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TEMAS INSPIRADORES 24g3q
Por Charlie García
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Todos los días de lunes a viernes mi Marvin de Díaz y Charlie García platican de temas inspiradores en la www.radiovariedades.publipaq.com y el extracto es grabado en un podcast que se comparte a través de esta plataforma. 3n4u
Todos los días de lunes a viernes mi Marvin de Díaz y Charlie García platican de temas inspiradores en la www.radiovariedades.publipaq.com y el extracto es grabado en un podcast que se comparte a través de esta plataforma.
LECCIÓN 115
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Para los repasos de mañana y noche: 1. (99) La salvación es mi única función aquí. 2Mi función aquí es perdonar al mundo por todos los errores que yo he cometido. 3Pues así me libero de ellos junto con él. 2. (100) Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial. 2Soy esencial en el plan de Dios para la salvación del mundo. 3Pues Él me dio Su plan para que yo salvara al mundo. 3. A la hora en punto: 2La salvación es mi única función aquí. 3Media hora más tarde: 4Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial. ¿Qué me enseña esta lección? 1. (99) La salvación es mi única función aquí. Albergar la creencia de que estamos separados de Dios, nuestro Creador, es un error que nos mantiene identificados con la culpa, el miedo, el dolor y el sufrimiento, como vías de pulgar y pagar por nuestros pecados. Esa es la base de las creencias del ego y la causa que da origen al padecimiento y a la enfermedad. La salvación se convierte en nuestra única función, pues es necesario que perdonemos el error que nos mantiene identificados con esas falsas creencias. En la medida que perdonamos al mundo por los errores cometidos, nos estamos liberando de ellos. Tema de reflexión: Para salvarse no es necesario sufrir. 2. (100) Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial. Sí es esencial, pues si cumplo con mi función de salvación, estaré uniéndome a todas las demás Voluntades que desarrollen igualmente la función de perdonar los errores cometidos. Mi papel es esencial, porque soy una chispa de luz que unida a otras luces, formaremos un gran foco que disolverá cualquier vestigio de tristeza, sombra e infelicidad. Ser conscientes de nuestro papel en el plan de Dios, nos lleva a aceptar la voluntad de ser sembradores del Amor, de la Dicha, de la Paz y de la Felicidad. Tema de reflexión: ¿Cómo crees que puedes ser útil en el plan de salvación?
23:08
LECCIÓN 114
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Para los repasos de mañana y noche: 1. (97) Soy espíritu. 2Soy el Hijo de Dios. 3No hay cuerpo que pueda contener mi espíritu o imponerme una limitación que Dios no haya creado. 2. (98) Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación. 2¿Cuál podría ser mi función sino aceptar la Palabra de Dios, Quien me creó para ser lo que soy y lo que por siempre he de ser? 3. A la hora en punto: 2Soy espíritu. 3Media hora más tarde: 4Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación. ¿Qué me enseña esta lección? 1. (97) Soy espíritu. Exclamar ¡Soy Espíritu!, con total certeza, es el mejor regalo que podemos ofrecer a nuestro Padre, el cual, está esperando nuestro despertar. Soy Espíritu, un santo Hijo de Dios, Hijo de la Luz. Libre de toda limitación. A salvo, sano y pleno. Libre para perdonar. Libre para salvar el mundo. Tema de reflexión: ¿Qué límites te autoimpones? ¿Qué límites impones a los demás? Ambas respuestas nos llevarán a la misma conclusión, pues siempre estamos proyectando nuestro interior. 2. (98) Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación. Conocer nuestro verdadero origen, lleva implícito, conocer que estamos llamados a alcanzar la condición divina de nuestro Padre: Dios Creador. Somos Espíritus emanados de su Mente Creadora a través de un acto de expansión y nuestra función es expresar sus Atributos Espirituales: La Voluntad, el Amor y la Ley. Ese Aspecto Trino expresa una sola Unidad. Nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestras acciones, deben expresar, igualmente, una sola Unidad. Esa es nuestra función dentro del Plan de Dios para la salvación: Ser y Vivir la Unidad. Tema de reflexión: ¿Cuál es el sentido de la vida?
16:06
LECCIÓN 113
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Para los repasos de mañana y noche: 1. (95) Soy un solo Ser, unido a mi Creador. 2Mías son la serenidad y la paz perfecta, pues soy un solo Ser, completamente íntegro, uno con toda la creación y con Dios. 2. (96) La salvación procede de mi único Ser. 2Desde mi único Ser, cuyo conocimiento aún permanece en mi mente, veo el plan perfecto de Dios para mi salvación perfectamente consumado. 3. A la hora en punto: 2Soy un solo Ser, unido a mi Creador. 3Media hora más tarde: 4La salvación procede de mi único Ser. ¿Qué me enseña esta lección? 1. (95) Soy un solo Ser, unido a mi Creador. La primera Manifestación del Padre es la Unidad y dicha Unidad es el Origen de Todo lo Creado. Si observamos el compás y la secuencia de los números, todos son deducibles a la unidad básica, al 1. La Filiación de Dios es Una, aunque para nuestra visión actual se manifiesta en una Multiplicidad de Consciencias. La Multiplicidad no niega a la Unidad, y la Unidad se proyecta, dando lugar a la Multiplicidad. Este proceso ha dado lugar a la fabricación del mundo tal y como lo conocemos. Aunque la manifestación de la Unidad haya adoptado diferentes Vehículos – Cuerpo del Pensamiento, Cuerpo de Deseos y Cuerpo Físico -, esa Unidad debe verse reflejada en cada uno de ellos. Lo contrario daría lugar a la ilusión y a la incoherencia (enfermedad). Tema de reflexión: El cuerpo, expresándose en una unidad, es al mismo tiempo el conjunto de órganos, de células, etc. 2. (96) La salvación procede de mi único Ser. La salvación tan sólo será posible cuando dejemos de creer en la dualidad y de servir a dos amos a la vez. Mientras que nuestros pensamientos interprete la realidad bajo el prisma de la división, la separación, la dualidad, la puerta que nos conduce a la Salvación (visión del Ser) permanecerá cerrada. Puedo permanecer en un cuerpo físico y no por ello, pensar que es real, pues tan sólo es un envoltorio temporal en el que debo manifestarme poniendo de manifiesto la Verdad: la Unidad. Puedo sentir a través del cuerpo emocional y expresar el sentimiento más elevado, el Amor Incondicional. Tema de reflexión: Estar dividido y separado me mantiene alejado de la verdad.
24:31
Leccion 112
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Para los repasos de mañana y noche: 1. (93) La luz, la dicha y la paz moran en mí. 2Soy la morada de la luz, la dicha y la paz. 3Les doy la bienvenida a la morada que comparto con Dios, porque formo parte de Él. 2. (94) Soy tal como Dios me creó. 2He de ser eternamente como siempre he sido, al haber sido creado por el Inmutable a Su Semejanza. 3Y soy uno con El, así como Él es uno conmigo. 3. A la hora en punto: 2La luz, la dicha y la paz moran en mí. 3Media hora más tarde: 4Soy tal como Dios me creó. "COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson Comentario Soy el hogar de la luz. Mi auténtico ser es naturalmente compatible con la luz. La luz me pertenece y está en mí. No soy el hogar de la obscuridad. Por naturaleza, cuando la ilusión no la impide, extiendo luz a todo a mi alrededor. Soy el hogar de la dicha. El sufrimiento y la tristeza no están en mi naturaleza. Cuando la dicha entra, mi mente siente que le pertenece. No hay nada en mí que se oponga a la pura dicha. No hay nada en mí que impida un ambiente de dicha constante. Por naturaleza, la dicha se extiende desde mi ser y permanece conmigo. Me siento a gusto en la dicha y la dicha se siente a gusto conmigo. Soy el hogar de la paz. La paz me pertenece. La paz es el estado natural de mi mente, cuando está asentada en la verdad. Nada en mí se opone a un estado mental constante. La paz está en armonía con mi ser. Mi resplandor natural extiende paz a todas las mentes a mi alrededor. Así es como Dios me creó. Así es como soy, y seré eternamente. No puedo cambiar tal como Dios no puede cambiar, soy uno con Él, y Él conmigo. Nada de lo que he hecho, dicho o pensado ha cambiado la verdad en mí. Lo que soy no puede cambiar, lo que soy es eterno y constante en su ser. Hoy, al reconocer la luz en mí, le doy la bienvenida a la verdad. Le doy la bienvenida a la pura dicha. Le doy la bienvenida a la paz de Dios. Y las comparto con el mundo.
23:35
Lección 111
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
TERCER REPASO Introducción 1. Hoy comienza nuestro siguiente repaso. 2Cada día repasaremos dos de las últimas veinte lecciones durante diez días consecutivos de práctica. 3Para estas sesiones de práctica seguiremos un formato especial, que se te exhorta a seguir tan fielmente como puedas. 2. Entendemos, por supuesto, que tal vez te resulte imposible hacer cada día y cada hora del día lo que aquí se sugiere como óptimo. 2Tu aprendizaje no se verá afectado si se te pasa una sesión de práctica porque te resultó imposible llevarla a cabo en el momento señalado. 3No es necesario tampoco que te esfuerces excesivamente por recuperar el número de sesiones perdidas. 4Nuestro objetivo no es hacer un rito de las sesiones de práctica, pues ello impediría el logro de nuestra meta. 3. Pero el aprendizaje definitivamente se vería afectado si dejases de llevar a cabo una sesión de práctica por no haber estado dispuesto a dedicarle el tiempo requerido. 2No te engañes a ti mismo con respecto a esto. 3Esa falta de buena voluntad puede estar muy cuidadosamente disimulada tras la falsa apariencia de situaciones que parecen estar fuera de tu control. 4Aprende a distinguir aquellas situaciones que no son propicias para tu práctica de aquellas que urdes para enmascarar tu falta de buena voluntad. 4. Aquellas sesiones de práctica que dejaste de hacer porque por una razón u otra no quisiste llevarlas a cabo, deberías hacerlas tan pronto como hayas cambiado de parecer con respecto a tu objetivo. 2No estás dispuesto a cooperar en la práctica de la salvación sólo si ello supone un obstáculo para los objetivos que son más importantes para ti. 3Una vez que dejes de otorgarles valor, permite entonces que tus sesiones de práctica se conviertan en los sustitutos de las letanías que les dedicabas. 4Pues no te aportaron nada. 5Mas llevar a cabo tus prácticas te lo ofrece todo. 6Por lo tanto, acepta su ofrecimiento y permanece en paz. 5. El formato que debes seguir en estos repasos es el siguiente: dedica cinco minutos dos veces al día, o más si así lo prefieres, a reflexionar sobre los pensamientos que se han asignado. 2Lee las ideas y comentarios que se ofrecen para los ejercicios de cada día. 3Luego piensa en ellos, mientras dejas que tu mente los relacione con tus necesidades, tus aparentes problemas y todas tus preocupaciones. 6. Invita las ideas a tu mente, y deja que ésta las use según crea conveniente. 2Ten fe en que sabrá usarlas debidamente, pues para tomar sus decisiones cuenta con la ayuda de Aquel que te dio los pensamientos a ti. 3¿En qué otra cosa podrías confiar sino en lo que se encuentra en tu mente? 4Ten fe, durante estos repasos, en que los medios que el Espíritu Santo utiliza no pueden fallar. 5La sabiduría de tu mente acudirá en tu ayuda. 6Dale instrucciones al principio, luego relájate con completa confianza y deja que la mente utilice los pensamientos que le diste tal como te fueron dados para que ella los utilizara. 7. Se te dieron con absoluta confianza y con la absoluta seguridad de que harías un buen uso de ellos; con la absoluta fe de que entenderías sus mensajes y los utilizarías en beneficio propio. 2Ofréceselos a tu mente con esa misma confianza, seguridad y fe. 3Ella no fallará. 4Pues es el medio del que el Espíritu Santo se vale para tu salvación. 5Y, puesto que ella goza de Su confianza, debe ser sin duda merecedora de la tuya también. 8. Hacemos hincapié en lo beneficioso que sería para ti dedicar los primeros cinco minutos del día a tus repasos, así como los últimos cinco antes de irte a dormir. 2Si esto no es factible, trata por lo menos de dividirlos de tal manera que lleves a cabo uno por la mañana y el otro durante la última hora antes de irte a dormir. 9. Los ejercicios a llevar a cabo a lo largo del día son igualmente importantes, o incluso más importantes. 2Te has sentido inclinado a hacer los ejercicios únicamente en los momentos señalados, y luego a ocuparte de otras cosas a las que no aplicas lo que has aprendido. 3Como resultado de ello, no has reforzado suficientemente tu aprendizaje, ni le has dado la oportunidad de probar cuán grandes son los regalos que te puede ofrecer. 4He aquí otra oportunidad de hacer un buen uso de él. 10. Durante estos repasos subrayamos la necesidad de no dejar que lo aprendido permanezca inactivo entre tus dos sesiones de práctica más largas. 2Intenta dar a tus dos ideas diarias un repaso breve, aunque serio, cada hora. 3Usa una de ellas a la hora en punto, y la otra, media hora más tarde. 4No necesitas dedicar más de un momento a cada una de ellas. 5Repite la idea, y deja que tu mente descanse en silencio y en paz por un rato. 6Luego puedes dedicarte a otras cosas. aTrata, sin embargo, de mantener el pensamiento vivo en ti, y deja que sirva también para ayudarte a conservar la paz a lo largo del día. 11. Si algo te sobresalta, piensa de nuevo en la idea. 2Estas sesiones de práctica están diseñadas para ayudarte a formar el hábito de aplicar lo que aprendes cada día a todo lo que haces. 3No es cuestión de repetir el pensamiento y luego olvidarte de él. 4La ayuda que te puede prestar es infinita. 5Y su propósito es serte útil en toda circunstancia, en todo momento y lugar, así como siempre que necesites cualquier clase de ayuda. 6Procura, pues, tener presente la idea en todas tus actividades diarias, y haz que sean santas, dignas del Hijo de Dios y aceptables para Dios y para tu Ser. 12. Cada repaso diario debe concluir con una afirmación más del pensamiento que se debe repetir a la hora en punto, así como del que se debe repetir media hora más tarde. 2No te olvides. 3Esta segunda oportunidad de repasar cada una de estas ideas producirá avances tan grandes que emergeremos de estos repasos con ganancias tan extraordinarias en nuestro aprendizaje que de ahí en adelante marcharemos sobre un terreno más firme, con pasos más seguros y con mayor fe. 13. No te olvides de lo poco que has aprendido. 2No te olvides de lo mucho que puedes aprender ahora. 3No te olvides de lo mucho que tu Padre te necesita, según repasas los pensamientos que Él te dio. LECCIÓN 111 Para los repasos de mañana y noche: 1. (91) Los milagros se ven en la luz. 2No puedo ver en la oscuridad. 3Permite que la luz de la santidad y de la verdad ilumine mi mente y me deje ver la inocencia que mora en mí. 2. (92) Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una. 2Veo a través de la fortaleza el regalo que Dios me dio. 3Mi debilidad es la oscuridad que Su regalo disipa, al ofrecerme Su fortaleza para que ocupe su lugar. 3. A la hora en punto: 2Los milagros se ven en la luz. 3Media hora más tarde: 4Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una. ¿Qué me enseña esta lección? 1. (91) Los milagros se ven en la luz. ¿Qué nos ofrece la luz? Para mí es el Principio Inteligible, que me permite conocer quién soy. Desde la oscuridad, me identifico con el ego y con el cuerpo material. Desde la luz, veo que Todo es Uno. Desde la oscuridad, mi percepción me lleva a creer en la dualidad y en la separación. En la luz, nunca me encuentro sólo, formo parte de una Filiación. En la luz todo es dicha, amor y felicidad. En la oscuridad, me siento necesitado y pequeño. Siento miedo, culpa y dolor. Es por ello, que los milagros se ven en la luz y no en la oscuridad. ¿Dónde ves la luz? ¿Dónde ves la oscuridad? ¿Compartes la luz o la oscuridad? 2. (92) Los milagros se ven en la luz, y la luz y la fortaleza son una. La luz es Grandeza y la oscuridad es pequeñez. La luz es Abundancia y la oscuridad es escasez. La luz es Fortaleza y la oscuridad es debilidad. La luz responde a la Fuerza de Atracción, del Amor y de la Unidad, mientras que la oscuridad responde a la Fuerza de Repulsión, del odio y de la división. La luz nos conduce a la Verdad, a lo real y la oscuridad nos lleva al error y a la ilusión. La luz es Salud, en cambio, la oscuridad es enfermedad. ¿Vives en la luz o en la oscuridad?
