias digestivas, análisis completísimos, sin que dieran con la dolencia
exacta.
Desde las primeras consultas médicas, Victoria comentó a familiares y amigos que su marido
padecía una enfermedad irreversible, concretamente cáncer de hígado y páncreas, agregando
a esa información, no llegará vivo a Navidad.
A todo el mundo le extrañó que un hombre hasta ese momento gozando de buena salud
y desarrollando su trabajo de tornero, sin manifestar síntomas de agotamiento, de repente
tuviera sus días contados.
El 26 de diciembre se le ingresa en la clínica de San Rafael de Cádiz para la realización
de pruebas médicas, y como siempre, a su lado, Victoria.
Ese mismo día introdujo puntas de alfiler en las cápsulas de nolotil que le eran suministradas
al marido, y para no levantar sospechas, también en la barrita de pan que precintada con celofán
le ponían en las comidas.
Luego al partir el pan, simulando ante su marido sorpresa por el hallazgo de las dos
puntas metálicas, acudió de inmediato al control de enfermería de la planta, donde
mostró airada el pan y manifestó su intención de denunciarlo y pedir una indemnización.
Al día siguiente se presentó en la comisaría de policía de Cádiz y formuló la correspondiente
denuncia, atribuyendo a la panadería proveedora del hospital una posible imprudencia punible.
Se le hacen radiografías al enfermo apareciendo cuatro trozos de acero de 1,5 centímetros
de longitud, alojados en el intestino delgado.
De inmediato le prescriben una dieta rica en fibra para facilitar su evacuación, siendo
eliminadas por las heces las puntas de alfiler.
A partir de ahí sometieron a Antonio a un estricto control, así como a los alimentos
que se le istraban, que eran pasados por rayos X.
El sistema de vigilancia al enfermo se incrementó.
El 31 de diciembre aparecen cinco nuevas puntas alojadas en el intestino delgado de Antonio.
Como siempre en estos casos, el empeoramiento del enfermo levanta sospechas entre el personal
del hospital.
Se da la voz de alarma y el 3 de enero de 1995 la policía lleva a cabo un registro
en la habitación, encontrando unas tijeras de manicura de 9 centímetros de longitud
con los bordes estriados por haber cortado los alfileres, una caja de alfileres y un
frasco de aloperidol.
Los de la policía científica examinan las puntas aparecidas en la barrita de pan
y comprueban que son de las mismas características de coloración, aspecto, peso y dimensiones
que los alfileres contenidos en la caja encontrada en la habitación del hospital.
Los hechos que se declaran probados son constitutivos de un delito de asesinato en grado de
tentativa.
La mujer niega los hechos, pero es detenida y juzgada en la Audiencia Provincial de Cádiz,
siendo condenada a 5 años, 7 meses y 8 días de prisión por un delito de asesinato en
grado de tentativa, con la concurrencia de agravante de parentesco, además de una indemnización
para el marido.
Esta sentencia fue recurrida.
Mientras, el marido recuperó la salud y tras un temporal distanciamiento reanudó su vida
en común con la procesada, renunciando a la indemnización.
El Tribunal Supremo rechazó el recurso presentado por Victoria y confirmó la condena de la
Audiencia.
Bienvenidos, bienvenidas a Sin Ficción, el podcast sobre crímenes reales y literatura
de la Editorial Alrevés.
Soy Ana Vallabriga y el día 15 de cada mes entrevistaré a un autor o autora de True
Crime o de novela negra.
Sin Ficción es la colección de libros de Alrevés que aborda...
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