LA RATONERA #03 CLANDESTINA 70467

Es el episodio 3 concretamente. Es la segunda vez que te saludo, oye.

Sí, sí. No, bueno, ellos no lo saben que grabamos dos episodios a la vez. Tampoco vamos a romper la magia del postcard. No, pero siempre lo decimos, que este rollo de saludarnos siempre como si no nos hubiésemos visto es un poco… Bueno, es una cosa… ¿Cómo se llama? Es una convención radiofónica que está muy bien. Por cierto… ¿No hicimos una convención nosotros con el cuarto de los ratones? Sí, no salió muy bien la última convención que hicimos con el cuarto de los ratones. Pero no voy a entrar en eso. Voy a decirles hola a todos y todas los que nos están escuchando. Este es el tercer episodio de La Ratonera.

Hoy en La Ratonera tenemos una invitada que acaba de, si no me equivoco, de poner en marcha un negocio del que nos va a hablar, muy interesante, del que no vamos a adelantar nada.

No, mejor no. Ya viene a hablarnos. Tenemos también nueva sección. Va a crearse un hype espectacular. Bueno, es lo que es la vida. Es que yo soy así. Luego tenemos un colaborador que se estrena hoy. Hoy Robert Carcos se estrena como colaborador de La Ratonera con su nueva sección flamante, compuesto hoy con Carcos, que va de música. Bueno, luego ya os contamos. El colaborador más guapo, con permiso de Dani Lorenzo. Efectivamente. Y luego también tendremos a Rubias con alguna conexión.

Y hoy estrenamos la auditoría del oyente, porque un oyente del Cuarto de los Ratones va a ponernos finos, básicamente. Esto es el resumen de lo que vamos a ver y vamos a escuchar en los próximos minutos. Por ejemplo, la gente dice ¿pero dónde están? Estamos aquí. No se preocupen ustedes, que ya estamos. Ahí estamos. Somos Este es Angeao. Y este es Carlos. Efectivamente. Que bien que nos conocemos todavía. Es una cosa muy bonita. Hay gente que cuando lleva tantos años como nosotros no se acuerda del nombre del otro. Eso es verdad. Pero bueno, eso también es una cuestión de demencia.

Bueno, lo dicho, vamos a empezar. ¿Y hoy de qué va el programa? Bueno, pues algo que tiene que ver con el nuevo negocio de nuestra invitada. Hoy vamos a hablar de la clandestinidad, pero para, como siempre, entrar en materia tenemos que escuchar la editorial de Pablo Sangeao.

Solo voy con mi pena, esa pena que no acepta hacia la clandestinidad, con esa sensación de que algo que impone la fuera no está en mí, con la necesidad de construir algo de forma oculta y con la intención firme de hacerlo visible. Pocas veces la clandestinidad es elegida. El miedo, esa emoción que protege, hace que mantengamos en secreto todo aquello que creemos que no será aceptado. ¿Pero quién no lo acepta? ¿Ellos o nosotros? Puede que no todo deba ser visto, que haya cosas que se deben mantener apartadas para que vivan fuera de la incoherencia de un sistema que, aupándolo, mata lo creativo.

A veces la única solución que queda es buscar un camino alternativo en el que poder ser, fuera de miradas inquisidoras, esperando el momento en que la carga de seguridad sea tan alta que ya no importe romper los límites. Pasar de acechar desde un escondite a exponerse de forma retadora. Confiar en esa clandestinidad que, con todo su miedo, se agarra a un ideal, dispuesto a actuar fuera de lo impuesto para ganar otra batalla hacia la libertad.

Es una cosa muy bonita los fondos de radiofónicos. Se lo pasa bomba el tío, es bestial. Te gusta mucho. No, no, es que pareces un niño pequeño, tío, todo el rato ahí tocando, tocando, a mí me pone un poco nervioso. Bueno, es lo que tiene. ¿Por qué no presentas a nuestra invitada? Porque sé que, además, en los últimos días estuviste hablando con ella y tiene proyectos nuevos que presentarles que tiene que hacer.