EL SILMARILLION: CAPÍTULO 8. DEL OSCURECIMIENTO DE VALINOR 3u3s5i

El silmarillion jota erre erre tolkien del oscurecimiento de valinor capítulo ocho cuando madrugue o yo que camino había seguido melchor le pareció evidente que se proponía escapar a sus viejas fortalezas al norte de la tierra media y tulcán marcharon de prisa hacia el norte con intención de alcanzarlo si era posible pero no encontraron de él ni rastros ni rumores más allá de las costas de los televi los baldíos despoblados que llegaban casi hasta el hielo en adelante se redobló la vigilancia a lo largo de los cercados septentrionales de amán pero en vano porque aun antes de que se hubiera iniciado la perseo opción melchor había regresado y había pasado en secreto alejándose hacia el sur porque era aun como uno de los valar y podía cambiar de forma o andar desnudo al igual que sus hermanos aunque pronto habría de perder para siempre ese poder así sin ser visto llegó por fin a la región oscura de abrazar esa tierra angosta se encontraba al sur de la bahía de elda mar al pie oriental del aspe lori y sus prolongadas y lúgubres costas se extendían hacia el sur sombrías inexploradas allí abajo los muros despojados de las montañas y el frío y oscuro mar las sombras eran más prof fundas y espesas que en ningún otro sitio del mundo y allí en avanzar secreta y desconocida hongos días había construido su morada los eldar no sabían de dónde venía ella pero lo han dicho algunos que hace ya muchas edades descendió desde la oscuridad que está más allá de arda cuando melchor miró por primera vez con envidia el reino de manué y que en el príncipe pío ella fue uno de aquellos que él corrompió para que los sirvieran pero ella había renegado de su amo en el deseo de convertirse en dueña de su propia codicia apoderándose de todo todas las cosas para así alimentar su propio vacío y huyó hacia el sur escapando de los ataques de los valar y de los cazadores de oro me pues esto siempre habían vigilado el norte y por mucho tiempo el sur fue descuidado desde allí se había arrastrado hacia la luz del reino bendecido porque tenía hambre de luz y a la vez la odiaba asistieron los bañar y asistieron los holdouts de tyrion acudieron juntos los mayarí y los valar lucían toda su belleza y majestad que cantaron ante manué ivar da en l las altas estancias o danzaron en las verdes pendientes de la montaña que miraba al oeste hacia los árboles ese día las calles de mar se quedaron desiertas y las escaleras de tyrion estuvieron en silencio y toda la tierra dormía en paz