23:09
LECCIÓN 110-1
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Excelente repaso de la lección asi que a repasar se ha dicho
18:52
LECCIÓN 110
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Soy tal como Dios me creó. 1. Repetiremos la idea de hoy de vez en cuando. 2Pues sólo con este pensamiento bastaría para salvarte a ti y al mundo, si creyeses que es verdad. 3Su veracidad significa que no has efectuado ningún cambio real en ti, ni que tampoco has cambiado el universo de manera que lo que Dios creó hubiese podido ser reemplazado por el miedo y la maldad, por la aflicción y la muerte. 4Si sigues siendo tal como Dios te creó, el miedo no tiene sentido, la maldad no es real y la aflicción y la muerte no existen. 2. La idea de hoy es, por lo tanto, todo cuanto necesitas para dejar que la absoluta corrección sane tu mente y te conceda una visión perfecta que corrija todos los errores que cualquier mente haya podido cometer en cualquier momento o lugar. 2Esta idea es suficiente para sanar el pasado y liberar el futuro. 3Esta idea es suficiente para permitir que el presente se acepte tal como es. 4Esta idea es suficiente también para dejar que el tiempo sea el medio por el que el mundo entero aprende a escaparse del tiempo y de todos los cambios que éste parece producir con su pasar. 3. Si sigues siendo tal como Dios te creó, las apariencias no pueden reemplazar a la verdad, la salud no puede trocarse en enfermedad, la muerte no puede suplantar a la vida ni el miedo al amor. 2Nada de eso ha ocurrido si tú sigues siendo tal como Dios te creó. 3No necesitas otro pensamiento que éste para permitir que la redención venga a iluminar al mundo y a liberarlo del pasado. 4. Con este pensamiento basta para erradicar todo el pasado y salvar el presente a fin de que se pueda extender serenamente hasta un futuro intemporal. 2Si eres tal como Dios te creó, entonces no ha habido separación alguna entre tu mente y la Suya, ni división entre tu mente y otras mentes, y sólo ha habido unidad en la tuya. 5. El poder sanador de la idea de hoy es ilimitado. 2La idea de hoy es la cuna de todos los milagros, la gran restauradora de la verdad en la conciencia del mundo. 3Practica la idea de hoy con gratitud. 4Ésta es la verdad que te hará libre. 5Ésta es la verdad que Dios te ha prometido. 6Ésta es la Palabra con la que a todo sufrimiento le llega su fin. 6. Comienza las sesiones de práctica de cinco minutos con esta cita del texto: 2Soy tal como Dios me creó. 3Su Hijo no puede sufrir. 4Y yo soy Su Hijo. 7. Luego, mientras mantienes esta afirmación fija en la mente, trata de encontrar en ella al Ser que es el santo Hijo de Dios Mismo. 8. Busca en tu interior a Aquel que es el Cristo en ti, el Hijo de Dios y hermano del mundo; el Salvador que ha sido salvado para siempre y que tiene el poder de salvar a todo aquel que entra en o con Él, por levemente que sea, y le pida la Palabra que le dice que él es Su hermano. 9. Eres tal como Dios te creó. 2Honra hoy a tu Ser, 3y no rindas culto a las imágenes que fabricaste para que fuesen el Hijo de Dios en lugar de lo que él es. 4En lo más recóndito de tu mente el santo Cristo en ti espera a que lo reconozcas como lo que tú eres. 5Y mientras no lo reconozcas y Él siga siendo un desconocido para ti, tú seguirás perdido y sin saber quién eres. 10. Búscalo hoy y encuéntralo. 2Él te salvará de todos los ídolos que has inventado. 3Pues cuando lo encuentres, comprenderás cuán indignos son tus ídolos y cuán falsas las imágenes que creías ser. 4Hoy damos un paso gigantesco hacia la verdad al abandonar nuestros ídolos y abrir nuestros brazos, nuestros corazones y nuestras mentes a Dios. 11. Lo recordaremos a lo largo del día con nuestros corazones rebosantes de gratitud y albergando solamente pensamientos amorosos hacia todos aquellos que hoy se crucen en nuestro camino. 2Pues así es como lo recordaremos. 3Y para poder recordar a Su Hijo, nuestro santo Ser, el Cristo en cada uno de nosotros diremos: 4Soy tal como Dios me creó. 5Declaremos esta verdad tan a menudo como podamos. 6Ésta es la Palabra de Dios que te hace libre. 7Ésta es la llave que abre las puertas del Cielo y te permite entrar a la paz de Dios y a Su eternidad. ¿Qué me enseña esta lección? Cuando observo a la naturaleza, veo inscrito en sus leyes el rostro de la verdad. Cuando observo el proceso de creación de una planta, desde que es semilla hasta que alcanza la condición de fruto, veo una estrecha semejanza con el Proceso de Creación llevado por Dios. Desde su Mente Una emanó Su Voluntad de Crear de Sí Mismo y se expandió. Esa Voluntad somos nosotros Sus Hijos, que al igual, que el fruto, expresa multiplicidad y al mismo tiempo una Unidad, la que comparte con la Semilla-Padre. El fruto es la verdad expresada de la semilla. El Hijo es la Verdad expresada del Padre. Dios nos creó a su Imagen y Semejanza. Somos, al igual que Elohim (El-los Dioses), una Unidad manifestada en la multiplicidad. Como Hijos de Dios, tenemos sus mismos Atributos, somos Voluntad, Amor y somos Inteligencia Creadora. Compartimos con nuestro Creador la Grandeza y la Abundancia. Cualquier pensamiento que no comparta esa realidad ha sido fabricada bajo la creencia del error. Ejemplo-Guía: "Soy el cuerpo con el que experimento la vida" He aquí la causa, la creencia que da lugar al miedo, al sufrimiento, al dolor, y a todas las emociones y sentimientos que nos impiden vivir y experimentar la paz, la felicidad y el descanso verdadero. Si creemos que somos un cuerpo, estamos reconociendo de que somos diferente a nuestro Creador y de que nuestra existencia no es eterna, sino temporal. Ser un cuerpo, significa que vamos a morir. Quiero aprovechar esta Lección para compartir el último punto con el que finaliza el Texto del Curso de Milagros.: Elige de nuevo. La lección que la tentación siempre quiere enseñar, en cualquier forma en que se presente e independientemente de donde ocurra, es ésta: quiere persuadir al Hijo de Dios de que él es un cuerpo, nacido dentro de lo que no puede sino morir, incapaz de librarse de su flaqueza y condenado a lo que el cuerpo le ordene sentir. El cuerpo fija los límites de lo que el Hijo de Dios puede hacer. El poder del cuerpo es la única fuerza de la que el Hijo de Dios dispone y el dominio de éste no puede exceder el reducido alcance del cuerpo. ¿Querrías seguir siendo eso, si Cristo se te apareciese en toda Su gloria, pidiéndote solamente esto?: Elige de nuevo si quieres ocupar el lugar que te corresponde entre los salvadores del mundo, o si prefieres quedarte en el infierno y mantener a tus hermanos allí. Él ha venido, y esto es lo que te está pidiendo. ¿Cómo se lleva a cabo esa elección? ¡Qué fácil de explicar es ésto! Siempre eliges entre tu debilidad y la fortaleza de Cristo en ti. Y lo que eliges es lo que crees que es real. Sólo con que te negases a dejar que la debilidad guiase tus actos, dejarías de otorgarle poder. Y la luz de Cristo en ti estaría entonces a cargo de todo cuanto hicieses. Pues habrías llevado tu debilidad ante Él, y, a cambio de ella, Él te habría dado Su fortaleza. Las pruebas por las que pasas no son más que lecciones que aún no has aprendido que vuelven a presentarse de nuevo a fin de que donde antes hiciste una elección errónea, puedas ahora hacer una mejor y escaparte así del dolor que te ocasionó lo que elegiste previamente. En toda dificultad, disgusto o confusión Cristo te llama y te dice con ternura: "Hermano mío, elige de nuevo”. Él no dejará sin sanar ninguna fuente de dolor, ni dejará en tu mente ninguna imagen que pueda ocultar a la verdad. Él te liberará de toda miseria a ti a quien Dios creó como un altar a la dicha. No te dejará desconsolado, ni solo en sueños infernales, sino que liberará a tu mente de todo lo que te impide ver Su faz. Su santidad es la tuya porque Él es el único Poder que es real en ti. Su fortaleza es la tuya porque Él es el Ser que Dios creó como Su único Hijo. Las imágenes que fabricas no pueden prevalecer contra lo que Dios Mismo quiere que seas. Por lo tanto, jamás tengas miedo de la tentación, sino reconócela como lo que es: una oportunidad más para elegir de nuevo, y dejar que la fortaleza de Cristo impere en toda circunstancia y lugar donde antes habías erigido una imagen de ti mismo. Pues lo que parece ocultar a la faz de Cristo es impotente ante Su majestad y desaparece ante Su santa presencia. Los salvadores del mundo, que ven tal como Él ve, son sencillamente los que eligen la fortaleza de Cristo en lugar de su propia debilidad, la cual se ve como algo aparte de Él. Ellos redimirán al mundo, pues están unidos en el poder de la Voluntad de Dios. Y lo que ellos disponen no es sino lo que Él dispone. Aprende, pues, el feliz hábito de responder a toda tentación de percibirte a ti mismo débil y afligido con estas palabras: Soy tal como Dios me creó. Su Hijo no puede sufrir. Y yo soy Su Hijo. De este modo se invita a la fortaleza de Cristo a que impere y reemplace todas tus debilidades con la fuerza que procede de Dios, la cual es infalible. Y de este modo también, los milagros se vuelven algo tan natural como el miedo y la angustia parecían serlo, antes de que se eligiese la santidad. Pues con esa elección desaparecen las distinciones falsas; las alternativas ilusorias se dejan de lado y no queda nada que interfiera en la verdad. Tú eres tal como Dios te creó, al igual como también lo es toda cosa viviente que contemplas, independientemente de las imágenes que veas. Lo que percibes como enfermedad, dolor, debilidad, sufrimiento y pérdida, no es sino la tentación de percibirte a ti mismo indefenso y en el infierno. No sucumbas a esta tentación, y verás desaparecer toda clase de dolor, no importa dónde se presente, en forma similar a como el sol disipa la neblina. Un milagro ha venido a sanar al Hijo de Dios y a cerrarle la puerta a sus sueños de debilidad, allanando así el camino hacia su salvación y liberación. Elige de nuevo lo que quieres que él sea, recordando que toda elección que hagas establecerá tu propia identidad tal como la has de ver y como creerás que es. No me niegues el pequeño regalo que te pido, cuando a cambio de ello pongo a tus pies la paz de Dios y el poder para llevar esa paz a todos los que deambulan por el mundo solos, inseguros y presos del miedo. Pues se te ha concedido poder unirte a cada uno de ellos, y, a través del Cristo en ti, apartar el velo de sus ojos y dejar que contemplen al Cristo en sí mismos. Hermanos míos en la salvación, no dejéis de oír mi voz ni de escuchar mis palabras. No os pido nada, excepto vuestra propia liberación. El infierno no tiene cabida en un mundo cuya hermosura puede todavía llegar a ser tan deslumbrante y abarcadora que sólo un paso la separa del Cielo. Traigo a vuestros cansados ojos una visión de un mundo diferente, tan nuevo, depurado y fresco que os olvidaréis de todo el dolor y miseria que una vez visteis. Mas tenéis que compartir esta visión con todo aquel que veáis, pues, de lo contrario, no la contemplaréis. Dar este regalo es la manera de hacerlo vuestro. Y Dios ordenó, con amorosa bondad, que lo fuese. ¡Alegrémonos de poder caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir nuevas situaciones donde el regalo de Dios se puede reconocer otra vez como nuestro! Y de esta manera, todo vestigio del infierno, así como los pecados secretos y odios ocultos, desaparecerán. Y toda la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestros ojos cual prados celestiales, que nos elevarán más allá de los tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que apareciese el Cristo. Oídme, hermanos míos, oídme y uníos a mí. Dios ha decretado que yo no pueda llamaros en vano, y en Su certeza, yo descanso en paz. Pues vosotros me oiréis, y elegiréis de nuevo. Y con esa elección todo el mundo quedará liberado. Gracias, Padre, por estos santos seres que son mis hermanos, así como Tus Hijos. La fe que tengo en ellos es Tu Propia fe. Estoy tan seguro de que vendrán a mí como Tú estás de lo que ellos son, y de lo que serán eternamente. Ellos aceptarán el regalo que les ofrezco porque Tú me lo diste para ellos. Y así como yo únicamente quiero hacer Tu santa Voluntad, ésa también será su elección. Te doy gracias por ellos. El himno de la salvación resonará a través del mundo con cada elección que cada uno de ellos haga. Pues compartimos un mismo propósito, y el fin del infierno está cerca. Mi mano se extiende en gozosa bienvenida a todo hermano que quiera unirse a mí para ir más allá de la tentación, y mirar con firme determinación hacia la luz que brilla con perfecta constancia más allá de ella. Dame los míos, pues te pertenecen a Ti. ¿Y podrías Tú dejar de hacer lo que es Tu Voluntad? Te doy las gracias por lo que mis hermanos son. Y según cada uno de ellos elija unirse a mí, el himno de gratitud que se extiende desde la tierra hasta el Cielo se convertirá, de unas Cuantas notas sueltas, en un coro todo-abarcador, que brota de un mundo redimido del infierno y que te da las gracias a Ti. Y ahora decimos "Amén". Pues Cristo ha venido a morar al lugar que, en el sosiego de la eternidad, Tú estableciste para Él desde antes de los orígenes del tiempo. La jornada llega a su fin, y acaba donde comenzó. No queda ni rastro de ella. Ya no se le otorga fe a ninguna ilusión, ni queda una sola mota de oscuridad que pudiese ocultarle a nadie la faz de Cristo. Tu Voluntad se hace, total y perfectamente, y toda la creación Te reconoce y sabe que Tú eres la única Fuente que tiene. La Luz, clara como Tú, irradia desde todo lo que vive y se mueve en Ti. Pues hemos llegado allí donde todos somos uno, y finalmente estamos en casa, donde Tú quieres que estemos. Reflexión: ¿Puedes concebirte como un ser eterno, perfecto e impecable?
