Ser dóciles al Espíritu Santo v2b2k

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes, te adoro con profunda reverencia, te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía inmaculada, San José mi Padre y Señor, haz de mi guarda, intercede por mí. Le pedimos ayuda al Señor, decíamos ayer, sobre todo al Espíritu Santo, que es Señor y Ador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe la misma adoración y gloria.

Hace un tiempo el pregado de la obra, que nos suele escribir algún mensaje cada mes o a veces cada quince días, nos decía en uno de esos mensajes, que son siempre muy profundos y muy concretos además, decía pido al Espíritu Santo, o sea, don Fernando pedía al Espíritu Santo que renueve constantemente, ahora de manera especial, nuestra manera de rezar.

Pues quizás esta petición la aplicamos sobre todo a esta meditación, que es un poco cómo recibir las inspiraciones del Espíritu Santo, especialmente en un retiro como es este. O sea, ¿qué hay que hacer para hacerlo bien? Pues esta petición es muy buena, pido al Espíritu Santo que renueve constantemente, o sea, es algo que tenemos que repetir, que tenemos que pedirle muchas veces al Señor que nos dé esas luces, ahora de manera especial, quizás en el retiro, ahora que tenemos un nuevo Santo Padre que el Espíritu Santo ha elegido, ha sugerido, ha movido a los carnales, que son gente que reza, gente que quiere el bien de la Iglesia, que quiere que la Iglesia crezca y que supere un poco la crisis que estamos pasando, que es evidente, por otro lado. Que renueve nuestra manera de rezar.

El Papa Francisco decía mucho estas palabras, no hacer siempre lo mismo, es decir, yo en el retiro siempre hago lo mismo, pues no, bueno, se puede hacer lo mismo por fuera, pero por dentro tiene que haber esa renovación, esas ganas de rezar al Señor con más cariño, con más, no sé, con más acierto, digamos, llegando un poco a lo que el Señor quiere de nosotros.

Papá Francisco decía, siempre se hace así, en las parroquias, siempre lo hemos hecho así, si no funciona, pues cámbialo, porque hay que hacer otra cosa, no conformarnos un poco con la mediocridad. He traído unas palabras del Papa Francisco del año pasado, que me parecieron muy buenas y que nadie en la prensa las recogió, ni dijo ni mu. ¿Por qué? Porque veréis el tema, no es muy, muy, por decirlo así, no está muy de moda.

Es el tema del demonio. Es del 25 de septiembre del 2024, no es el Evangelio o la Audiencia. Decía en aquella ocasión el Papa Francisco, Cristo ha vencido al demonio y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria. O sea, esto es lo que se vuelve a tener en cuenta al principio de lo que se le dirá.

O sea, el problema es el demonio, bueno, pero no somos nosotros. En segundo lugar, el demonio no es nuestro, no es nuestro.