
Descripción de Putin gana tiempo 4vy2l
Han pasado ya dos meses desde que la Casa Blanca anunció su plan de paz para Ucrania, pero no está funcionando. Incluso Donald Trump, que no suele criticar a Rusia, ha expresado frustración por la reticencia de Vladimir Putin a aceptar un alto el fuego. En esos primeros días en Estados Unidos se acusó a Ucrania de obstaculizar la paz, un argumento que se pudo ver con toda su crudeza en la reunión del 28 de febrero entre Trump y Zelenski, donde se señaló al presidente ucraniano como desagradecido e inflexible. Esta narrativa, que presentaba a Rusia como dispuesta a negociar, se extendió entre los seguidores de Trump, pero Zelenski refutó que una Ucrania, devastada por una guerra no buscada, era la más interesada en la paz. La realidad desmiente esa percepción: Putin no busca un alto el fuego ni un fin negociado, sino imponer unilateralmente sus términos. Tres años después de fracasar en derrotar a Ucrania militarmente, su rechazo a detener la guerra plantea interrogantes. Aunque Rusia logró expulsar a los ucranianos de Kursk, una victoria decisiva sigue siendo improbable. La prolongación del conflicto desgasta al ejército ruso, que pierde efectivos y equipo constantemente, mientras los ucranianos luchan motivados por defender su patria, a diferencia de los soldados rusos, cuya moral es baja en una guerra de invasión sin sentido alguno a título personal. Aun así, Putin no muestra intención de parar. No ha ofrecido concesiones y, pese a que se ha sentado a negociar en Arabia Saudita, el Kremlin insiste en que el proceso será largo. Los bombardeos continúan y Putin ya ha adelantado el reclutamiento de 160.000 hombres esta misma primavera, además de sumar otros tantos miles mensualmente mediante contratos. Esto sugiere que no busca la paz, sino prolongar el conflicto para fortalecer su posición negociadora, posiblemente esperando que Trump, cada vez más dispuesto a ceder, le entregue lo que no logró en el campo de batalla, es decir el colapso de Ucrania y una victoria absoluta e incontestable. Otra teoría apunta a motivaciones internas. Putin, como político autoritario, teme mostrar debilidad, recordando el destino de líderes soviéticos como Jruschov, derrocado por sus pares en el Kremlin. Continuar la guerra podría ser menos arriesgado que detenerla. Económicamente el conflicto ha impulsado a Rusia: el gasto militar, un 35% del presupuesto en 2024, sostiene el crecimiento y beneficia a regiones pobres con bonificaciones de hasta 40.000 dólares por alistarse. Socialmente, la guerra ofrece a los jóvenes de provincias una oportunidad de ascenso, transformando de paso pueblos y ciudades del interior de Rusia gracias a los ingresos de soldados y veteranos. Terminar la guerra abruptamente podría colapsar esta dinámica. Sin un plan para reemplazar el estímulo militar, la economía sufriría, y el descontento crecería entre veteranos y jóvenes que perderían las promesas de hacerse ricos y convertirse en héroes. Históricamente, el malestar tras guerras como Afganistán o Chechenia no favoreció a los liberales, sino a los nacionalistas, un riesgo que Putin conjura atendiendo a estos últimos. Para él, la debilidad es intolerable; prefiere mantener el conflicto a fuego lento hasta conseguir una victoria total que asegure su legado como restaurador de la grandeza rusa, incluso si ello implica encender nuevas guerras para sostener su régimen. En La ContraRéplica: 0:00 Introducción 3:46 Putin gana tiempo 31:30 Aranceles y competitividad 39:14 La sustitución de importaciones · Canal de Telegram: https://t.me/lacontracronica · “Contra la Revolución sa”… https://amzn.to/4aF0LpZ · “Hispanos. Breve historia de los pueblos de habla hispana”… https://amzn.to/428js1G · “La ContraHistoria de España. Auge, caída y vuelta a empezar de un país en 28 episodios”… https://amzn.to/3kXcZ6i · “Lutero, Calvino y Trento, la Reforma que no fue”… https://amzn.to/3shKOlK · “La ContraHistoria del comunismo”… https://amzn.to/39QP2KE Apoya La Contra en: · Patreon... https://www.patreon.com/diazvillanueva · iVoox... https://ivoox.pelistorrent.net/podcast-contracronica_sq_f1267769_1.html · Paypal... https://www.paypal.me/diazvillanueva Sígueme en: · Web... https://diazvillanueva.com · Twitter... https://twitter.com/diazvillanueva · Facebook... https://www.facebook.com/fernandodiazvillanueva1/ · Instagram... https://www.instagram.com/diazvillanueva · Linkedin… https://www.linkedin.com/in/fernando-d%C3%ADaz-villanueva-7303865/ · Flickr... https://www.flickr.com/photos/147276463@N05/?/ · Pinterest... https://www.pinterest.com/fernandodiazvillanueva Encuentra mis libros en: · Amazon... https://www.amazon.es/Fernando-Diaz-Villanueva/e/B00J2ASBXM #FernandoDiazVillanueva #putin #ucrania ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/267769 m6j19
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Soy Fernando Díaz Villanueva, hoy es 8 de abril de 2025, y esto es la Contracrónica.
