Pregón de Semana Santa de Valladolid 2025 3m2y1b

A la paz de Dios queridos amigos oyentes, cofradías, hermandades y amantes de la Semana Santa de Valladolid. Gracias por escucharnos en la recta final de la cuaresma de 2025. Bienvenidos a Hermanos Cofrades. Y emitimos este programa especial porque la ocasión así lo requiere. Un programa especial sobre el pregón de nuestra Semana Santa que ha pronunciado en la Santa Iglesia Catedral de Valladolid el vallisoletano de Pollos, don Aurelio García Macías, y de vallisoletano a vallisoletano, de obispo a cardenal. Para describir nuestra Semana Santa. ¿Es la mejor Semana Santa de Castilla? Dicen. ¿De Castilla solo? Unos dirán más y otros dirán menos. ¿La mejor Semana Santa? No, no es la mejor.

Es la Semana Santa de Valladolid. Eso es bastante. Y sí, nuestro paisano Yeyo nos ha regalado, y lega a Valladolid, un pregón delicioso y hermoso. Y seguro que en nuestro programa de la temporada que viene rescataremos algunos de sus pasajes para nuestra entradilla. Y como digo, Yeyo, para los que hemos sido compañeros en el seminario diocesano, nos regala un pregón hecho homilía sencilla y cercano, recorriendo los siete días de la Semana Santa, acompañando a Cristo por Valladolid. Desde el Cristo aclamado, del Domingo de Ramos, hasta el Cristo resucitado siete días después. Pasando por Cristo ungido, traicionado, delatado, entregado, muerto y sepultado.

Homilía mezclada con el repaso a todas las procesiones y cofradías de Valladolid, desde el punto de vista de don Aurelio más personal y emocional. Como cuando seminarista, completaba y complementaba sus reflexiones y contemplaciones sobre la pasión de Cristo. O como párroco de distintos pueblos de la provincia. O como vivió su época de pastor de la parroquia de Santiago, y conciliario de la cofradía de las siete palabras.

O ahora, como la vive y la añora desde el reino. Por eso, queridos amigos, os dejamos estos pasajes de su pregón, para que lo escuchéis y lo meditéis. Escucharemos también las primeras reacciones de la audiencia asistente al aseo Valli-Soletana, repleta, por cierto, y maravillosamente presidida por la fabulosa imagen de nuestro padre Jesús Nazareno, en un soberbio altar efímero que los cofrades nazarenos nos agasajaron para este extraordinario pregón.

Bueno, pues queridos amigos oyentes, estamos aquí dentro en el coro, en el coro de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana, a escasos minutos de que empiece el pregón de la Semana Santa, y estamos aquí con una de las personas que van a, no sé si amenizar, si es la palabra exacta, pero sí que cuando entre el pregonero con el arzobispo, con el alcalde de la ciudad, bueno, pues van a acompañar esa entrada, y se llama Ricardo, que es el trompetista.

Ricardo, buenas tardes, ¿qué tal estás? Buenas tardes, pues aquí, pues muy bien, ya con ganas de un año más de este pregón. Bueno, es un privilegio supongo, que para un músico como tú, con Juan Pablo hablaremos, que es el que toca el órgano, el que hace que las cuerdas, que las teclas suenen fenomenal aquí en este aseo Valli-Soletana, pero es un orgullo, ¿no? Para un músico valli-soletano, la trompeta en este pregón...

La verdad que sí, es un orgullo tocar sobre todo con Juanpa, que es un gran organista y amigo, y además, pues como dices, estar aquí arriba en el coro, junto con el órgano de la catedral, poniendo música al pregonero de la Semana Santa de Valladolid, pues es todo un orgullo para mí, y un lujo poder estar aquí. ¿Qué se siente? Pues algo muy grande, algo muy grande, porque la verdad que cuando llegan y entran a esa autoridad,