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Historias de la Prehistoria
Pues sí que eran capaces. La explosión del arte rupestre

Pues sí que eran capaces. La explosión del arte rupestre 2k3i36

29/4/2025 · 32:08
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Historias de la Prehistoria

Descripción de Pues sí que eran capaces. La explosión del arte rupestre 5h1m1t

El descubrimiento de los espectaculares bisontes pintados de Altamira tardó mucho en ser celebrado, ¿por qué tanta polémica? Tuvieron que pasar muchos años para que se aceptase la autenticidad del arte paleolítico, pero una vez reconocido, se despertó la pasión por él. Esta fascinación impulsó la creación de instituciones dedicadas a la Prehistoria. Buena parte de la ingente cantidad de cuevas con un arte magnífico estaba en la cornisa cantábrica y allí trabajaron los mejores investigadores del momento. 4a3xj

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Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Bienvenidos a Historias de la Prehistoria, un podcast en el que hablaremos de los descubrimientos, yacimientos y personas que hicieron posible esta ciencia.

Este podcast forma parte del proyecto Death Revolt del Consejo Europeo de Investigación que se desarrolla en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología, Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Somos Noemí Sala y Milagro Salgaba, paleontóloga y arqueóloga que os invitan a acompañarnos en este viaje.

Hola de nuevo Mila. Hola de nuevo Noe. Pues, ¿qué me cuentas? Que en el episodio anterior quedamos en que nos íbamos a encontrar en Altamira.

Así que dicho y hecho, en Altamira estamos, virtualmente hablando, ya nos gustaría. Pues me parece un sitio que es magnífico para empezar con un montón de historias que contar. Pues allá vamos. Capítulo 3. Pues sí que eran capaces. La explosión del arte rupestre. Nos habíamos quedado en que el anuncio de Sao Tuola no fue bien recibido, que originó una fuerte polémica. Recordemos que fue en el Congreso de Lisboa de 1880.

Entre los defensores estaba Vilanova y Piera y entre los detractores estaban Calderón, ya lo dijimos, Quiroga o Mortillet, que eran los evolucionistas. Y acabaste comentando que esto tenía una explicación. Pues sí, es verdad. La cuestión de fondo es que todos estamos contagiados, digamos, por los esquemas que tenemos en la cabeza. Que por mucho que intentemos evitarlo no podemos sustraernos al paradigma del que partimos. De esto también hemos hablado algo.

Es decir, en este caso los investigadores partidarios de la evolución pensaban que las capacidades intelectuales, la mente de los homininos, también había evolucionado. Por tanto, los más antiguos no podrían tener las mismas capacidades que tenemos ahora. Bueno, pues hasta ahí vale. Bien. Sí, pero eso les llevó a pensar que en el Paleolítico Superior no se podrían hacer esas maravillosas pinturas.

Sin embargo, para los no evolucionistas esas pinturas tan antiguas probaban que los humanos habíamos sido creados tal cual, que no habíamos evolucionado. Era como la prueba para decir, ¿ves? Pero ya lo apuntamos en la temporada anterior que lo que pasaba es que todavía faltaba información. Y en este caso en particular sobre la antigüedad de la estirpio humana, de nuestro linaje. Y por eso los evolucionistas ponían la evolución mental en una época que no tocaba. Como que era demasiado pronto.

Vaya, que esto tiene miga más de la que parece. Sí, tanto. Porque de ahí se deriva que aunque tu punto de partida sea correcto, en este caso la evolución, puedes llegar a conclusiones erróneas por falta de datos. Por intentar pasar el piso elga, ¿no? Por donde claro pasa. Por otra parte, a ver, las novedades es lo que tienen.

Remueven los tímitos de lo conocido, de lo asumido y lleva un tiempo enfrentarse a ellas con cierta serenidad. Aunque de todas formas las reticencias son naturales y por supuesto no todas las ideas nuevas son acertadas. Entonces se trataría de recoger el mayor número posible de datos, examinarlos, analizarlos a fondo, para intentar despojarse de las ideas preconcebidas.

Ahí es nada, ¿no? En este caso sí, las pinturas de alta mira, después de poco más de 20 años, fueron aceptadas. Y a ver, vamos a intentar indagar qué es lo que pasó para que esto ocurriera. Pues que se encontraron otras cuevas con pinturas. Concretamente en Francia y buena parte de ellas en el famoso valle de la Bésegue, o sea, en Nordogna. Pero también en la zona suroeste, o sea, centro y suroeste de Francia.

La primera fue Lemuth en 1894, 15 años después de alta mira. En esta cueva, en una galería de difícil , durante mucho tiempo distintos grupos humanos dejaron más de 200 imágenes de bisontes, ciervos, cabras... Aunque cuando apareció tampoco se tomó en cuenta. Lo que creo es que pronto el Abate Breil fue a verla y pensó que las pinturas y grabados eran auténticos.

Hablaremos de este Abate Breil. El caso es que a partir de ahí, los descubrimientos se sucedieron rápidamente. Es decir, empiezan a encontrarse en Francia, sale la primera, de pronto, ¡ojo! Y ya va como un domino, una detrás de otra.

Ahí estamos. De repente las cosas empiezan a aparecer de lo invisible.

Por ejemplo, Chabot, en 1895, se le ha llamado la cueva de los mamuts, ocupada en plena glaciación, en la época denominada solutrense, que más o menos estaríamos entre los 22.000 y los 30.000.

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