24:00
Leccion 109
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Descanso en Dios. 1. Hoy pedimos descanso; y una quietud que las apariencias del mundo no puedan perturbar. 2Pedimos paz y tranquilidad en medio de todo el torbellino nacido de sueños conflictivos. 3Pedimos seguridad y felicidad, aunque lo que parece que vemos es peligro e infortunio. 4Y disponemos del pensamiento que responderá a nuestra petición con lo que pedimos. 2. "Descanso en Dios." 2Este pensamiento te brindará el descanso y el sosiego, la paz y la quietud, así como la seguridad y felicidad que buscas. 3"Descanso en Dios." 4Este pensamiento tiene el poder de despertar la verdad durmiente en ti que posees la visión que ve más allá de las apariencias hasta esa misma verdad en todo el mundo y en todo lo que existe. 5He aquí el fin del sufrimiento para el mundo entero y para todo aquel que jamás haya venido o haya de venir para estar aquí por algún tiempo. 6He aquí el pensamiento mediante el cual el Hijo de Dios nace de nuevo para reconocerse a sí mismo. 3. "Descanso en Dios." 2Completamente impávido, este pensamiento te sacará adelante a través de tormentas y luchas, más allá del infortunio y del dolor, de la pérdida y de la muerte, y te llevará a la certeza de Dios. 3No hay sufrimiento que no pueda sanar. 4No hay problema que no pueda resolver. 5Y no hay apariencia que no se convierta en la verdad ante los ojos de vosotros que descansáis en Dios. 4. Éste es el día de la paz. 2Descansas en Dios, y mientras los vientos del odio dividen el mundo, tu descanso permanece imperturbable. 3Tuyo es el descanso de la verdad. 4Las apariencias no te pueden perturbar. 5Exhortas a todos tus hermanos a que se unan a ti en tu descanso, y ellos te oirán y vendrán a ti porque descansas en Dios. 6No oirán ninguna otra voz excepto la tuya porque tú le entregaste tu voz a Dios, y ahora descansas en Él y dejas que Él hable a través de ti. 5. En Él no tienes inquietudes, preocupaciones, agobios, ansiedades o dolor, ni miedo al futuro ni remordimientos por el pasado. 2Descansas en la intemporalidad, mientras que el tiempo pasa de largo sin dejar marca sobre ti, pues nada puede jamás alterar tu descanso en modo alguno. 3Descansa hoy. 4Y según cierras los ojos, sumérgete en la quietud. 5Permite que estos períodos de descanso y respiro le aseguren a tu mente que todas sus frenéticas fantasías no eran sino los sueños de un delirio febril que ya pasó. 6Deja que tu mente se aquiete y acepte con agradecimiento su curación. 7Ahora que descansas en Dios ya no vendrán a rondarte sueños de terror. 8Dedica tiempo hoy a ir más allá de los sueños, hasta llegar a la paz. 6. En los descansos que hoy tomas cada hora, una mente fatigada de repente se alegrará, un pájaro con las alas rotas romperá a cantar y un arroyo por largo tiempo seco manará de nuevo. 2El mundo renace cada vez que descansas y recuerdas cada hora, que viniste a brindarle la paz de Dios al mundo a fin de que pudiese descansar junto contigo. 7. Cada vez que hoy descansas cinco minutos el mundo se acerca más a su despertar. 2Y el momento en que lo único que haya sea descanso se acerca más a todas las mentes cansadas y exhaustas, demasiado agotadas ahora como para poder seguir adelante solas. 3Y estas mentes oirán al pájaro cantar otra vez y verán el manantial manar de nuevo, y con renacida esperanza y renovado vigor marcharán con paso ligero por la senda que de súbito parece más fácil de recorrer según siguen adelante. 8. Hoy descansas en la paz de Dios, y desde tu descanso exhortas a tus hermanos a que encuentren el suyo y descansen junto a ti. 2Hoy serás fiel a tu cometido, al no olvidarte de nadie e incluir a todos en el infinito círculo de tu paz, el sagrado santuario donde reposas. 3Abre las puertas del templo y deja que tus hermanos distantes y tus amigos más íntimos vengan desde los mas remotos lugares del mundo, así como desde los más cercanos; invítalos a todos a entrar y a descansar contigo. 9. Hoy descansas en la paz de Dios, tranquilo y sin miedo. 2Cada uno de tus hermanos viene a descansar y a ofrecerte a ti su descanso. 3Descansamos juntos aquí, pues así es como nuestro descanso es total, y lo que hoy damos ya lo hemos recibido. 4El tiempo no es el guardián de lo que damos hoy. 5Damos a los que aún no han nacido y a los que ya partieron, a todo Pensamiento de Dios, y a la Mente en la que estos Pensamientos nacieron y en donde descansan. 6Y les recordamos su lugar de descanso cada vez que nos decimos a nosotros mismos: "Descanso en Dios”
16:02
LECCIÓN 108
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Dar y recibir son en verdad lo mismo. 1. La visión depende de la idea de hoy. 2La luz se encuentra en ella, pues reconcilia todos los aparentes opuestos. 3¿Y qué puede ser la luz sino la resolución, nacida de la paz, de fundir todos tus conflictos y pensamientos erróneos en un solo concepto que sea completamente cierto? 4Incluso éste desaparecerá, ya que el Pensamiento que se encuentra tras él aparecerá para ocupar su lugar. 5Y ahora estás en paz para siempre, pues en ese punto al sueño le llega su fin. 2. La verdadera luz que hace posible la verdadera visión no es la luz que los ojos del cuerpo contemplan. 2Es un estado mental que se ha unificado en tal grado que la oscuridad no se puede percibir en absoluto. 3Y de esta manera, lo que es igual se ve como lo mismo, mientras que lo que es diferente ni se nota, pues no está ahí. 3. Ésta es la luz en la que no se pueden ver opuestos, y la visión, al haber sanado, tiene el poder de sanar. 2Ésta es la luz que extiende tu paz interior hasta otras mentes, para compartirla y regocijarse de que todas ellas sean una contigo y una consigo mismas. 3Esta es la luz que sana porque genera una sola percepción, basada en un solo marco de referencia, del que procede un solo significado. 4. Ahí dar y recibir se ven como diferentes aspectos de un mismo Pensamiento, cuya verdad no depende de cuál de esos dos aspectos se vea primero, ni de cuál parezca estar en segundo lugar. 2Ahí se entiende que ambos ocurren simultáneamente, para que el Pensamiento conserve su integridad. 3Y este entendimiento es la base sobre la que se reconcilian todos los opuestos, ya que se perciben desde el mismo marco de referencia que unifica dicho Pensamiento. 5. Un solo pensamiento, completamente unificado, servirá para unificar todos los pensamientos. 2Esto es lo mismo que decir que una sola corrección bastará para que todo quede corregido, o que perdonar a un solo hermano completamente es suficiente para brindarle la salvación a todas las mentes. 3Pues éstos son sólo algunos casos especiales de la ley que rige toda clase de aprendizaje, siempre que esté dirigido por Aquel que conoce la verdad. 6. Aprender que dar es lo mismo que recibir tiene una utilidad especial, ya que se puede poner a prueba muy fácilmente y comprobar que es verdad. 2Y cuando con este caso especial se haya comprobado que en toda circunstancia en que se le ponga a prueba siempre da resultado, el pensamiento subyacente se puede entonces generalizar a otras áreas de duda y de doble visión. 3Y de ahí se expandirá hasta llegar finalmente al único Pensamiento subyacente a todos ellos. 7. Hoy practicaremos con el caso especial de dar y recibir. 2Utilizaremos esta sencilla lección acerca de lo obvio porque produce resultados que no se nos pueden escapar. 3Dar es recibir. 4Hoy intentaremos ofrecerle paz a todo el mundo y ver cuán rápidamente retorna a nosotros. 5La luz es tranquilidad, y en esa paz se nos concede la visión, y entonces podemos verla 8. De este modo damos comienzo a nuestras sesiones de práctica con las instrucciones para hoy, y afirmamos: 2Dar y recibir son en verdad lo mismo. 3Recibiré lo que estoy dando ahora. 4Luego cierra los ojos y piensa durante cinco minutos en lo que quieres ofrecerle a todo el mundo, para así disfrutar de ello. 5Podrías decir por ejemplo: 6Le ofrezco sosiego a todo el mundo. 7Le ofrezco paz interior a todo el mundo. 8Le ofrezco ternura a todo el mundo. 9. Repite cada frase lentamente y luego haz una pequeña pausa, esperando recibir el regalo que diste. 2Este te llegará en la misma medida en que lo diste. 3Te darás cuenta de que recibes una retribución exacta, pues eso es lo que pediste. 4Puede que te resulte útil, asimismo, pensar en alguien a quien dar tus regalos. 5Él representa a los demás y a través de él estarás dándoselos a todo el mundo. 10. Nuestra sencilla lección de hoy te enseñará mucho. 2De ahora en adelante entenderás mucho mejor el concepto de efecto y causa, y nuestro progreso será mucho más rápido. 3Piensa en los ejercicios de hoy como rápidos avances en tu aprendizaje, el cual se acelerará y consolidará cada vez que digas: "Dar y recibir son en verdad lo mismo”: ¿Qué me enseña esta lección? El pensamiento del ego, identificado con el mundo terrenal, con la separación, es dual. Su visión del mundo físico no es ilusoria, sino real, lo que le lleva a interpretar lo externo como la verdad en la que edifica su fortaleza. Cuando las experiencias que vive las interpreta bajo el código, “bueno-malo”, está decidiendo poner en manos de los demás, la causa que da origen a sus fluctuantes estados emocionales. La felicidad, la dicha, la paz, tan sólo son posibles si la respuesta que recibo del exterior me lleva a esos estados. Ignora, que nada externo a él, puede estar separado de su mundo interno. Ignora que lo interno y lo externo son una misma cosa. Ignora que recibir y dar forma parte de una misma verdad. Los valores en los que el ego basa sus creencias, desaparecen cuando el velo de lo ilusorio cae de sus ojos y le permite ver la única verdad: la Unidad. Aquello que recibimos es la respuesta a lo que hemos dado. Es un mismo acto, unido por la Manifestación de la Ley de la Unidad que impera en Todo el Universo. Ejemplo-Guía: "Los opuestos, son complementarios y no enemigos" Implícita en esta Lección, se encuentra una importante enseñanza de las leyes de la metafísica: "lo opuesto se complementa". ¿A qué llamamos opuestos? Para simplificarlo, pondré un ejemplo extraído del conocimiento astrológico. La astrología se fundamenta en el estudio de los Cuatro Elementos: Fuego, Agua, Aire y Tierra. No vamos a entrar en su estudio, pero sí voy a utilizar el mándala que se dibuja al organizar los signos por Elementos. Así vemos, que los signos de Fuego, se oponen a los signos de Aire y los signos de Agua se oponen a los signos de Tierra. Si aplicamos la ley metafísica que hemos anunciado, dichos signos que forman oposición se complementan. ¿Y esto qué quiere decir? Pues si analizamos las generalidades de cada Elemento, vemos que el Fuego depende de su opuesto el Aire para su existencia. Un fuego sin aire (oxígeno) se extingue. De igual modo, el Elemento Agua opuesto a la Tierra, depende de ésta, para lograr que el elemento líquido tenga unos límites físicos donde poder contenerse. Esto que decimos, si lo aplicamos a las connotaciones y significado de cada Elemento le sacamos un gran jugo. Pero ese no es el objetivo de este análisis. Hemos visto que lo que llamamos opuesto, se complementan y con ello, lo que hemos aprendido es que su trabajo conjunto hace posible la vida, lo que traducido a otra terminología, haría posible la conciencia. Si nos llevamos esta ley a las relaciones humanas, podemos igualmente aplicarla con una gran beneficio para nuestro estado conciencial y evolutivo. Por ejemplo en las relaciones especiales de pareja. Hombre y mujer se complementan, pero dicho trabajo de complementación exige una importante reflexión. ¿Qué pasa cuando el Elemento Fuego se manifiesta en exceso? ¿Qué ocurre cuando el Elemento Agua se expresa en exceso? Ocurre que el Fuego lo devora todo y el Agua inunda a la Tierra. Lo mismo ocurre con las relaciones de pareja. Hemos dicho que su aparente oposición es una llamada a la complementación, pero también es cierto, que se requiere que ambas partes se expresen en su justa medida, es decir, sin excesos de ego, pues si así lo hacen, la relación, una oportunidad de unificación, no llegará a buen puerto. ¿Qué debemos hacer para que esto no suceda? Desaprender lo aprendido, lo que significa que debemos cambiar la creencia basada en la separación y en su lugar, fortalecer la creencia en la unidad. Si afrontamos la experiencia de relación con esta visión, ya no creeremos que el otro es un ser separado a nosotros, sino que es nuestro propio espejo. En la experiencia de dar y recibir, ocurre lo mismo. Si creemos que el mundo que nos rodea está fuera de nosotros; si creemos que el otro es alguien separado, entonces justificaremos nuestra errónea creencia de que cuando damos, estamos perdiendo lo que damos. Seremos incapaces de establecer ese vínculo estrecho que hace que una vivencia dual se complemente en la unicidad, o lo que es lo mismo, que tenga la certeza de que dar y recibir forman parte de un mismo eje. Al igual como ocurre con la manifestación de los Elementos, es preciso que tanto el acto de dar como el de recibir se expresen armoniosamente, sin excesos, pues de lo contrario, el que da de manera arbitraria persigue intereses egoístas y el que busca recibir de manera descontrolada, no entiende que es preciso sembrar para cosechar. Reflexión: ¿Has tenido alguna experiencia en la que hayas comprobado la afirmación "dar es recibir"?
