Seminario «Michael Oakeshott y el conservadurismo escéptico» con Jorge del Palacio 5g3y15

Buenas tardes y bienvenidos a todos. En primer lugar, gracias a Civismo por reunirnos aquí otro viernes hoy desafiando inclemencias climáticas. Gracias, además, a Jorge. Un placer verte de nuevo y volver a coincidir contigo. Hoy hablando de un pensador que yo diría que puede ser bastante desconocido para la gran mayoría de los que están aquí.

La primera vez que yo me acerqué a Auxot fue con la tesis de Javier López Atanes, que en su momento me pareció un poco extraño que hubiera hecho una tesis sobre este pensador, del que yo, en concreto, a pesar de conocer quizás bastante el pensamiento anglosajón, en concreto, a Auxot no le conocía. No he tenido muchos más acercamientos, tengo que reconocer, conozco el libro de Jorge que trae entre las manos, que le dito Alianza, hace ya unos años, ¿no? Y bueno, yo creo que en realidad, aparte de que tampoco me acompaña la voz, creo que a quien tenemos que escuchar es a Jorge.

Yo creo que Auxot, y supongo que nos lo vas a demostrar hoy, tiene ideas que hoy podríamos ver bastante, muy contemporáneas, no solo porque el siglo XX en sí mismo diera grandes pensadores como él, que nos dejan ideas que no murieron en aquel momento, sino porque Auxot tiene una idea, quizás la más conocida y es ciertamente interesante, que es esta idea de la lucha o este escepticismo contra el racionalismo político, que hoy también lo vemos en mucha forma de ejercer la acción política desde distintas partes del espectro político.

Esa idea de entender la política como si fuera una especie de guía o de libro que yo tengo que seguir al pie de la letra y que además no me puedo salir de ahí no solo para que me den el carné adecuado, sino porque esa es el libro que me va a llevar a alcanzar esa verdad que él critica y yo además creo que esa idea es bastante interesante porque ciertamente, y eso creo que si no recuerdo mal, lo señalas en el libro que tienes entre manos, al final la política tiene que ser más una conversación que nos lleve a una búsqueda de una paz o de una solución común que a la búsqueda de la verdad, porque ciertamente posiblemente la verdad en política no existe porque no es una cuestión de blancos y negros, sino una cuestión de grises. Dicho esto, Jorge, como dicen precisamente los británicos de Flourish Yorks, sí que encantada de poder ayudarte, de menos de escucharte.

Gracias Irene, gracias en primer lugar a Fundación Civismo, a Albert por la oportunidad de estar aquí, formar parte de este ciclo de grandes profesores que hablan de grandes pensadores.

Ya a ver si puedo estar a la altura o no, caigo demasiado bajo. Y gracias a ustedes también, sobre todo porque en un día como hoy, aunque parece que el clima ya ha dejado de apretar un poco esta tarde, venir a escuchar una charla sobre Oxford un viernes a las 7 es un acto casi heroico.

Y disculparme también porque creía que era a las 7 y media, me llamó Albert, estaba haciendo tiempo ahí fuera, con lo cual me ha llamado y me ha podido venir muy rápido. Dicho esto, cuando Albert me propuso hablar sobre Michael Oxford, al principio la cogí con cierta reticencia porque ya hacía tiempo que no volvía sobre este pensador, que como ha dicho Irene, yo no escribí un libro sobre él, sino que yo hice una edición de cuatro textos.

Hice la traducción y la introducción que se publicó en Alianza en el año 2017, con lo cual yo llevaba trabajando en ello 2014, 2015, 2016, entendiendo los ritmos de las editoriales.

Y fue una propuesta de la editorial que yo no pude rechazar, con lo cual me hice con la lógica de este pensador que siempre me pareció interesantísimo y que además ponía a disposición de los lectores un texto riquísimo de filosofía sobre una ideología como el conservadurismo, que normalmente siempre ha carecido de grandes articulaciones, porque como el conservadurismo siempre es conservar, parece que no tiene demasiado que proyectar al futuro, con lo cual no hay demasiada filosofía sustantiva que ofrecer.

Y yo aquí me encontré con un texto maravilloso que se llama Ser conservador, también se ha traducido como la actitud conservadora, que forma parte de una colección de ensayos de una etapa muy concreta de Michael Oxford, que yo trataré ahora de ilustrar, que son unos ensayos de posguerra en los que tiene como caballo de batalla el racionalismo en la política. Ya veremos qué tiene que ver esto del racionalismo, porque no es un autor que en contra de la razón se eche en manos del irracionalismo ni nada por el estilo, sino que racionalismo, lo que él entiende por racionalismo como algo negativo en la política, es cuando la política se piensa a la vez.