¿Quién somos? | Serie: Co.Living | Pra. Ivonne Angel 4t5n2z

Gracias a Dios por este tiempo, esta mesa me hace recordar algo que el Señor los habló con Marco hace muchos años, bueno no muchos, bueno sí, hace muchos años, pero que nos recordó hace más o menos unos cinco, cuatro años, ¿hace cuánto vivíamos en la Alameda? Cuatro años, cuatro o cinco años y tal vez un poco más, vivíamos cinco años y recuerdo que en ese lugar donde nosotros vivíamos pues nuestro comedor era un comedor pequeñito, y el Señor nos llevó a cambiar muchas cosas en la casa y entre esas cosas lo primero que hizo fue cambiarnos el comedor y nos cambió la mesa, pero una mesa tan grande que yo le decía a Marco, no espérate eso no cabe, nuestro apartamento es pequeño, cómo vamos a meter una mesa de esa proporción, es muy grande, pero aún así no sé por qué el Señor lo hizo y nosotros entendimos en ese momento que el Señor quería que nos extendiéramos y abriéramos más nuestra casa, pero eso quería decir también que abriéramos más nuestro corazón hacia las otras personas, ustedes ya saben después toda la historia, hoy estamos aquí pero en ese momento no lo sabíamos, pero el Señor empieza a preparar los corazones y cuando nos daba esa mesa entonces dijimos bueno, pues abrámonos Marco, empecemos, empecemos a invitar personas, empecemos a llamar a gente a la casa, que vengan, que comen con nosotros, que cenen con nosotros, que desayunen con nosotros, porque en realidad nosotros éramos un poco más, puertas cerradas, casa cerrada y pues lo mínimo, por cordialidad pues obvio no iba a dejar entrar a nadie, pero no era nuestra motivación, pero el Señor cuando nos pone la mesa y nos pone esto en el corazón, entendimos que nuestra vida espiritual, nuestra vida familiar no era solamente como individuos, sino que necesitábamos a las otras personas, necesitábamos de ellas y ellas necesitaban de nosotros, es decir, teníamos que empezar a tejer una red de relaciones que antes no teníamos, no existía y bueno el Señor hace estas cosas porque realmente la iglesia es eso, la iglesia es una red, la iglesia es un tejido que hace Dios, en medio de nuestras imperfecciones nos unimos unos con otros, para poder llevar, para poder soportar, para poder levantarnos, para poder cuidarnos y llevarnos al lugar que Dios soñó para cada uno de nosotros.

Entonces bueno, hoy están algunas mujeres mamás acompañándonos porque es el día de la mamá, pero no se preocupen hombres, habrá también espacio para ustedes en la próxima, ¿listo? Y bueno, ahora sí entonces podemos ir entrando en materia, ya después de haberles contado el chisme, es que siempre hay que contar el chisme primero, ¿sí? Listo.

Bueno, ¿nuestra serie cómo se llama? ¿Qué significa co-living? Bueno, el término co- tiene que ver con ese, hace alusión a ese tema de colaborar, cooperar, ¿cierto? Hacer espacios compartidos, colaborativos, ya han ustedes escuchado acerca del co-working y el co-, bueno sé que otro co-, ayúdenme, bueno, cooperar, ¿sí? Y precisamente se hace este tipo de entornos porque nos permite minimizar costos, ser más eficientes, ser más flexibles, cuando compartimos todo es mucho más fácil poder avanzar, poder crecer, ¿sí? Los costos se hacen menos y se crea un sentido de comunidad, comunidad.

Y Marco nos recordaba que esto no nació en esta era, Marco nos recordaba en el capítulo pasado que esto nació en el corazón de Dios.

Y si recuerdan, Marco nos habló de Hechos capítulo 4, versículo 32, en donde dice que todos nosotros, o la iglesia, lo compartía todo.

Ese es el modelo de Jesús, todos compartimos, todos nos damos, todos de lo que Dios nos ha dado entregamos, ¿sí? Dice precisamente 4.32, todos los creyentes eran de un solo sentir y pensar, nadie consideraba suya ninguna de sus posiciones, posesiones, perdón, todo lo compartía.

Y entonces entramos a nuestro tema específico de hoy, que ¿cómo se llama? ¿Quién somos?