20:41
LECCIÓN 107
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
La verdad corregirá todos los errores de mi mente. 1. ¿Qué otra cosa puede corregir las ilusiones sino la verdad? 2¿Y qué son los errores sino ilusiones que aún no se han reconocido como tales? 3Allí donde la verdad ha hecho acto de presencia los errores desaparecen. 4Simplemente se desvanecen sin dejar ni rastro por el que se pudiesen recordar. 5Desaparecen porque, sin la creencia que los sustenta, no tienen vida. 6De este modo, se disuelven en la nada de donde provinieron. 7Del polvo vienen y al polvo volverán, pues lo único que queda es la verdad. 2. ¿Puedes imaginarte lo que sería un estado mental en el que no hubiese ilusiones? 2¿Qué sensación te produciría? 3Trata de recordar algún momento -quizá un minuto, o incluso menos- en el que nada vino a perturbar tu paz; en el que te sentiste seguro de ser amado y de estar a salvo. 4Trata entonces de imaginarte cómo sería si ese momento se pudiera extender hasta el final del tiempo y hasta la eternidad. 5Luego deja que la sensación de quietud que sentiste se multiplique cien veces, y luego cien veces más. 3. Entonces tendrás un atisbo, que no es más que un leve indicio del estado en el que tu mente descansará una vez que haya llegado la verdad. 2Sin ilusiones no puede haber miedo, dudas o ataque. 3Cuando la verdad llegue todo dolor cesará, pues no habrá cabida en tu mente para pensamientos transitorios e ideas muertas. 4La verdad la ocupará por completo y te liberará de todas tus creencias en lo efímero. 5No habrá cabida para éstas porque la verdad habrá llegado y ahora dichas creencias no estarán en ninguna parte. 6No se pueden encontrar, pues ahora la verdad lo ocupa todo eternamente. 4. Cuando la verdad llega no se queda sólo por un rato para luego desaparecer o convertirse en otra cosa. 2Su forma no cambia ni varía, ni ella va y viene, para luego volver a irse y regresar de nuevo. 3Permanece exactamente como siempre fue, de manera que podamos contar con ella en caso de cualquier necesidad, y confiar, con perfecta certeza, en que estará con nosotros en todas las aparentes dificultades y dudas que engendran las apariencias que el mundo presenta. 4Éstas simplemente desaparecerán cuando la verdad corrija los errores de tu mente. 5. Cuando la verdad llega trae en sus alas el don de la perfecta constancia, así como un amor que no se arredra ante el dolor, sino que mira, con seguridad y firmeza, más allá de él. 2He aquí el don de la curación, pues la verdad no necesita defensa y, por lo tanto, no es posible ningún ataque. 3Las ilusiones pueden llevarse ante la verdad para ser corregidas. 4Pero la verdad se alza muy por encima de las ilusiones, y no puede ser llevada ante éstas para hacer que sean verdad. 6. La verdad no va y viene, no cambia ni varía, adoptando una apariencia ahora y luego otra, evitando la captura y evadiendo la aprehensión. 2No se oculta. 3Se alza en plena luz, claramente accesible. 4Es imposible que alguien que la busque verdaderamente no la pueda encontrar. 5Este día le pertenece a la verdad. 6Dale lo que le corresponde, y ella te dará lo que es tuyo. 7No fuiste creado para sufrir y morir. 8La Voluntad de tu Padre dispone que esos sueños desaparezcan. 9Deja que la verdad los corrija. 7. No estamos pidiendo lo que no tenemos. 2Estamos pidiendo simplemente lo que nos pertenece, de manera que podamos reconocer que es nuestro. 3Hoy practicamos con la feliz certeza que emana de la verdad. 4Los titubeantes e inestables pasos de la ilusión no serán nuestro enfoque hoy. 5Estamos tan seguros de que vamos a triunfar como de que vivimos, de que tenemos esperanzas y de que respiramos y pensamos. 6No tenemos ninguna duda de que hoy caminamos con la verdad, y contamos con ella para que forme parte de todos los ejercicios que habremos de hacer en este día. 8. Comienza pidiéndole a Aquel que te acompaña en esta empresa que permanezca en tu conciencia conforme vas con Él. 2Tú no estás hecho de carne, sangre y huesos, sino que fuiste creado por el mismo Pensamiento que le concedió a Él el don de la vida. 3Él es tu Hermano, y tan parecido a ti que tu Padre sabe que ambos sois lo mismo. 4Es a tu propio Ser al que le pides que te acompañe, y ¿cómo podría Él no estar donde tú estás? 9. La verdad corregirá todos los errores de tu mente que te dicen que puedes estar separado de Él. 2Habla con Él hoy, y comprométete a permitir que Su función se realice a través de ti. 3Compartir Su función es compartir Su dicha. 4Dispones de Su confianza cuando dices: 5La verdad corregirá todos los errores de mi mente, y descansaré en Aquel que es mi Ser. 6Deja entonces que Él te guíe dulcemente hacia la verdad, la cual te envolverá y te llenará de una paz tan profunda y serena que te será difícil regresar al mundo que te es familiar. 10. Aun así, te sentirás feliz de volver a ver ese mundo. 2Pues traerás contigo la promesa de los cambios que la verdad que te acompaña habrá de efectuar en él. 3Éstos serán cada vez mayores con cada regalo de cinco breves minutos que le hagas a Él, y los errores que rodean al mundo quedarán corregidos a medida que permitas que se corrijan en tu mente. 11. No te olvides hoy de tu función. 2Cada vez que te dices a ti mismo con absoluta certeza: "La verdad corregirá todos los errores de mi mente" hablas en nombre de todos y de Aquel que liberará al mundo según te libere a ti. ¿Qué me enseña esta lección? La Verdad es lo Real. A diferencia de la ilusión, la Verdad es Eterna y Perfecta, pues su origen es Dios. La Verdad nos revela lo que verdaderamente Somos: Un Ser Espiritual, que junto al resto de la Filiación, ostenta la condición de Hijos de Dios. Hoy, una anécdota, me ha llevado a reflexionar sobre la razón de su mensaje. Dicha anécdota me llevaba a utilizar los recursos de otra persona, para poder conseguir mis propósitos. Habitualmente, podía hacerlo por mis propios medios, sin embargo, hoy dependía de ella para poder conseguirlo. Mi propósito era compartir, con el afán de enseñar…, pero ese intento, quedaba fallido si no contaba con la ayuda de esta amiga. Hablamos y compartimos la anécdota. Sus palabras fluyeron para mí. Creo que ella no era totalmente consciente de su propio mensaje; era como si alguien se lo inspirase. Pero sus palabras me “resonaron”; intuí que su contenido me estaba revelando algo sumamente importante. Buscaba enseñar y aprendí una gran lección. La Verdad se manifestó corrigiendo errores de mi mente. Son errores fraguados por la sutilidad del ego. Tuve la certeza de que fruto de aquella reflexión, algo en mi interior era diferente. Veía con mayor claridad. Ahora veía la Verdad. Esa Verdad había sustituido al error. Ese error, tan sutil, ya no se encontraba. Había desaparecido, al igual como desaparece un virus cuando el antivirus lo elimina. Fue instantáneo. Ya conseguía compartir de nuevo por mi mismo, pero ahora la “intención” es otra. Ya no me mueve el sutil deseo de querer enseñar, sino el único propósito de aprender, compartiendo la enseñanza. Ejemplo-Guía: "¿Por qué no pedimos lo que nos pertenece? La causa fundamental se encuentra en la creencia errónea en la necesidad, la cual nos lleva a identificarnos con la escasez. Necesidad y escasez son condiciones fabricadas por el ego, el cual fundamenta sus creencias en la falsa idea de la separación. Pedimos, cuando creemos que no tenemos, cuando pensamos que nos falta aquello que pedimos. Si pido luz, es porque creo encontrarme en la oscuridad y pienso que alguien o algo, externo a nosotros, puede ofrecérnoslo. Siempre pedimos aquello que no tenemos. Sin embargo, cuando pedimos amor, luz, felicidad, dicha, abundancia, estamos en un error. Pensamos que no tenemos esos dones, pero sin embargo, esos dones nos pertenecen, es decir, forman parte de nuestra verdadero Ser, nuestra identidad espiritual. Cada vez que pedimos, desde la necesidad,lo hacemos desde la visión del ego. Cuando pedimos desde la consciencia espiritual, pedimos expandir lo que nos pertenece y es dando, es compartiendo, que conservamos lo que damos. Esta reflexión nos invita a retomar el eje central de esta maravillosa Lección, la ilusión, la creencia en la separación, en la necesidad y en la escasez, desaparecen cuando elegimos identificarnos con el ser espiritual que somos, es decir, con la verdad. La única verdad que es real y eterna, es la que nos revela que somos Hijos de Dios, un Ser Espiritual, inocente, perfecto y pleno. Si mantenemos nuestra conciencia de lo que realmente somos, la ilusión se desvanece y todo el sistema de pensamiento del ego cede su hegemonía a la visión de la unidad. En ocasiones, al menos es mi experiencia, conseguimos depositar toda nuestra conciencia en el Ser que Somos. Nuestros pensamientos, sentimientos y emociones se elevan hacia ese estado de consciencia y experimentamos un instante de exaltación. He intentado mantener dicho estado permanentemente, pero soy consciente, de que el hecho de lo lograrlo no responde a que dicha experiencia no sea verdad, todo lo contrario, responde a que no he conseguido mantener mi atención hacia la dirección correcta y cuando ne he querido dar cuenta, me he sorprendido, nuevamente, sirviendo a viejos deseos y a pensamientos con cierto sabor a rancio. Tengo la certeza, de que es mi elección. Es la verdad la que me aguarda y no al revés. No es que la verdad tenga que venir a mi, sino yo el que tengo que prestarle toda mi atención. La verdad corregirá todos los errores de mi mente, y descansaré en Aquel que es mi Ser. Reflexión: Sin ilusiones no puede haber miedo.
