
¡SIN MARÍA NO PODEMOS! | Homilia 5º Domingo de Pascua 1u5p24
Descripción de ¡SIN MARÍA NO PODEMOS! | Homilia 5º Domingo de Pascua 3o420
📖 Evangelio del Día | 5º Domingo de Pascua #Pascua #DomingoDePascua #Jesus #HomiliaDePascua 733f5r
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
El Señor esté con vosotros y confesaríos lectura del santo Evangelio según San Juan.
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús, estaba en su madre la hermana de su madre, María la de Cleofas y María Magdalena.
Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre, Mujer, ahí tienes a tu hijo.
Luego dijo al discípulo, ahí tienes a tu madre.
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Querida familia, Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado.
Resucitemos con Él, la invitación de la Pascua.
Resucitemos con Él de la mano de nuestra madre, la Santísima, la Bendita, la Preciosa, la Reina y Señora Virgen María.
Creo que todos los que estamos aquí estamos deseando este día.
Yo no sé cómo habéis amanecido, pero yo llevo un nervio dentro de mí impresionante.
Esto no significa que cuanto más nervios, más minutos os voy a regalar aquí.
Esto ya lo solemos sufrir.
Estoy muy nervioso y muy emocionado porque es una bendición.
Ayer cuando llegaba la Virgen en el maremóvil y bajaba en la plaza, en nuestro barrio, aquí delante de nuestra parroquia, delante de todos vosotros, no sé en vuestro corazón lo que había.
En los ojos de muchos de nosotros lágrimas.
Y en las gargantas de muchos de nosotros, nudos.
Y en los corazones y en el estómago, no sé si mariposas o dragones, por la intensidad que teníamos.
Pero estoy seguro que en el corazón de todos nos vino esta certeza.
Aquí está mi madre.
No estamos solos.
Yo no sé vosotros cuántas noches, siendo bebés, siendo pequeños, habéis pasado sin dormir.
Yo no sé cuántas noches os habéis levantado llorando por una pesadilla, por un mal sueño, por algún miedo.
Ya habéis ido corriendo y le habéis tirado el calcetín de vuestra madre, o la sábana os habéis tirado directamente encima, yo no sé vosotros qué nos llamamos a la puerta antes de entrar, diciéndole mami tengo miedo, mami no puedo dormir.
Porque teníamos la certeza de que nuestra madre iba a estar ahí.
Y es verdad que lo más maravilloso de una madre es que siempre está.
Por eso yo os invito hoy a que podamos entregar toda nuestra vida, como hicimos ayer con estas bellas y preciosas y coloridas flores, toda nuestra vida al Señor, toda nuestra vida a la Virgen María.
No venimos aquí a cumplir una tradición más.
No venimos aquí a perpetuar una costumbre.
Esto me lo habéis oído muchas veces y hoy también os lo voy a decir.
Las costumbres nos salvan.
Las tradiciones en sí mismas nos salvan.
Repetir un acto año tras año nos salva.
Lo que salva es el regalo, el acontecimiento, el encuentro con aquellos que nos han traído la salvación.
Que cada año, a modo de tradición, de costumbre, de celebraciones, se repite.
Cada año necesitamos, y el pueblo de Valencia necesitamos aquí, cada uno de nosotros, venir a los pies de María y decirle esto.
Madre, acógeme, cuídame, protégeme.
Necesitas tú y yo, necesitamos escuchar otra vez.
Aquí estoy yo, aquí tienes a tu madre.
En el momento más agónico, más duro, de mayor sufrimiento, en la cruz de Cristo, antes de expirar, pronuncia las palabras más bellas de Jesús en la cruz.
Ahí tienes a tu madre.
En el momento de mayor fracaso, humanamente hablando, en el momento de mayor desilusión, desesperanza, humanamente hablando, se nos regala la fuente de la mayor esperanza.
Y es saber que no estamos solos, que el Señor, para caminar juntos hacia el cielo, nos ha regalado a la Virgen María.
Todos conocemos la historia de la Advocacia.
Comentarios de ¡SIN MARÍA NO PODEMOS! | Homilia 5º Domingo de Pascua 1c4ce