Rebeldes por naturaleza: Crecer en cuidados, decrecer en guerras 71t14

La República Independiente de la Radio presenta Rebeldes, Rebeldes, Rebeldes por Naturaleza.

En colaboración con Amigas de la Tierra.

Hemos hablado de conseguir democracia y justicia social y nos faltaba el pequeño detalle de tener un planeta donde esto sea posible.

Sí, por eso hoy queremos acabar este programa pre-8M poniendo en valor un movimiento vital para todas.

El mundo será ecofeminista o no será. Por eso tenemos aquí a Victoria Achutegui. Cruz Díaz.

Hola, ¿qué tal? Tú llevas más de 20 años en Amigas de la Tierra, has llegado a presidir la organización hace unos años y bueno, has visto cómo el feminismo se ha ido fundiendo con la lucha ecologista, dando una nueva perspectiva a los principios ecologistas y te queríamos preguntar cómo ha sido ese camino.

Pues bueno, contaros que desde Amigas de la Tierra y dada nuestra pertenencia a la Federación Amigos de la Tierra Internacional siempre hemos sumado con los grupos del sur y de igual modo siempre nos han importado las personas y las hemos puesto en primer término intentando dar un cambio profundo a nuestros valores.

Contaros un poco así históricamente que a finales de los 90, a principios de los 2000 tomamos conciencia por las manifestaciones que se hacen del ecofeminismo indígena.

Fue ahí el origen, ¿no? Exacto, es una referencia muy fuerte del feminismo dentro del...

Porque aquí en Europa no se conocía tanto digamos la visión feminista de la ecología y la visión ecologista del feminismo.

Exactamente, si de hecho puede Blanca añadirnos más.

Bueno, presentemos también a nuestra otra invitada, por favor.

Sí, Blanca Ruibal, que es coordinadora de Amigas de la Tierra.

Es coordinadora y adelantada por lo visto, mis disculpas.

Bueno, creo que sí es importante destacar que los aportes ecofeministas vienen precisamente de la lucha de las mujeres del sur que en cierta manera no se sentían identificadas con el feminismo de las mujeres blancas europeas y trajeron esta cuestión de otras opresiones y otras injusticias.

Creo que esta frase que es bastante conocida de nuestro cuerpo, nuestro territorio, explica bastante bien que las lógicas que sufrían como mujeres en sus propios cuerpos eran las mismas que estaban sufriendo su entorno, su territorio, su medio de vida expoliado por el sistema capitalista.

Y entonces un poco creo que la reflexión es reivindicar igualdad para sumarse como mujeres a un sistema que es injusto y destruir a la naturaleza no es lo que queremos.

Y claramente parece que era un aporte muy interesante y muy necesario porque cada vez hemos ido viendo con más certeza que el sistema en el que vivimos es absolutamente inviable y que necesita un cambio profundo.

Claro, aquí lo hemos comentado muchas veces, lo contaba Cristina, lo hemos contado las que vivimos el 15M.

Allí mismo se dijo al feminismo, no, espera un momentito.

Y nosotras mismas llegamos a decir, bueno, primero la lucha de todos y luego la de las mujeres.

Este debate en el ecologismo, ¿cómo se ha llevado adelante? ¿Cómo ha calado el ecofeminismo? De alguna manera esto ha sido un debate en todos los movimientos sociales.

Lo que ocurre es que es verdad que para nosotras, que es tan importante el tema, bueno para nosotras y para cualquier persona que intenta hacer algo en el mundo hoy en día, es súper importante que haya transversalidad.

Entonces empezamos a tener en cuenta que nosotras en nuestras campañas, en todas nuestras actividades, siempre hemos estado hablando del feminismo, esto de que el feminismo puede esperar es muy relativo.

Hoy en día ya esto no nos lo podemos plantear, incluso desde hace bastantes años.

Blanca, ¿qué significa añadir la perspectiva feminista al ecologismo? Significa tener en cuenta no sólo los impactos ambientales sino los impactos en toda la sociedad y poner el foco en que lo que necesitamos es un cambio profundo de sistema y de civilización.

Creo que es interesante poner el ejemplo de la transición energética, que es algo que claramente ya está en marcha, está en marcha puramente energéticamente, es decir, quitamos combustibles fósiles y petróleos y lo cambiamos con renovable.

¿Es un cambio interesante, necesario, urgente? Estamos a tope con ello, pero no es suficiente, ni muchísimo menos, porque esto no aborda un problema fundamental que es el enorme poder que han adquirido las empresas especialmente en los últimos 40 años.

Entonces una transición energética y feminista, ecofeminista, interseccional, que tenga en cuenta todo, tiene que tener también como objetivo devolver poder a las personas, que podamos producir, tomar decisiones sobre el sistema energético, producir nuestra propia energía, decidir cómo se producen nuestros alimentos y esos cambios que ponen a las personas.