54:12
LECCIÓN 106
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Déjame aquietarme y escuchar la verdad. 1. Si no le prestases atención a la voz del ego, por muy ensordecedora que parezca ser su llamada; si no aceptases sus míseros regalos que no te aportan nada que realmente quieras, y si escuchases con una mente receptiva que no te haya dicho lo que es la salvación, podrías entonces oír la poderosa Voz de la verdad, serena en su poder, fuerte en su quietud y absolutamente segura de Sus mensajes. 2. Escucha, y oye a tu Padre hablarte a través de la voz que Él ha designado sea su Voz, la cual acalla el estruendo de lo que no tiene sentido y les muestra el camino de la paz a los que no pueden ver. 2Aquiétate hoy y escucha la verdad. 3No te dejes engañar por las voces de los muertos, que te dicen que han encontrado la fuente de la vida y te la ofrecen para que creas en ella. 4No les hagas caso, antes bien, escucha la verdad. 3. Hoy no tengas miedo de eludir las voces del mundo. 2Sigue adelante con paso ligero más allá de su insensata persuasión. 3No les prestes oídos. 4Aquiétate hoy y escucha la verdad. 5Ve más allá de todas las cosas que no hablen de Aquel que tiene tu felicidad en Sus manos, y que te la ofrece con calidez y amor. 6Escúchalo únicamente a Él hoy, y no te demores más en llegar hasta Él. 7Escucha una sola Voz hoy. 4. Hoy se cumple la promesa de la Palabra de Dios. 2Escucha y permanece en silencio. 3Él quiere hablarte. 4Él viene a ti con milagros que son mil veces más jubilosos y más maravillosos que los que tú jamás hayas podido soñar o desear en tus sueños. 5Sus milagros son verdad. 6No se desvanecerán cuando al sueño le llegue su fin. 7Por el contrario, son los que darán fin al sueño; y perdurarán eternamente, pues proceden de Dios para Su Hijo bienamado, cuyo otro nombre eres tú. 8Prepárate hoy para los milagros. 9Permite que hoy se cumpla la ancestral promesa que tu Padre te hizo a ti y a todos tus hermanos. 5. Óyelo hoy, y escucha la Palabra que levanta el velo que cubre la tierra y que despierta a todos los que duermen y no pueden ver. 2Dios los llama a través de ti. 3Él necesita tu voz para hablarles, pues, ¿quién sino el Padre podría llegar hasta el Hijo, llamándolo a través de tu Ser? 4Óyelo hoy, y ofrécele tu voz para que Él pueda hablarle a las multitudes que esperan a oír la Palabra que Él pronunciará hoy. 6. Estáte listo para la salvación. 2Está aquí, y hoy se te concederá. 3Y descubrirás cuál es tu función por medio de Aquel que la eligió por ti en Nombre de tu Padre. 4Escucha hoy, y oirás una Voz que resonará por todo el mundo a través de ti. 5El Portador de todos los milagros necesita que tú los recibas primero, para que así te conviertas en el feliz dador de lo que has recibido. 7. Así comienza la salvación y así termina: cuando todo sea tuyo y lo hayas dado completamente, permanecerá contigo para siempre. 2La lección se habrá aprendido. 3Hoy vamos a practicar lo que es dar, pero no de la manera en que lo entiendes ahora, sino tal como es. 4Los ejercicios de cada hora deben ir precedidos de esta plegaria de iluminación: 5Me aquietaré y escucharé la verdad. 6¿Qué significa dar y recibir? 8. Pregunta, y confía en que se te contestará. 2Lo que pides es algo cuya respuesta ha estado esperando mucho tiempo a que la aceptes. 3Dicha respuesta representará el comienzo del ministerio para el que viniste, el cual liberará al mundo de la creencia de que dar es una manera de perder. 4De este modo el mundo se prepara para entender y para recibir. 9. Aquiétate y escucha la verdad hoy. 2Por cada cinco minutos que pases escuchando, mil mentes se abrirán a la verdad y oirán la santa Palabra que tú oyes. 3Y cuando la hora haya pasado, liberarás mil más que harán una pausa para pedir que la verdad les sea revelada tanto a ellas como a ti. 10. Hoy se cumple la santa Palabra de Dios cuando tú la recibes para darla, de manera que puedas enseñarle al mundo lo que significa dar, escuchándolo y aprendiéndolo de Él. 2No te olvides hoy de reforzar tu decisión de escuchar y recibir la Palabra, repitiendo el siguiente recordatorio tan a menudo como te sea posible: 3Déjame aquietarme y escuchar la verdad. 4Hoy soy el mensajero de Dios. 5Mi voz es Suya para dar lo que recibo. ¿Qué me enseña esta lección? Como continuación de la Lección de ayer, el proceso del aprendizaje de la acción de dar y recibir se complementa con el mensaje de hoy. Mientras permanezcamos identificados con las falsas creencias del ego, no conseguiremos aprender el significado de esta lección. El dar y el recibir, mientras que tengamos conciencia dual, no se relacionan entre sí. Cuando damos, pensamos que perdemos y, cuando nos decidimos a dar, lo hacemos con el deseo de obtener. Es preciso acallar las voces que nos llegan desde el ego, desde la creencia de carencia y de imperfección y, desde ese estado de silencio interno, prestar atención al mensaje que nuestro Espíritu nos hace llegar, invitándonos a expresar nuestra Abundancia y Plenitud. En mi papel de padre, a nivel físico, cuando mi hijo me requiere y me solicita ayuda, mi entrega es total. Siento cómo mi ser se expande hasta él, con el propósito de dar respuesta a su demanda, sin que a cambio de esa entrega, reclame comisión o servicio compensatorio alguno. Ese acto, me aporta una profunda satisfacción. Si traslado mi actitud y la elevo a la respuesta que nos aporta nuestro Padre, tengo la máxima certeza de que el acto de dar y recibir, forma parte de nuestra condición espiritual, de nuestra función como Hijos de Dios. Ejemplo-Guía: "No consigo aquietar mi mente" Es lógico pensar, que la experiencia de la quietud mental se nos resista. Desde pequeños se nos enseña a formar parte del mundo del "ruido". De un ruido externo y del ruido interno. Es más, diría que uno es la causa del otro, es decir, si en nuestra mente hay ruido, nuestra propia mente proyectará ese ruido al exterior, llevándonos a experimentarlo como un efecto. Ahora, le estamos haciendo una nueva invitación a nuestra mente. Le estamos pidiendo que se aquiete, que practique una nueva vibración, donde la nota principal es el silencio. ¿Qué significa esta nueva propuesta? ¿Tenemos que dejar de pensar? ¿Cómo es posible si somos una emanación de la Mente de Dios? El ruido procede de la orientación que damos a nuestra mente, la cual, como ya sabemos, puede servir a la dualidad (creencia de separación) o a la unidad (filiación). Si sirve a la dualidad, es el ego el que toma el timón de nuestra nave y su destino no es otro que alcanzar el estado de bien-estar, para lo cual basa toda su estrategia en el poseer, en el recibir, pero sin dar. Esto tan solo es posible conseguirlo con estrategias basadas en el arte del ataque, la mentira, el engaño, etc. Si sirve a la unidad, es el Espíritu el que gobierna nuestra nave y su destino nos conduce hacia el bien-ser, para lo cual basa su estrategia en extender y compartir su condición natural, esto es, en Amar o lo que es lo mismo en vivir la experiencia de car/recibir desde la unidad. Por lo tanto, tenemos identificado al ruido con la mente que sirve al ego, a la dualidad y al silencio con la mente que sirve al Espíritu, a la unidad. Cuando la mente sirve al Espíritu, no es que no pensemos. Lo único que cambia con respecto a la mente que sirve al ego, es que nuestro pensamiento escucha usa sola Voz. Este estado se consigue con práctica. Ya decíamos al principio que habrá resistencias. Es un tema de elección. Nuestra mente, con la nueva propuesta, seguirá emanando pensamientos, como está acostumbrada a hacerlo, pero dependerá de nuestra atención, de nuestra elección, el que le prestemos nuestra energía y la hagamos real. La elección no es difícil de entender. Ya hemos identificado los matices de servir a un "señor" u otro. Lo importante es darse cuenta de que el silencio, la quietud, depende de nuestra elección. Desde la certeza de lo que realmente somos, aprenderemos a prestar atención a aquellos pensamientos que nos mantenga conectados con nuestro Espíritu. En la medida en que hagamos esto, nuestra visión y nuestra relación con el mundo cambiará. Donde antes veíamos separación, ahora vemos unidad. Donde antes veíamos culpa, ahora vemos inocencia. Donde antes veíamos odio, ahora vemos perdón. Donde antes veíamos sufrimiento, ahora vemos felicidad. Donde antes veíamos pérdida ahora vemos abundancia. Si esa es nuestra visión renovada, es la evidencia de que el simple hecho de verla fuera de nosotros responde a la realidad de que forma parte de nuestro interior, de nuestro Yo. Reflexión: ¿Crees que cuando das, pierdes? ¿Crees que para recibir hay que dar?
22:57
LECCIÓN 105
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Mías son la paz y la dicha de Dios. 1. La paz y la dicha de Dios te pertenecen. 2Hoy las aceptaremos, sabiendo que son nuestras. 3Y trataremos de entender que estos regalos se multiplican a medida que los recibimos. 4No son como los regalos que el mundo da, en los que el que hace el regalo pierde al darlo, y el que lo recibe se enriquece a costa de la pérdida del que se lo dio. 5Eso no son regalos, sino regateos que se hacen con la culpabilidad. 6Los regalos que verdaderamente se dan no entrañan pérdida alguna. 7Es imposible que alguien pueda ganar a costa de la pérdida de otro. 8Ello implicaría un límite y una condición de insuficiencia. 2. Ésa no es la manera de hacer regalos. 2Tales "regalos" no son sino tratos que se hacen con vistas a obtener algo más valioso; préstamos con intereses que se tienen que pagar en su totalidad; créditos a corto plazo, en los que el que recibió el regalo se compromete a pagar con creces lo recibido. 3Esta extraña distorsión de lo que significa dar impera en todos los niveles del mundo que ves. 4Priva de todo sentido a cualquier regalo que das, y hace que los que aceptas no te aporten nada. 3. Uno de los principales objetivos de aprendizaje de este curso es invertir tu concepto de lo que es dar, de modo que puedas recibir. 2Pues dar se ha convertido en una fuente de temor, y, así, evitas emplear el único medio a través del cual puedes recibir. 3Acepta la paz y la dicha de Dios, y aprenderás a ver lo que es un regalo de otra manera. 4Los regalos de Dios no disminuyen cuando se dan. 5Por el contrario, se multiplican. 4. De la misma manera en que la paz y la dicha del Cielo se intensifican cuando las aceptas como los regalos que Dios te da, así también la dicha de tu Creador aumenta cuando aceptas como tuyas Su dicha y Su paz. 2Dar verdaderamente equivale a crear. 3Extiende lo que no tiene límites a lo ilimitado, la eternidad hasta la intemporalidad y el amor hasta sí mismo. 4Añade a todo lo que ya está completo, mas no en el sentido de añadir más, pues eso implicaría que antes era menos. 5Añade en el sentido de que permite que lo que no puede contenerse a sí mismo cumpla su cometido de dar todo lo que tiene, asegurándose así de que lo poseerá para siempre. 5. Acepta hoy la paz y la dicha de Dios como tuyas. 2Permite que Él se complete a Sí Mismo, tal como Él define lo que es estar completo. 3Comprenderás que lo que le brinda compleción a Él se la brinda también a Su Hijo. 4Él no puede dar a través de pérdidas. 5Ni tú tampoco. 6Acepta hoy Su regalo de dicha y de paz, y Él te dará las gracias por el regalo que le haces. 6. Nuestras sesiones de práctica de hoy comenzarán de manera ligeramente distinta. 2Da comienzo al día pensando en aquellos hermanos a quienes les has negado la paz y la dicha a las que tienen derecho de acuerdo con las equitativas leyes de Dios. 3Al negárselas a ellos fue cuando te las negaste a ti mismo. 4Y a ese punto es adonde tienes que volver para reivindicarlas como propias. 7. Piensa en tus 'enemigos' por un rato y dile a cada uno de ellos según cruce tu mente: 2Hermano, te ofrezco paz y dicha para que la paz y la dicha de Dios sean mías. 3De esta manera te preparas para reconocer los regalos que Dios te ha dado, y permites que tu mente se libre de todo lo que te podría impedir triunfar hoy. 4Ahora estás listo para aceptar el regalo de paz y de dicha que Dios te ha dado. 5Ahora estás listo para experimentar la dicha y la paz que te has negado a ti mismo. 6Ahora puedes decir: "Mías son la paz y la dicha de Dios", pues has dado lo que quieres recibir. 8. Si preparas tu mente tal como te hemos indicado, no podrás sino tener éxito hoy. 2Pues habrás permitido que se levanten todas las barreras que te separan de la paz y de la dicha, y que por fin te llegue lo que es tuyo. 3Di, pues, para tus adentros: "Mías son la paz y la dicha de Dios" ; cierra los ojos por un rato y deja que Su Voz te asegure que las palabras que pronuncias son verdad. 9. Pasa hoy cinco minutos con Él de esta manera cada vez que puedas, pero no creas que menos tiempo de eso no tiene valor cuando no le puedas dedicar más. 2Cuando menos, acuérdate de repetir cada hora las palabras que lo exhortan a que te dé lo que es Su Voluntad dar y lo que es Su Voluntad que tú recibas. 3Proponte hoy no interferir en Sus designios. 4Y si algún hermano pareciese tentarte a que le niegues el regalo que Dios le ha hecho, considera eso como una oportunidad más para permitirte a ti mismo aceptar los regalos de Dios como tuyos. 5Bendice entonces a tu hermano lleno de agradecimiento y di: 6Hermano, te ofrezco paz y dicha para que la paz y la dicha de Dios sean mías. ¿Qué me enseña esta lección? Principalmente, me enseña el verdadero significado de la acción de dar. Para el ego, dar es perder y establece una relación de culpabilidad que nos lleva a la exigencia de tener que devolver con interés lo que nos han dado. Sin embargo, el acto de dar es semejante al acto de crear, pues ambos se basan en la voluntad de expandir lo que Somos. Cuando damos, compartimos una parte de nuestro Ser y en dicha acción, no va implícita la necesidad de recibir en la misma medida que hemos dado pues, en nuestra mente debe existir la Unidad, de tal modo, que Somos Uno con el Otro y ya no necesitamos recibir lo que ya tenemos. Cuando damos desde la Unidad, desde el Amor, estamos proyectando la Verdad al mundo y estamos propiciando que nuestros hermanos tomen consciencia de Ella. Al mismo tiempo que enseñamos a dar, estamos aprendiendo a dar, pues las mentes se unen en la sagrada función de crear dicha, paz y felicidad. Ejemplo-Guía: "Si te doy lo que tengo, tu qué me das..." Unas reflexiones de inicio: ¿Qué precios le pones a lo que das? ¿Qué esperas a cambio? ¿Cuando das, pierdes? Cuando niegas dar, te estás negando a recibir y darte a ti mismo. Desde que nacemos a este mundo, iniciamos un largo aprendizaje en el arte de dar y recibir. Desde los primeros estímulos de nuestros padres (incluso durante el periodo que permanecemos en el vientre materno), nos invitan a responder de una manera u otra. Las suaves caricias nos estimulan positivamente, por lo que nuestras reacciones responderán de manera grata y nuestro rostro emitirá gestos de felicidad. En cambio, los ambientes tensos y conflictivos, nos provocan reacciones turbulentas que nos llevan a expresarnos en llantos y expresiones de dolor. Esta dinámica, se va extendiendo a periodos de crecimiento posteriores. Si bien pueden darse circunstancias diferentes, el eje motriz que las caracteriza a todas, es la acción-reacción, o lo que es lo mismo, lo que traducimos como el aprendizaje de dar y recibir. Tenemos que se habilidosos, despiertos e inteligentes para sobrevivir en un ambiente hostil, en el sentido de que los "débiles" reciben menos que los fuertes, y lo poco que reciben, lo hacen a un elevado coste. La experiencia de recibir, en la mayoría de las ocasiones, se asocia a trabajo duro y sacrificado y si no es así, para los más "avispados", recibir es cuestión de tomar lo que no es nuestro. Este tema nos sonará, pues es una casuística muy común de la que nos hablan los medios de comunicación. Si para tener he de trabajar duro, prefiero no hacerlo y apropiarme de lo que tiene el de al lado, sin que me preocupe lo más mínimo el esfuerzo que le haya costado conseguir lo que le hemos quitado. También nos encontramos en esta fauna humana, al que temeroso de que le roben lo que tiene, se centra en custodiar sus pertenencias. A veces para lograrlo (mejor dicho cree que lo logra) invierte en estrategias y medios de seguridad y cuando no, se limita a atacar a los que califica como los posibles asaltantes. Vamos un disparate. El dar y el recibir, lo hemos trastocado un poco. Lo que debe ser una simple relación causal, le hemos añadido nuestro toque particular, haciendo de ello, un trámite bursatil, una negociación, donde hay un fuerte y un débil, no hay partes iguales. El que da, lo hace si recibe a cambio un beneficio que le haga productiva su inversión. No damos por condición, sino que damos por un interés egoísta. De dicha relación entre el dar y el recibir, de su adulteración, suelen producirse efectos secundarios, es decir, secuelas que nos afectan a nivel de creencias. Por ejemplo, podemos encontrarnos a quien no sabe recibir. Tiene un profundo bloqueo que le impide acercarse a esta experiencia de una forma natural y sana. Es el típico que prefiere cargarse de tareas antes que aceptar ayuda de los que le rodean. Es como si un sentimiento de culpa le pesara y no le dejará fluir con amor. Por supuesto, la gran mayoría de nosotros creemos que al dar perdemos lo que damos, lo que nos lleva a dar desde el miedo a la escasez y a la necesidad. Si creemos que dando perdemos, entonces haremos real esa experiencia. Aquello que damos es lo que vamos a recibir. Si damos con miedo a la pérdida, recibiremos pérdida. Aquello que nos negamos a dar al otro, en verdad nos lo estamos negando a nosotros mismo. Ya lo hemos visto en otras lecciones, el otro es nuestro espejo, nuestra proyección, y nuestra relación con él, habla de nosotros y no de él o ellos. Reflexión: ¿Crees que ganar a costa de la pérdida de otro te puede otorgar paz?
