- Prg 78 - EL ENIGMA DE AIRL EL EXTRATERRESTRE Y EL PLANETA PRISIÓN 23r4h

¿Hacia dónde nos dirigimos? El mundo avanza de forma inexorable hacia el abismo.

Guerras, plagas, sequía, hambrunas y control social.

¿Es tarde, o quizás estamos a tiempo de redirigir el rumbo? ¿Quién maneja los designios del planeta? ¿Seremos capaces de mantener nuestra libertad? ¿Es acaso la información la llave para sobreponerse al desastre? Si te haces preguntas, si sientes que algo no encaja en medio del caos, que se nos oculta la verdad, este es tu sitio.

Bienvenido a Distopía 2030.

Muy buenas y bienvenidos a un nuevo programa de Distopía 2030.

Les saluda como siempre Alberto García desde el otro lado de las ondas.

Hoy vamos a hablar nuevamente de alienígenas y vamos a hablar de uno de los episodios más misteriosos relacionados con el famoso accidente de Roswell en 1947.

Hoy hablaremos de Matilda O'Donnell McElroy, la presunta enfermera militar que aseguró haber mantenido o telepático con una criatura extraterrestre tras el famoso accidente de Roswell.

Un ser que no sólo sobrevivió, sino que supuestamente habló y se comunicó con esta enfermera.

Trataremos de contaros el episodio, trataremos de averiguar o arrojar luz sobre si hubo algo de verdad en esta confesión que hizo ya a los 83 años de edad dicha enfermera o si fue todo una falsificación y una elucubración.

Os ruego que me acompañéis como siempre hasta el final, vamos a por ello, comenzamos.

Era el verano del año 1947, concretamente en julio.

Un objeto volador se estrella en el desierto de Nuevo México, cerca de Roswell.

Lo que al principio se reporta como un platillo volador es rápidamente retractado por el ejército.

Dicen que tan sólo fue un simple globo meteorológico.

Pero lo cierto es que los rumores nunca mueren y décadas después, cientos de libros, documentales y testimonios apuntan a una versión muy diferente.

Una nave extraterrestre que fue derribada, recuperada por el ejército y junto a los restos se recuperaron también tres cuerpos alienígenas, dos muertos y uno supuestamente vivo.

Este ser, este superviviente, según el testimonio posterior de una mujer que nadie conocía hasta entonces, fue denominado Earl.

¿Y quién fue esa mujer? Pues esa mujer fue Matilda O'Donnell McElroy, una supuesta enfermera de vuelo del ejército estadounidense quien fue asignada para asistir médicamente al ser capturado.

Pero no todo quedó exclusivamente en esta atención médica, sino que ella afirmó a los 83 años de edad, confesando poco antes de su muerte, que llegó a establecer o telepático con Earl.

Y lo que ese ser le reveló, si es cierto, podría sacudir hasta los cimientos de nuestra propia civilización.

Earl no era un extraterrestre biológico tal y como lo imaginamos, sino que según las confesiones de Matilda, que este ser se comunicó telepáticamente con ella, le confesó que su cuerpo era más bien una especie de contenedor biomecánico, una interfaz física para una conciencia no material.

Según él, o mejor dicho, según ello, pertenecía a una fuerza interestelar conocida como el dominio.

Así pues, lo que supuestamente era su cuerpo, no era más que una especie de avatar, como en la película de estos seres azules, donde la conciencia que habitaba ese cuerpo estaba en otro lugar del universo, y eso tan solo ese cuerpo.