El silencio como una práctica que nos ancla al presente e3u26

Esto es un Jüge podcast para hablar de prácticas sencillas y orgánicas basadas en la felicidad que dan las pequeñas cosas de la vida.

Bienvenidas, bienvenidos a un episodio más de prácticas Jüge.

El episodio de hoy tiene que ver con el silencio.

Sí, el silencio con sentido.

Reconectar con nosotros a través del arte de callar.

Y esto pues sigue en esta segunda temporada, el arte de meditar.

Fíjense, hoy quiero hablar del silencio porque tiene que ver con explorar el arte de vivir con calma y presencia.

Un silencio con sentido es un espacio donde no falta nada.

¿Cuándo fue la última vez que estuviste en silencio contigo mismo, contigo misma? Sin música, sin pantalla, sin prisa.

Hoy quiero hablar pues del silencio como un camino de conexión, de descanso, de reencuentro con nosotros mismos.

Hoy en día vivimos en un mundo ruidoso con muchas notificaciones, con tráfico, redes sociales, estímulos constantes.

Y el silencio muchas veces se evita porque, bueno, nos incomoda.

Estamos acostumbrados a esos ruidos.

Y resulta que en el silencio aparece lo que hemos estado callando.

Para mí el silencio muchas veces es una medicina.

Fíjense, según la neurociencia dos minutos de silencio pueden ser más reparadores para el cerebro que escuchar música relajante.

Otro beneficio del silencio es que estimula la regeneración celular en el hipocampo.

Y el hipocampo es esa área del cerebro que está relacionada con la memoria y la emoción.

También mejora la atención, puede reducir el cortisol, esta hormona del estrés, y también puede favorecer a la creatividad.

Entonces miren qué maravilla.

El silencio es una medicina para nuestro cerebro.

Hay regeneración celular, mejora la atención, reduce el cortisol y favorece la creatividad.

Entonces para mí el silencio es una forma también de meditación.

Porque, fíjense, meditar no es dejar la mente en blanco.

Es observar sin juicio.

El silencio facilita este estado y cuando silenciamos el entorno también podemos escuchar nuestro mundo interior.

El silencio es una vía también hacia lo sagrado.

Respirar en silencio, sentir el cuerpo en silencio, observar un pensamiento, dejar lo que pase sin atraparlo.

Eso es una forma de meditación.

No necesitamos una técnica compleja para empezar, sino darnos el permiso también de estar en silencio.

Entonces, ¿qué conexión hay entre el Jüge y esto? Prácticamente es una conexión natural.

El Jüge tiene que ver con crear esos espacios que nos inviten al bienestar y el silencio es parte de ese bienestar.

Cuando estamos en nuestro rincón Jüge, en nuestro Jüge Krug, con una taza de té caliente, con una luz tenue, con una manta, también estamos en silencio.

Y el silencio lo podemos usar como una forma de meditación.