21:49
LECCIÓN 104
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Busco únicamente lo que en verdad me pertenece. 1. La idea de hoy continúa con el tema de que la dicha y la paz no son sueños vanos. 2Tienes derecho a ellos por razón de lo que eres. 3Te llegan procedentes de Dios, Quien no puede dejar de darte lo que Él dispone. 4Pero primero tiene que haberse preparado un lugar donde recibir Sus dones. 5Pues éstos no son bien acogidos por la mente que ha aceptado los regalos que ella misma fabricó allí donde sólo a los de Dios les corresponde estar. 2. Hoy queremos deshacernos de cuanto regalo inútil nosotros mismos hayamos fabricado y depositado ante el santo altar donde sólo a los dones de Dios les corresponde estar. 2Sus dones son los que en verdad son nuestros. 3Sus dones son los que heredamos desde antes de que el tiempo comenzara, y los que seguirán siendo nuestros después de que el tiempo haya pasado a ser eternidad. 4Sus dones son los que se encuentran en nosotros ahora, pues son intemporales. 5Y no tenemos que esperar a que sean nuestros. 6Son nuestros hoy. 3. Elegimos, por lo tanto, tenerlos ahora, sabiendo que al elegirlos en lugar de lo que nosotros mismos hemos fabricado, no estamos sino uniendo nuestra voluntad a la de Dios y reconociendo que ambas disponen lo mismo. 2Nuestros períodos de práctica más prolongados de hoy, los cinco minutos que cada hora le dedicamos a la verdad para tu salvación, deben comenzar con lo siguiente: 3Busco únicamente lo que en verdad me pertenece, y la dicha y la paz son mi herencia. 4Deja a un lado entonces los conflictos mundanos que ofrecen otros regalos y otros objetivos que sólo pueden perseguirse en un mundo de sueños y que se componen de ilusiones, de las cuales dan testimonio. 4. Dejamos todo esto a un lado y, en su lugar, buscamos aquello que verdaderamente es nuestro cuando pedimos poder reconocer lo que Dios nos ha dado. 2Despejamos en nuestras mentes un santo lugar ante Su Altar, en el que Sus dones de paz y felicidad son bien recibidos y al que venimos a encontrar lo que Él nos ha dado. 3Venimos llenos de confianza hoy, conscientes de que lo que Él da es lo que en verdad nos pertenece. 4Y ya no deseamos nada más, pues no hay nada más que en verdad nos pertenezca. 5. De esta manera, despejamos hoy el camino para Él, al reconocer simplemente que Su Voluntad ya se ha cumplido y que la dicha y la paz nos pertenecen por ser Sus eternos dones. 2No nos permitiremos perderlos de vista entre cada uno de los períodos en que venimos a buscarlos allí donde Él los depositó. 3Traeremos a la memoria el siguiente recordatorio tan a menudo como podamos: 4Busco únicamente lo que en verdad me pertenece. 5Lo único que quiero son los dones de dicha y paz de Dios. ¿Qué me enseña esta lección? Ningún regalo, promesa del ego, puede aportarnos dicha y felicidad. Desde una conciencia basada en la carencia, el ego siente la necesidad de llenar esos vacíos y se entrega a la conquista de objetivos que, ilusoriamente, le lleva a obtener riquezas que atesora guiado por el miedo a perderlo si lo comparte. El ego adora los múltiples ídolos que fabrica e instala su seguridad en los valores efímeros de los mismos. Cuanto más atesora, mayor es su inseguridad, su temor a la pérdida. Su demencia llega a extremos inimaginables y el sufrimiento permanente, le impide gozar de uno sólo instante de dicha y felicidad. Es imposible ese encuentro, cuando en nuestra mente se dan cita el miedo, la culpa, el castigo, la carencia y la separación. Tan sólo cuando conseguimos despertar al Amor, a la Unidad, al Perdón, a la Abundancia, tan sólo entonces, conseguiremos que se produzca el encuentro con lo que verdaderamente nos pertenece, la dicha y la felicidad. Ejemplo-Guía: "¿Estás dispuesto a vivir en el Gozo? Si tu respuesta es afirmativa, lo que realmente estás manifestando es tu certeza de saber quién eres en realidad, tu certeza de que te encuentras provisionalmente experimentando el sueño de la ilusión, tu certeza de que tuviste un pensamiento errado y ahora reconoces cuál es tu verdadera función. La experiencia del Gozo siempre nos ha estado aguardando, pues fue el regalo con el que nuestro Creador nos obsequió al expandirnos de Su Fuente. No podemos ser diferente a Su Esencia, pues hemos sido emanados de Ella. Pero, nuestra capacidad de elección, nos llevó a depositar otros regalos procedentes de la proyección de la mente dividida, la cual fabricó nuevas creencias que ocuparon el lugar donde anteriormente se encontraba la condición natural del Gozo. Gozar, tan solo es posible cuando experimentamos la Comunión con nuestro Creador y vivimos desde Su Unidad. El Gozo es una experiencia inefable de Paz interior que nos lleva a vivir la vida con la plena aceptación, con la plena certeza de que somos el Hijo de Dios. Si nos acercamos al Gozo desde la visión dual del ego, emitiremos argumentos que traten de justificar nuestra creencia en que el gozo está basado en la experiencia de posesión, de bien-estar. Desde es punto de vista, estaremos dispuestos a emprender cualquier acción con el único propósito de hacer realidad la experiencia del gozo, es decir, de asegurar que nada ni nadie puede arrebatarnos nuestras posesiones, las cuales la hemos convertido en el ídolo de nuestra felicidad. El Gozo, no tiene nada que ver con lo que recibimos desde fuera, no tiene nada que ver con el deseo y la experiencia de posesión, no tiene nada que ver con los matices con los que las experiencias de nuestras vida nos visitan. ¿Qué quiere decir ésto? ¿Qué podemos sentir Gozo aún estando enfermos? ¿Qué podemos sentirnos felices aún habiendo perdido a un ser querido? ¿Qué disfrutaremos de la paz, aún cuando hemos sido ultrajados injustamente? Lo que puedo compartir con todos vosotros, desde el corazón, es mi propia experiencia. Mis aportaciones no pretenden despertar iración, ni complicidad alguna. No estoy en posesión de la verdad, ni es mi intención ganar seguidores. Por favor, es importante que se interprete, simplemente, como un acto de compartir desde la experiencia. Hecha esta aclaración, os puedo decir que es fácil confundir la experiencia del goce con la del Gozo. El goce es el efecto que se persigue cuando movilizamos nuestros deseos de poseer. Este deseo responde a la creencia del ego basada en la escasez y en la necesidad y por muchas experiencias de goce que experimentemos, nunca tendremos la sensación final de estar satisfecho. Ese goce es temporal y efímero. En cambio, cuando se vive la experiencia del verdadero Gozo, es el resultado de haber elegido al verdadero guía, al Espíritu, lo que significa el recordatorio de lo que realmente somos. Este reconocimiento se traduce, de forma inmediata, en el propósito de ver las cosas de otra manera, de poner fin a las viejas creencias de separación, de pecado, de culpa, de sufrimiento y en su lugar, depositar la única creencia verdadera, la que siempre ha estado ahí aguardando que la integrásemos, la que nos lleva a la certeza de lo que somos: Hijo de Dios. Con esa consciencia, viviremos la vida, aportando siempre la misma respuesta, la del Gozo, independientemente de que llueva o luzca el Sol. Reflexión: ¿Existe algo en el mundo que conoces que te pueda ofrecer un gozo permanente? ¿Por qué?
21:31
LECCIÓN 103
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Dios, al ser Amor, es también felicidad. 1. La felicidad es un atributo del amor. 2No se puede separar de él 3ni experimentarse donde éste no está. 4El amor no tiene límites, al estar en todas partes. 5La dicha, por consiguiente, está asimismo en todas partes. 6Mas la mente puede negar que esto es así, al creer que hay brechas en el amor por donde el pecado puede infiltrarse y acarrear dolor en lugar de dicha. 7Esta absurda creencia pretende limitar la felicidad al definir al amor como algo limitado, e introducir desacuerdo en lo que no tiene límites ni opuestos. 2. De este modo, se asocia el miedo con el amor, y sus resultados se convierten en el patrimonio de aquellas mentes que piensan que lo que han hecho es real. 2Estas imágenes, desprovistas de toda realidad, dan testimonio del temor a Dios, olvidándose de que, al ser Dios Amor, tiene que ser también dicha. 3Hoy trataremos nuevamente de llevar este error básico ante la verdad y de enseñarnos a nosotros mismos que: 4Dios, al ser Amor, es también felicidad. 5Tener miedo de Él es tener miedo de la dicha. 6Comienza tus sesiones de práctica de hoy con esta asociación que corrige la falsa creencia de que Dios es miedo. 7Subraya asimismo que la felicidad es tu patrimonio por razón de lo que es Él. 3. Permite hoy que esta corrección sea colocada en tu mente en cada hora de vigilia. 2Da la bienvenida entonces a toda la felicidad que dicha corrección brinda a medida que la verdad reemplaza al miedo, y la dicha se convierte en lo que esperas ha de ocupar el lugar del dolor. 3Dado que Dios es Amor, se te concederá. 4Refuerza esa esperanza a menudo a lo largo del día, y acalla todos tus temores con la siguiente expresión de certeza, la cual es benévola y completamente cierta: 5Dios, al ser Amor, es también felicidad. 6Y la felicidad es lo que busco hoy. 7No puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad. ¿Qué me enseña esta lección? Cuando siembro Amor, el fruto que cosecho es la felicidad. De esta relación causa-efecto, deduzco, que la felicidad no es una cuestión de azar, sino que es la consecuencia directa de una expresión de la Voluntad dirigida hacia la acción de Amar. El Amor es el lenguaje con el que se expresa nuestro verdadero Ser. Es una expresión que se destila de la Mente Una. Una mente que cree estar separada del resto de las mentes, es una mente que sirve al error. Ese tipo de mente, piensa que Dios es algo externo a nosotros y siente temor a ser víctima de la Justicia Divina, pues participa de la creencia de l pecado, de la culpa y del castigo como única vía de redención. Sin embargo, esa creencia es fruto de la ignorancia del ego, el cual ha fraguado un sistema de creencias que le lleva a sentir verdadero pánico del único camino que pudiera poner en entredicho su credibilidad, su existencia, el del Amor. Amar, perdonar, le deja sin argumentos, pues sus pilares se asientan en la culpa, en el miedo, en la necesidad, en el sufrimiento, en el sacrificio… La verdadera felicidad no podemos sustentarla en los logros que recibimos del mundo material, pues al ser estos efímeros, la felicidad también lo sería. La verdadera felicidad forma parte de nuestra realidad, pues el Amor es la condición de nuestro Ser. Ejemplo-Guía: ¿Estás dispuesto a vivir sin miedos? Si tu respuesta es afirmativa, entonces, lo primero que debes saber es que tu verdadero Ser no es de este mundo. No, no confundas esta afirmación, con la posibilidad de que seas un extraterrestre, un mensajero intergalactico perteneciente a otro planeta vecino. Tampoco pienses, que he perdido la razón y estoy desvariando. Aún, creo que conservo la cordura. ¿Entonces qué significado tiene lo que digo? ¿Qué quiero decir cuando manifiesto que nuestro verdadero Ser no es de este mundo? Sencillamente, que nuestra verdadera realidad no es el cuerpo que percibimos. Nuestra verdadera esencia es Espiritual y tiene su Fuente en Su Creador, en Dios. El cuerpo, es un vehículo transitorio que nos permite adquirir experiencias en el plano denso, en el mundo de las formas, en el mundo de la percepción, el mismo que permite a la mente expresarse en su manifestación individualizada, dando expresión al ego. Esta afirmación es de vital importancia a la hora de vivir la vida. Si no sabemos realmente quiénes somos, cómo vamos a saber cuál es nuestra función en la existencia. Para mí, este punto de partida, es la piedra angular donde levantar el edificio de la verdad. Si tengo la certeza de que soy Espíritu, un Santo Hijo de Dios, libre de toda limitación, la vida será una fuente de inspiración donde expandir mi condición divina a través de mi esencia verdadera, el Amor. Esta certeza me permite gozar de la Felicidad, pues la Felicidad es un atributo del Amor. Ahora bien, si mi visión sirve a la mente dual, la que basa sus argumentos en la creencia en la separación, en el pecado y en la culpabilidad, entonces soy un fiel servidor del miedo, con lo cual, todos mis intentos de gozar de la felicidad serán vanos pues la propia semilla del miedo carece de la fortaleza precisa para hacer que disfrutemos del fruto de la felicidad. Todas las Lecciones del Curso de Milagros, así como toda la literatura expuesta en el Texto, podría resumirse en este punto de partida. Tener la certeza de quiénes somos y actuar en consecuencia, con la total confianza de que somos Uno con el Creador y con la Filiación, nuestros hermanos en evolución. A partir de esa certeza, aún experimentando en el mundo del sueño, en el mundo de la percepción, tendremos el entendimiento que nos permita que somos los soñadores de nuestros sueños. Ello favorece el estado mental de la aceptación, de la fe o lo que es lo mismo, de la confianza y del compromiso. La felicidad forma parte de nuestra esencia. Viviremos todo tipo de vivencias, pero nuestra mente ya no las juzgarás desde la dualidad, estas son buenas, estas otras son malas. Ya no calificaremos a las vivencias buenas como portadoras de felicidad y a las malas como portadoras de sufrimiento. Ya no otorgamos ese poder a las circunstancias externas, sino que elegimos vivir desde el empoderamiento, desde el endiosamiento, lo que quiere decir, que utilizamos la fuerza de la voluntad para dirigir nuestras elecciones y apostar por vivir la vida tal y como es. ¿Estás dispuesto a vivir sin miedos? Ama sin miedos, desde la libertad. Reflexión: ¿Crees que la felicidad tiene algo que ver con el amor? ¿Se puede ser feliz sin amor?
