SÍNDROME de ABSTINENCIA: todo lo que debes saber | 2x07 4y645t

La cocaína era el amor de mi vida.

Esa relación que tú tienes con la sustancia, esa identidad más oculta, ahí están tus miedos, todo aquello que te avergüenza.

Luis, lo que te está pasando es que tienes ganas de consumir.

Esto es el síndrome de abstinencia.

Porque, claro, asumir que me falta la droga significa asumir que soy un adicto y que tengo que dejar de consumir y que nunca más la voy a poder probar.

Decían que el adicto era alguien incurable.

Aparece un concepto que transmitimos las personas que hemos pasado por esta situación y la hemos superado, que es el concepto de la fe.

Esta persona lo ha superado.

Yo también puedo.

Ahí es cuando el tratamiento para el paciente empieza a tener sentido.

Cuando no dejas de consumir cocaína para fumar porros, cuando no necesites ninguna sustancia, es cuando realmente haces un cambio.

La vida te va a ir mejor, porque los adictos venimos del lugar que peor huele, de que la gente se aleje de nosotros, que nuestra familia no confíe en nosotros.

Querida comunidad de adicciones al descubierto, hoy voy a hablaros de un tema que aún no hemos tratado en el podcast.

Voy a hablaros del síndrome de abstinencia, cómo lo viví personalmente y también cómo lo veo hoy desde el lado profesional con las personas que llegan a la clínica.

Hola, Luis. ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Muy buenas. ¿Cómo estás, Sabina? Bien. Hace un montón de días que no estábamos aquí charlando de un tema en concreto solo contigo.

Así que, Luis, si tuvieses que definir el síndrome de abstinencia en una palabra o frase corta, ¿cómo lo harías? El síndrome de abstinencia es la unión de síntomas físicos y mentales que aparecen cuando una persona deja de consumir una sustancia a la que es dependiente.

Tú te acuerdas, me imagino, de cómo fue tu primera experiencia con el síndrome de abstinencia.

¿Qué te viene a la memoria cuando te pregunto por eso? Esta pregunta es una buena pregunta y no es lo mismo lo que hoy veo como síndrome de abstinencia a lo que vi en aquel momento cuando yo era paciente.

Porque en aquel momento, fíjate que yo cuando dejé de consumir tenía temblores, tenía espasmos, me salieron tics, tenía ataques de pánico, ansiedad.

Sin embargo, yo no lo vivía como un síndrome de abstinencia.

Yo lo vivía como un estado al que yo estaba acostumbrado como consecuencias del consumo.

Es decir, yo me había acostumbrado a vivir mal.

Cuando yo no tenía cocaína, cuando yo no tenía consumo o cuando yo me había pasado de consumo, estos tics, estos temblores, estos ataques de pánico ya aparecían.

Entonces, aparece un momento muy difícil en el tratamiento porque los profesionales me están diciendo Luis, lo que te está pasando es que tienes ganas de consumir.

Esto es el síndrome de abstinencia.

Y yo lo que les estoy diciendo es que yo no tengo ganas de consumir, que a mí lo que me molesta es que la comida no es como a mí me gustaría que fuera, que el centro no es como a mí me gustaría que fuera, que las cosas no van como yo quiero, que todo está mal, que nada está en orden.

Es decir, lo que yo empiezo a hacer es a poner excusas y a quejarme y empiezo a lo que en terapia llamamos a focalizar con el centro, con los profesionales, con otros compañeros del tratamiento.

Ese malestar interno que yo tengo porque me falta la droga y la manera que tengo de desviar la atención, porque, claro, asumir que me falta la droga significa asumir que soy un adicto y que tengo que dejar de consumir y que nunca más la voy a poder probar.

Entonces, como un mecanismo de defensa inconsciente, lo que hago es empezar a culpar a todas las personas que tengo cerca, profesionales, compañeros de tratamiento, instalaciones al centro de estos síntomas que yo tengo de este malestar.

Empiezo a quejarme como una manera de intentar abandonar el tratamiento para finalmente seguir consumiendo, que es esa operación inconsciente a la que los adictos, cuando estamos enganchados, estamos sometidos y que no nos damos cuenta muchas veces.

Y esto ocurre también cuando uno va al médico de cabecera, cuando uno va a un psiquiatra o a un psicólogo que no es especialista en adicciones y que es un médico general y el paciente va y pide ayuda porque tiene ansiedad, porque tiene temblores, porque tiene ataques de pánico, pero como que se deja de lado lo que es el consumo.

De alguna manera, ese factor consumo, ese trastorno por uso de sustancias,