Han pasado ya dos meses desde que la Casa Blanca anunció su plan de paz para Ucrania, pero a la vista está que no está funcionando. Incluso Donald Trump, que no suele criticar a Rusia, ha expresado su frustración por la reticencia de Vladimir Putin a aceptar un alto el fuego. En esos primeros días, en Estados Unidos se acusó a Ucrania de obstaculizar la paz, un argumento que se pudo ver con toda su crudeza en la reunión del 28 de febrero entre Trump y Zelensky, donde se señalaba al presidente ucraniano como desagradecido e inflexible. Esta narrativa, que presentaba a Rusia como dispuesta a negociar, se extendió entre los seguidores de Trump, pero Zelensky refutó que una Ucrania devastada por una guerra no buscada era la más interesada en la paz. La realidad desmiente esa percepción.
Putin no busca un alto el fuego ni un fin negociado, sino imponer unilateralmente sus términos. Tres años después de fracasar en derrotar a Ucrania militarmente, su rechazo a detener la guerra plantea algunos interrogantes. Aunque Rusia ha logrado expulsar a los ucranianos de Kursk, una victoria decisiva sigue siendo improbable. La prolongación del conflicto desgasta al ejército ruso, que pierde efectivos y equipo constantemente.
Mientras los ucranianos luchan motivados por defender a su patria, a diferencia de los soldados rusos, cuyas morales bajan, una guerra de invasión sin sentido alguno a título personal. Aún así, Putin no muestra intención de parar. No ha ofrecido concesiones y, pese a que se ha sentado a negociar en Arabia Saudita, el Kremlin insiste en que el proceso será largo.
Los bombardeos continúan y Putin ya ha adelantado el reclutamiento de 160.000 hombres esta misma primavera. Además de eso, está sumando otros tantos miles todos los meses mediante contratos. Esto sugiere que no busca la paz, sino prolongar el conflicto para fortalecer su posición negociadora, posiblemente esperando a que Trump, cada vez más dispuesto a ceder, le entregue lo que no ha logrado en el campo de batalla, es decir, el colapso de Ucrania y una victoria absoluta e incontestable. Otra teoría apunta a motivaciones internas.
Putin, como político autoritario que es, teme mostrar debilidad, recordando el destino de líderes soviéticos como Nikita Khrushchev, derrocado por sus pares en el Kremlin. Continuar la guerra podría ser menos arriesgado que detenerla. Económicamente, el conflicto ha impulsado a Rusia. El gasto militar, un 35% del presupuesto, en 2024 sostiene el crecimiento y beneficia mucho a regiones pobres, con bonificaciones de hasta 40.000 dólares por alistarse. Socialmente, la guerra ofrece a los jóvenes de provincias una oportunidad de ascenso social, transformando de paso pueblos y ciudades del interior de Rusia gracias a los ingresos de soldados y veteranos.
Terminar la guerra abruptamente podría colapsar esta dinámica. Sin un plan para reemplazar el estímulo militar, la economía sufriría y el descontento crecería entre veteranos y jóvenes, que perderían las promesas de hacerse ricos y convertirse en héroes. Históricamente, el malestar tras guerras como Afganistán o la guerra de Chechenia no favoreció a los liberales dentro de Rusia, sino a los nacionalistas, un riesgo que Putin conjura atendiendo a estos últimos. Para él, la debilidad es intolerable. Prefiere mantener el conflicto a fuego lento hasta conseguir una victoria total que asegure su legado, como restaurador de la grandeza rusa, a pararlo de golpe, incluso si ello implica encender nuevas guerras para sostener su régimen.
Han pasado ya dos meses desde que la Casa Blanca anunciase su plan de paz para Ucrania.
Esto fue a principios del mes de febrero y estamos ya entrando en la segunda semana de abril. La realidad, y esto es inocultable, es que el plan no está funcionando. Incluso Donald Trump, que no es sospechoso de ser crítico con Vladimir Putin, no es precisamente esa su afición principal, ha mostrado en los últimos días cierta frustración por las demoras de Putin para aceptar y poner en marcha un alto al fuego en Ucrania. Un alto en fuego que en principio iba a ser absoluto y que después se le empezó a poner unos peros, otros peros, en resumidas cuentas. Que no hay ningún alto al fuego en Ucrania, tal y como se desprende de las noticias que nos llegan de la zona de guerra.
Al principio parecía todo bastante sencillo. En Estados Unidos llegaron incluso, poseídos completamente por el relato ruso, a acusar a los ucranianos de ser quienes se oponían a las conversaciones de paz. Aquel espectáculo en el despacho VAL que todos pudimos ver,
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