Silvia Cobos y su lucha por normalizar el uso de audífonos 153gc

Bienvenidos al Rincón de Josete, una charla sin guión, tan entrañable como cultural y divertida, con personas de diferentes ámbitos pero que tienen mucho que contar de lo que hacen y de quiénes son.

Hola qué tal queridos amigos del Rincón de Josete, bienvenidos una vez más a un nuevo episodio y con ese buen hábito que he tomado de visibilizar al máximo las diferentes discapacidades, las conozco en primera persona, hoy vengo otra vez con una persona con discapacidad auditiva, hace poco tuvimos a Mochileando sin barreras, una viajera con discapacidad auditiva, Cristina, hoy tenemos a otro perfil pero también con discapacidad auditiva, es una periodista y tengo primero que dar las gracias a mi terapeuta que es la que me ha facilitado el o con ella, a decirle, muchas gracias por ponerme en o con la invitada hoy, Silvia Cobot, bienvenida y muchas gracias por aceptar la invitación al Rincón de Josete.

A vos, a ti por invitarme porque es la primera entrevista que hago por mi proyecto Repítemelo Otra Vez, así que muchas gracias por invitarme.

Pues empezamos por aquí, repítemelo otra vez, de qué va, repítemelo por favor.

Bueno mi idea era que solo ir esa palabra, repítemelo otra vez, las personas que tienen pérdida auditiva saben perfectamente de qué les estoy hablando, no es una palabra como hipoacúsicos en apuros ni nada, ninguna palabra técnica, sino era como una expresión como muy habitual de las personas con pérdida auditiva, de tener que pedir que nos repitan las cosas y además decirlo así con la boca bien grande, sin avergonzarnos, sin pedir perdón por pedir que nos repitan las cosas, porque al final la voluntad de todo el proyecto era como salir del armario, decir oye tengo pérdida auditiva, no pasa nada por tener pérdida auditiva por llevar audífonos como es tan normal llevar gafas.

Mira, fíjate en este tema, yo que he ejercido la mente durante 26 años, tú sabes que como todo va deteriorándose, yo no era el mismo con 20 años que ya tenía pérdida auditiva y visual, y claro con 46, 47 años cuando conseguí la incapacidad de elaborar vía judicial, uno de los grandes problemas era la comunicación con el cliente y tú imagínate eso encerraron un kiosco de la ONCE, me imagino que sabes, ¿no? Físicas, el sonido no se transmite.

Físicas, no es lo mismo aquí que estamos tú y yo solos en una videocamara, en un entorno con ruidos que la generan un kiosco de la ONCE y lo repite, oiga, perdone, solo tenía uno que repetirlo, a mí no me daba vergüenza ninguna, pero tú sabes que la sociedad es impaciente, el ser humano es impaciente, eso me obstaculizaba en mi ejercicio en el trabajo.

Tengamos en cuenta una cosa, la discapacidad auditiva es una barrera para nosotros con el el habla también, la comprensión, no tenemos por qué disimular que tenemos pérdida auditiva, tenemos que avergonzarnos para nada, como muy bien dice Silvia.

Sí, sí, bueno, yo percibí que los años a mí, si quieres que hable de esto, pero a mí me detectaron la pérdida auditiva, una hipoacusia bilateral con 30 años, por casualidad, porque me fui a sacar el carro en el coche y el médico me hacía la revisión, te hacen una pequeña audiometría que ni siquiera es muy exhaustiva, pero me dijo, creo que hoy es menos, deberías mirártelo, pero me saqué el carnet de coche y tal, y a los seis meses fui a ver lo torreno más cercano que encontré a mi casa, y bueno, para mí fue como un jarrón de agua fría cuando me dicen, con 30 años, pues que 30, 33, me acuerdo, me dijeron, oye, que tienes una pérdida auditiva del 40% en tonos medios, bilateral, y me dicen, ¿nunca te lo habían detectado? Y yo, pues no, y me dicen, ¿a qué te dedicas? Y yo, bueno, pues soy periodista, y tal, pues tienes que llevar audífonos, tienes una vida activa y tal, y audífonos, es broma, ¿no? O sea, creo que dice, pues si tengo 30 años, ¿cómo llevar audífonos, no? Y bueno, fue un drama, fue un drama, me acuerdo que me fui a casa de mis padres a llorar, en plan, ¿nunca os habéis dado cuenta de esto? Yo no, ya había mis padres, pues no sé, tenía muchos otitis en verano y tal, bueno, es que fue todo un drama, ¿no? Entonces, de hecho, pues pasé un poco todas las fases del duelo, ¿no? De la sorpresa, la incredulidad... La no aceptación, ¿no? La negación, la aceptación, pues tardé un par de años en ponerme audífonos, ¿no? Porque era como, bueno, pero, ¿yo puedo vivir con esto? ¿No puedo vivir con esto? Pero, pero, Silvia, ¿no?