12:48
Leccion 102
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz. 1. Tú no quieres sufrir. 2Tal vez creas que el sufrimiento te puede aportar algo, y puede que en cierta medida todavía creas que te aporta algo que deseas. 3Esta creencia, no obstante, ha quedado sin duda quebrantada ahora, por lo menos lo suficiente como para permitirte ponerla en duda y empezar a sospechar que en realidad no tiene sentido. 4Aún no ha desaparecido, mas ya no tiene las raíces que en un tiempo la sujetaban con firmeza a los ocultos y tenebrosos recovecos de tu mente. 2. Hoy trataremos de disminuir aún más su debilitado agarre, y de darnos cuenta de que el dolor no tiene objeto, ni causa, ni poder alguno con que lograr nada. 2No puede aportarte nada en absoluto. 3No te ofrece nada y no existe. 4Y todo lo que crees que te ofrece es tan inexistente como él. 5Has sido esclavo de algo que no es nada. 6Sé libre hoy de unirte a la feliz Voluntad de Dios. 3. Durante varios días continuaremos dedicando nuestras sesiones de práctica a llevar a cabo ejercicios que han sido diseñados para ayudarte a encontrar la felicidad que la Voluntad de Dios ubicó en ti. 2Ahí se encuentra tu hogar y tu seguridad. 3Ahí se encuentra tu paz y ahí no hay miedo. 4Ahí se encuentra la salvación. 5Ahí por fin encuentras descanso. 4. Da comienzo hoy a tus sesiones de práctica con esta declaración de que aceptas lo que la Voluntad de Dios dispone para ti: 2Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz. aY acepto ahora la felicidad como mi función. 3Busca entonces esa función en lo más recóndito de tu mente, pues está ahí, esperando tan sólo tu decisión. 4No puedes dejar de encontrarla una vez que te des cuenta de que ésa es tu decisión y de que compartes con Dios Su Voluntad. 5. Sé feliz, pues tu única función aquí es la felicidad. 2No tienes por qué ser menos amoroso con el Hijo de Dios que Aquel Cuyo Amor lo creó tan amoroso como Él Mismo. 3Además de estos descansos de cinco minutos cada hora, haz frecuentes pausas hoy para decirte a ti mismo que ahora has aceptado la felicidad como tu única función aquí. 4Y ten por seguro que al hacer esto te estarás uniendo a la Voluntad de Dios. "COMENTARIOS A LAS LECCIONES" de Robert Perry y Ally Watson Comentario “Comparto con Dios Su Voluntad de que yo sea feliz”. Qué estupendo que el Libro de Ejercicios va a pasar varios días dedicado a “ejercicios que han sido diseñados para ayudarte a encontrar la felicidad que Dios ubicó en ti” (3:1). Me doy cuenta de que no estoy intentando “hacerme feliz” sino intentando llegar a la felicidad que ya existen mí. Un gurú americano (llamado Da Free John, ahora conocido como Adi Da) dijo una vez: “Ya eres siempre feliz”. Esa frase se me quedó en la mente, y está de acuerdo con lo que el Curso dice acerca de la felicidad. El Ser que existe en mi interior siempre es feliz. Dios lo creó feliz, la Voluntad de Dios “puso” la felicidad dentro de mí. No estoy intentando crear la felicidad, estoy simplemente intentando encontrarla dentro de mí, descubrirla allí. Nuestra creencia en el mérito del sufrimiento se opone a la felicidad. La lección no espera que estemos ya totalmente libres de esta creencia en el sufrimiento. “Esta creencia, no obstante, ha quedado sin duda quebrantada ahora, por lo menos lo suficiente como para permitirte ponerla en duda y empezar a sospechar que en realidad no tiene sentido” (1:3). Esta creencia es lo que se ha puesto sobre nuestra felicidad original, ocultándola y haciéndonos sentir el dolor y el sufrimiento. Nuestra felicidad está escondida debajo de capas de dolor únicamente porque creemos que el dolor tiene algún valor para nosotros. Y sé que por lo menos pongo en duda esta creencia. No quiero sufrir, por supuesto que no. Sin embargo, si sufro yo lo he elegido así, no porque quiera el dolor sino porque quiero lo que creo que el dolor me dará. El mensaje de la lección acerca de esto es: “el dolor no tiene objeto, ni causa, ni poder alguno con que lograr nada” (2:1). No sólo eso, sino que todo lo que creo que me dará el dolor carece de existencia igualmente. Todo ello es un espejismo engañoso que el ego hace aparecer como por arte de magia con el fin de impedirnos nuestra eterna felicidad en Dios. Así pues, hoy afirmamos que compartimos con Dios Su Voluntad de que seamos felices. Afirmamos que queremos ser felices. Sencillamente ser lo que Dios creó como nuestra función. “Sé feliz, pues tu única función aquí es la felicidad” (5:1). La frase siguiente (5:2) habla de ser menos amoroso con nuestros hermanos que lo que lo es Dios, y dice que no hay necesidad de ello. La tristeza es nuestra “excusa” para ser menos amorosos que Dios. ¿Cómo puedo abrirte mi corazón lleno de amor cuando estoy triste? Al elegir ser feliz me estoy permitiendo ser completamente amoroso. El Curso siempre parece hacer estas interesantes relaciones entre cosas que nunca se me ocurrirían a mí, pero que son muy claras cuando las muestra.
27:30
LECCIÓN 101
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. 1. Hoy continuaremos con el tema de la felicidad. 2Esta idea es esencial para poder comprender el significado de la salvación. 3Todavía crees que la salvación requiere que sufras como penitencia por tus "pecados". 4Pero no es así. 5No obstante, no podrás evitar pensar que lo es, mientras sigas creyendo que el pecado es real y que el Hijo de Dios puede pecar. 2. Si el pecado es real, entonces el castigo es justo e ineludible. 2La salvación, por lo tanto, sólo se puede obtener mediante el sufrimiento. 3Si el pecado es real, la felicidad no puede sino ser una ilusión, pues ambas cosas no pueden ser verdad. 4Los que pecan sólo merecen muerte y dolor, y por eso es por lo que claman. 5Pues saben que eso es lo que les espera, y que los buscará y que en algún punto y en algún lugar los encontrará, de modo que puedan saldar la deuda que tienen con Dios. 6Debido a su terror, tratan de escaparse de Él. 7Mas Él los seguirá persiguiendo y ellos no podrán escapar. 3. Si el pecado es real, la salvación tiene que ser el dolor. 2El dolor es el costo del pecado, y si el pecado es real el sufrimiento es inevitable. 3La salvación no puede sino ser temible, pues mata, aunque lentamente, y antes de otorgar el deseado favor de la muerte a las víctimas que están casi en los huesos antes de haber sido apaciguada, los despoja de todo. 4Su ira es insaciable e inclemente, aunque totalmente justa. 4. ¿Quién buscaría un castigo tan brutal? 2¿Quién no huiría de la salvación, intentando por todos los medios ahogar la Voz que se la ofrece? 3¿Por qué habría de tratar de escuchar y aceptar Su ofrecimiento? 4Si el pecado es real, lo que le ofrece es la muerte, que le inflige cruelmente para que esté a la par de los perversos deseos de donde nace el pecado. 5Si el pecado es real, la salvación se ha vuelto tu enemigo acérrimo, la maldición de Dios contra ti que crucificaste a Su Hijo. 5. Hoy necesitas las sesiones de práctica. 2Los ejercicios te enseñan que el pecado no es real y que todo lo que crees que inevitablemente ha de ocurrir como consecuencia de él jamás podrá suceder, pues carece de causa. 3Acepta la Expiación con una mente receptiva que no abrigue la creencia de que has hecho del Hijo de Dios un demonio. 4El pecado no existe. 5Practicaremos hoy este pensamiento tan a menudo como nos sea posible, pues es la base de la idea de hoy. 6. La Voluntad de Dios para ti es perfecta felicidad, toda vez que el pecado no existe y el sufrimiento no tiene causa. 2La dicha es justa, y el dolor no es sino señal de que te has equivocado con respecto a ti mismo. 3No tengas miedo de la Voluntad de Dios. 4Por el contrario, ampárate en ella con la absoluta confianza de que te liberará de todas las consecuencias que el pecado ha forjado en tu febril imaginación. 5Di: 6La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. 7El pecado no existe ni tiene consecuencias. 8Así es como debes dar comienzo a tus sesiones de práctica. aLuego intenta otra vez encontrar la dicha que estos pensamientos le brindarán a tu mente. 7. Da gustosamente estos cinco minutos, para eliminar la pesada carga que te has echado encima al abrigar la demente creencia de que el pecado es real. 2Escápate hoy de la locura. 3Ya estás firmemente plantado en el camino que conduce a la libertad, y ahora la idea de hoy te da alas para acelerar tu progreso y esperanza para que vayas aún más deprisa hacia la meta de paz que te aguarda. 4El pecado no existe. 5Recuerda esto hoy, y repite en silencio tan a menudo como puedas: 6La Voluntad de Dios para mí es perfecta felicidad. 7Ésa es la verdad, pues el pecado no existe. ¿Qué me enseña esta lección? A lo largo de la historia de la humanidad, hemos participado, de una manera u otra, de un error colectivo, el cual se encuentra inscrito en el inconsciente de la raza humana. Ese magno error, es la creencia en el “pecado”. Haber violado el precepto divino de “no comer del Árbol del Bien y del Mal”, nos hace merecedores del castigo divino y de sufrir la expulsión de la condición paradisíaca de la cual gozábamos, previa, a la violación de esa ley. Desde entonces, nos hemos alimentado de la creencia de la culpa; hemos ido creciendo con un profundo sentimiento de desvalorización al no haber estado a la altura de nuestro creador. El creernos merecedores de ese “castigo” nos lleva a sentir miedo por la “ira divina”, el cual nos sentenció al padecimiento y al arduo trabajo para garantizar nuestro sustento físico. Sin embargo, esas creencias están fundamentadas en el error. Hemos sustituido la Grandeza de nuestro Padre, por un rostro vengativo y justiciero, que se complace en recibir el regalo de nuestro sacrificio. Somos Hijos de Dios, parte Una de su Expansión Mental. Creados a su “Imagen y Semejanza”. Mira por un instante en tu corazón. ¿Acaso encuentras algún indicio de temor, de odio, de rencor? Míralo de nuevo, no confundas su pureza, con el ardor de tus deseos. No permitas que ese velo enturbie tu visión. Lo ves. Cada latido es una muestra de Vida; de Amor. Nuestra capacidad creadora, nos lleva a imitar al Gran Padre. En nuestro papel paternal, ¿no estaríamos dispuestos a perdonar los errores de nuestros hijos? Si como aprendices, somos capaces de dar esa respuesta y con ello, ofrecemos un “plan de salvación para nuestro hijo”, ¿qué no será capaz nuestro Padre de perdonar? Es más, El, no ve el error, pues sabe con total certeza, que somos Perfectos. Ver el error, es una apuesta por la culpa y por la necesidad de rectificación. La única Voluntad de mi Padre es que sea Feliz. Esa es mi propia Voluntad hacia mis hijos. Ejemplo-Guía: "¿Qué vas a elegir, sufrir o ser feliz?" No, seguramente no te imaginarás a Adám y a Eva, como los causantes de nuestras desgracias, como los pecadores originales que sucumbieron a la tentadora oferta de la serpiente, No, seguro que interpretarás de una manera alegórica ese pasaje ancestral de la Biblia. Pero, igual de seguro, intuirás que lo que representan en nuestra consciencia los arquetipos de Adám y Eva, sí será revelador a la hora de entender el profundo significado que nos representan con la escena de comer del fruto del Árbol del Bien y del Mal. La humanidad en su totalidad, queda representada por esos arquetipos: la fuerza potencial de la dualidad de la cual adquirimos conciencia tras el acto de que nuestros deseos (Eva), aceptasen abrir los ojos al mundo de la ilusión, inspirado por la figura de la serpiente paradisíaca (el ardor cupido). A partir de ese instante, la percepción se convierte en la vía de aprendizaje, dando lugar a la conciencia de la individualidad (ego) y a la creencia de la separación y del pecado. ¿Qué significado tiene el pecado para que haya ejercido tanta influencia en nuestras vidas? El pecado es una creencia fabricada por el ego. Si antes de producirse el estado llamado de separación, manteníamos una conexión directa con nuestro Creador, ese estado de Plenitud y Abundancia (Paraíso Terrenal) nos hacía uno con Todo, no existía necesidad, ni carencia. Sin embargo, con la separación, es decir, con la desconexión directa con nuestro Creador, aparece la percepción de necesidad, pues nuestro ojos se han abierto a un mundo desconocido e ilusorio. Este nuevo estado, aún siendo irreal, nos lleva a la percepción de que tenemos que alimentarnos y dar respuestas a las necesidades del cuerpo físico, vehículo que demanda ser atendido biológicamente. Es el comienzo de la gran aventura de la vida física. Sembramos y cosechamos. Es la ley. Cada vez que sembramos desde la separación, movilizamos fuerzas contrarias al orden cósmico, es decir, fuerzas contrarias al amor. Sembramos desde el miedo y ello nos reportará efectos de miedo. Si atacamos, seremos atacados. Si damos, recibimos. El pecado es la respuesta al miedo. Miedo a creer que hemos perdido la Gracia de Dios. Pero, es el momento de hacernos algunas pregunta. ¿No habremos estado equivocados? ¿No habremos interpretado erróneamente esa identificación con el mundo de percepción? ¿Y si no somos un cuerpo? ¿Y si nuestra existencia no acaba con la muerte? ¿Y si el sufrimiento no es necesario para salvarnos? ¿Y si todo el dolor se desvanece cuando perdonamos? Aunque en verdad, tan sólo hay una pregunta: ¿Y si no estamos separados de nuestro Creador? ¿Estarías dispuesto a vivir la vida desde esa visión? Es una elección. Reflexión: ¿Piensas que debes ser castigado por tus errores? ¿Cómo actúas ante el error, el propio y/o de los demás?
