PROGRAMA LA DIVISA DEL LUNES 9 DE JUNIO 2025. AUDIO COMPLETO Y ÚNICO 16f3z

San Isidro finalizó con excelente salud y algunos achaques como las espadas de los toreros y los presidentes que no respetan la mayoría a la hora de conceder orejas. Lo hizo con festejo extraordinario, corrida de la beneficencia, que lo fue por la actuación demorante que pasará la historia por su apoteósica y multitudinaria salida en hombros después de cortar una oreja a cada uno de sus enemigos, de Juan Pedro Domé. Sin duda, esta ha sido la feria demorante que a sus 25 años de alternativa ve premio a toda una trayectoria, pese al mal manejo de la espada en su segundo, lo que da fe de cómo sería su actuación toda la tarde.

Festejo en que otra vez Fernando Adrián se quedó en puertas de salida en hombros por la espada, cortó una oreja y Borja Jiménez, sin opciones con su lote, no pudo repetir su brillantísima actuación ante la gran corrida de jandilla. Es el zenit, sucedió el jueves 5 de junio, un corridón de jandilla en su término justo de edad y cuajo y trapillo, con hechuras en tipo y dos toros, Viz y Zafio, que se fueron sin su vuelta al ruedo pese a derrochar bravura, exigencia pero también fijeza, recorrido, duración y nobleza al hacerle las cosas bien.

Hubo otro toro, el segundo, que no fue tan completo por exhibir sus virtudes sólo por el pitón izquierdo, pero Dios de libre, de un toro bravo, decía el clásico, y cuando salen esos toros, sus matadores deben de estar al menos a la altura, en entrega, disposición, cabeza y concepto. Es lo que sobre el albero ventello desarrollaron respectivamente y en distintos registros, lógico, a la torero con su personalidad y Borja Jiménez en el tercero, de nombre Viz, y Castella con Zafio el cuarto. La doble puerta grande se cerró por culpa de las espadas, quedó dicho. Suerte bien ejecutada por Borja pero con colocación deficiente y la Roma de Castella.

Otra tarde más, no hubo localidades en la taquilla. El día anterior miércoles se le dio una corrida de la Laguna Janda, que encubrió en su movilidad, con lo que muchos tragaron, su falta de entrega, pasar continuamente, no era lo mismo que en Vestí.

Con todo y con eso, pudo ser empresa aprovechada por Escribán y Joselito Adame, en una tarde en que la frialdad del público pareció acermella. Tarde en que confirmaba Alejandro Peñalanda, que se mostró como torero capaz y solvente en su disposición y concepto. Por encima del sexto de la tarde, pudo cortar oreja que el presidente no concedió y dio una vuelta al rollo. La reanudación de la semana, es decir el martes, un bravísimo Gómez del Pilar, pudo arrancar una oreja por valor, sobriedad y apostura a una muy dura corrida de escolar, que como siempre, contó con el favor de la Yihad, en detrimento de los toreros, pero con del Pilar no pudieron.

Esaú Fernández estuvo muy para encima de su lote, de no ser por la espada mereció oreja, pero la verdad es que no le echaron cuentas, como a Miguel de Pablo, con el lote más desabrido. Y entre la beneficencia y la corrida de la feria, lamentada de jandilla, dos corridas huecas, la del Conde de Mayalde y la de Adolfo Martín, con los condesos deslucidos, no fue óbice para adivinar que tanto como el confirmante Ismael Martín, como sobre todo Samuel Navalón, piden paso.

Y de la de Adolfo lo más importante fue colgar una tarde más en los billetes, y la cariñosa despedida de San Isidro de Fernando Robleño, en una vuelta al ruedo que recordará de por vida. La depurada técnica y la entrega de Antonio Ferreira para Colón Marrajos, pasaron desapercibida a lo mismo que la disposición, raza y valor a prueba de bombardeo Manuel Escribano. Y así está el patio, la fiesta más viva que nunca, incluido el relevo generacional protagonizado por la numerosa juventud en los estrellos de las ventas, a veces un tanto revoltosa, pretendiendo desde el 6 ser los herederos del 7, que tan mal ambiente crean muchas tardes.

Los datos de balance en los 27 festejos, incluido beneficencia, son de cerca de 600.000 espectadores, que se rebasarán el próximo domingo en la Inmemoriam de Victorino, con Toros de Victorino, Ureña, Emilio de Justo, Borja Jiménez. El papel se acabó en los primeros días de venta, lo que haría