24:00
LECCIÓN 100
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Mi papel en el plan de salvación de Dios es esencial. 1. Del mismo modo en que el Hijo de Dios completa a su Padre, así también tu papel en el plan de tu Padre completa dicho plan. 2La salvación tiene que invertir la descabellada creencia en pensamientos y cuerpos separados, que viven vidas separadas y recorren caminos separados. 3Cuando mentes separadas comparten una sola función, se unen en un solo propósito, pues cada una de ellas es igualmente esencial para todas las demás. 2. La Voluntad de Dios para ti es perfecta felicidad. 2¿Por qué habrías de querer ir en contra de Su Voluntad? 3El papel que Él ha reservado para ti en el desarrollo de Su plan se te da para que puedas ser restituido a lo que Él dispone. 4Este papel es tan esencial para Su plan como para tu felicidad. 5Tu dicha tiene que ser total para que aquellos a los que Él te envía puedan entender Su plan. 6Ellos verán su función en tu radiante faz, y en tu risa feliz oirán a Dios llamándoles. 3. Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. 2Sin tu dicha, la Suya no es total. 3Sin tu sonrisa, el mundo no se puede salvar. 4Mientras la tristeza se abata sobre ti, la luz que el Propio Dios designó como el medio para salvar al mundo se atenúa y pierde su fulgor, y nadie ríe porque toda risa no es sino el eco de la tuya. 4. Eres ciertamente esencial en el plan de Dios. 2Del mismo modo en que tu luz aumenta el fulgor de todas las luces que brillan en el Cielo, así también tu dicha en la tierra exhorta a todas las mentes a abandonar sus pesares y a ocupar su puesto junto a ti en el plan de Dios. 3Los mensajeros de Dios rebosan de dicha, y su júbilo sana todo pesar y desesperación. 4Ellos son la prueba de que lo que la Voluntad de Dios dispone para todos los que aceptan los regalos de su Padre como propios es perfecta felicidad. 5. Hoy no permitiremos que la tristeza se abata sobre nosotros. 2Pues en tal caso, no estaríamos asumiendo el papel que tan esencial es para el plan de Dios y para nuestra visión. 3La tristeza es señal de que prefieres desempeñar otro papel en lugar del que Dios te ha encomendado. 4Y así, no le muestras al mundo cuán grande es la felicidad que Él dispone para ti, y, por consiguiente, no reconoces que ya dispones de ella. 6. Hoy trataremos de comprender que la dicha es nuestra función aquí. 2Si te dejas abatir por la tristeza, no sólo no estarás cumpliendo tu función, sino que estarás privándote a ti mismo de dicha y al mundo también. 3Dios te pide que seas feliz para que el mundo pueda ver cuánto ama Él a Su Hijo y que Su Voluntad es que ningún pesar menoscabe su dicha ni que ningún miedo lo acose y perturbe su paz. 4Tú eres hoy el mensajero de Dios. 5Brindas Su felicidad a todo aquel que contemplas y Su paz a todo aquel que al contemplarte ve Su mensaje en tu feliz semblante. 7. Hoy nos prepararemos para esto durante las sesiones de práctica de cinco minutos, dejando que la felicidad brote en nosotros tal como dispone la Voluntad de nuestro Padre y la nuestra. 2Comienza los ejercicios con el pensamiento que la idea de hoy presenta. 3Luego comprende que tu papel es ser feliz. 4Esto es lo único que se te pide a ti o a cualquiera que desee ocupar el lugar que le corresponde entre los mensajeros de Dios. 5Piensa en lo que esto significa. 6Estabas ciertamente equivocado al creer que se te estaba exigiendo algún sacrificio. 7De acuerdo con el plan de Dios tan solo puedes recibir, sin jamás perder nada, hacer sacrificio alguno o morir. 8. Tratemos ahora de encontrar esa dicha que nos demuestra a nosotros, así como a todo el mundo, lo que la Voluntad de Dios dispone para nosotros. 2Tu función es encontrarla aquí, y encontrarla ahora. 3Para eso viniste. 4¡Ojalá que hoy sea el día en que lo logres! 5Busca en lo profundo de tu ser, sin dejarte desanimar por los pensamientos pueriles y metas absurdas que pasas de largo a medida que asciendes para encontrarte con el Cristo en ti. 9. Él estará allí. 2Y tú puedes llegar a Él ahora. 3¿Qué otra cosa preferirías contemplar en lugar de Aquel que aguarda para que tú lo contemples? 4¿Qué pensamiento pueril podría detenerte? 5¿Qué meta absurda podría impedirte triunfar cuando es Dios Mismo Quien te llama? 10. Él estará allí. 2Eres esencial en Su plan. 3Hoy eres Su mensajero. 4Y tienes que encontrar lo que Él quiere que des. 5No te olvides de la idea de hoy entre las sesiones de práctica de cada hora. 6Es tu Ser Quien te llama hoy. 7Y es a Él a Quien respondes cada vez que te dices a ti mismo que eres esencial en el plan de Dios para la salvación del mundo. ¿Qué me enseña esta lección? El Plan de Salvación es Amar y Perdonar. Cuando amamos y perdonamos, nuestro Ser se manifiesta en el estado de Paz, y cuando nos embriagamos con esta realidad, no podemos más que gozar de la Dicha y la Felicidad y nuestro rostro expresará sonriente esa placidez. Cumplir con nuestra única función y alcanzar nuestra misión supone estar dispuesto a expiar los errores que nos mantienen atados a creencias basadas en la separación, la culpa y el miedo. ¿Qué padre no goza con la felicidad de un hijo? ¿Qué padre no se siente pleno y satisfecho cuando comparte la sonrisa de su descendiente? Tener la certeza de que el fruto de nuestra creación se siente dichoso y pleno, nos aporta una inmensa satisfacción. Mi papel es esencial en el plan de salvación de Dios, pues siendo una parte activa de la Filiación, mi condición afectará la condición de los demás, pues nuestras mentes están unidas por lazos de creación. En la medida de que mi mente es Una, la Unidad forma parte de todas mis acciones. Siembro la Unidad. Expando la Unidad. Creo Unidad. Ejemplo-Guía: "El sacrificio no forma parte de la Salvación" Recuerdo, como si de un eco se tratase, las palabras de mis padres, transmitiéndome sus creencias sobre la vida. Entre dichas creencias, entresaco uno de sus mas preciados consejos: "Hijo, para alcanzar algo en la vida hay que sacrificarse mucho". Es evidente que aquellas palabras no cayeron en saco roto, y a pesar de que no seamos muy conscientes de haberlas entendido en su máxima dimensión, su mensaje sí hace mella en nuestro modo de ver la vida y, desde nuestro inconsciente, sentimos el impulso de satisfacer a nuestros padres, y cada vez que nos enfrentamos a alguna situación en nuestras vidas, lo hacemos dejando una partida para el sacrificio, lo que sin duda, no nos aporta satisfacción alguna. ¿Acaso recuerdas que hayas gozado de la felicidad cuando en tus vivencias hayas apostado por el sacrificio? Seguro que recordarás muchas vivencias en las que hayas compartido tu insatisfacción por el hecho de haber tenido que sacrificar tus experiencias de gozo. Hoy tengo claro que el sacrificio forma parte de las creencias del ego. Ahora lo comprendo. En verdad, forma parte de su lógica, de su forma de percibir la vida. Si me siento separado de los demás, si tengo la firme creencia de que el otro desea lo que tengo y para conservarlo he de atacarle, si tengo la certeza de que cuando doy, estoy perdiendo, si mis experiencias de felicidad las baso en el deseo de poseer, no es extraño de que el sacrificio forme parte del guion vital de nuestras vidas. El ego prefiere ser fiel a ese guion, antes de negar la necesidad del sacrificio, pues hacerlo significaría que renuncia a su código de creencias, renunciaría a la visión del cuerpo, de la separación y de la muerte. Hagamos una cosa. Busquemos un lugar donde podamos reflexionar en la quietud. Acallemos el vocerío de nuestra mente. Al principio no nos resultará fácil, pero no dejemos de intentarlo. Dejemos que los pensamientos fluyan. Concentrémonos en el ritmo respiratorio. Relajémonos. En ese estado de quietud, elegimos el siguiente pensamiento. Soy el Hijo de Dios y soy parte de Su Mente. Dejemos que ese pensamiento se expanda en nuestro ser. La Dicha y la Certeza de que Somos una extensión de Dios, nos lleva a un estado de seguridad y de felicidad plena. Fundamos nuestras mentes en ese estado de felicidad. Este ejercicio de armonización con lo que Somos, a través de la repitición, nos permitirá reforzar nuestra mente en el servicio al Espíritu. Es muy importante que recordemos nuestra condición, pues nuestro papel en el Plan de Salvación dispuesto por Nuestro Padre, se nos pide que gocemos de Felicidad y de Dicha, pues debemos compartirla con todos aquellos que Él nos envíe. No podemos dar lo que no tenemos, lo que nos lleva a tener que re-cordar, pues en verdad, somos felicidad y dicha. Nuestro despertar, contagiará a los demás y entre todos, unidos en la Comunión con la Fuente, formaremos la Filiación Consciente. Nos revela esta Lección, que la risa es la expresión de que hemos alcanzado el Estado de la Felicidad y de la Dicha Divina. Cada vez que reímos, contagiamos felicidad. Hoy la terapia de la risa se extiende cada vez más, como una técnica para sanar. Es evidente, de que cuando reímos estamos revelando un estado de paz interior. Cuando experimentemos la visión de nuestra verdadera identidad, cuando tengamos la certeza de que somos el Hijo de Dios, cuando seamos uno con todo lo creado, no podremos menos que sentirnos plenos y dichosos y la felicidad emanará de nuestro ser. Será entonces, cuando el mundo, al percibir la sonrisa en nuestro rostro, reconocerá cuál es nuestra función en la vida. Reflexión: ¿Qué te hace feliz? ¿Cómo compartes tu felicidad?
17:43
LECCIÓN 99
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
La salvación es mi única función aquí. 1. La salvación y el perdón son lo mismo. 2Ambas cosas implican que algo anda mal, algo de lo cual es necesario que se nos salve y se nos perdone; algo impropio que necesita corrección; algo aparte o diferente de la Voluntad de Dios. 3Ambos términos, por lo tanto, implican algo totalmente imposible, pero que, sin embargo, ha ocurrido, dando lugar a un estado de aparente conflicto entre lo que es y lo que nunca podría ser. 2. La verdad y las ilusiones están ahora a la par, pues ambas han ocurrido. 2Lo imposible se convierte en aquello de lo que se te necesita salvar y perdonar. 3La salvación se convierte ahora en la zona fronteriza entre la verdad y las ilusiones. 4Refleja la verdad porque es el medio a través del cual puedes escaparte de las ilusiones. 5No obstante, no es la verdad porque cancela lo que nunca ocurrió. 3. ¿Cómo podría haber un punto de encuentro en el que la tierra y el Cielo se pudiesen reconciliar dentro de una mente en la que ambos existen? 2La mente que ve ilusiones piensa que éstas son reales. 3Existen en cuanto que son pensamientos. 4Sin embargo, no son reales porque la mente que piensa estos pensamientos se encuentra separada de Dios. 4. ¿Qué podría unir a la mente y a los pensamientos separados con la Mente y el Pensamiento que están eternamente unidos? 2¿Qué plan podría reconocer las necesidades que plantean las ilusiones y proponer medios con los que eliminarlas sin ataque o ápice alguno de dolor, y no violar la verdad? 3¿Qué podría ser este plan sino un Pensamiento de Dios mediante el cual se pasa por alto lo que nunca ocurrió y se olvidan los pecados que nunca fueron reales? 5. El Espíritu Santo conserva este plan de Dios en la Mente de Dios y en la tuya, exactamente como lo recibió de Él. 2Dicho plan no tiene nada que ver con el tiempo toda vez que su Fuente es intemporal. 3No obstante, opera dentro del tiempo debido a tu creencia de que el tiempo es real. 4El Espíritu Santo contempla impasible lo que tú ves: el pecado, el dolor y la muerte, así como la aflicción, la separación y la pérdida. 5Mas Él sabe que hay algo que no puede sino seguir siendo verdad: que Dios sigue siendo Amor, y que eso que ves no es Su Voluntad. 6. Éste es el Pensamiento que lleva las ilusiones a la verdad, donde las ve como apariencias tras las cuales se encuentra lo inmutable y lo seguro. 2Éste es el Pensamiento que salva y perdona, pues no pone su fe en lo que no fue creado por la única Fuente que conoce. 3Éste es el Pensamiento cuya función es salvar asignándote a ti su función. 4La salvación es tu función, junto con Aquel a Quien se le confió el plan. 5Ahora se te confía a ti junto con Él. 6Él tiene una respuesta para todas las apariencias sea cual sea la forma, el tamaño, el volumen o los atributos que parezcan tener, y es ésta: 7La salvación es mi única función aquí. 8Dios sigue siendo Amor, y esto no es Su Voluntad. 7. Tú que aún has de obrar milagros, asegúrate de practicar bien la idea de hoy. 2Trata de percibir la fuerza de lo que dices, pues en esas palabras radica tu libertad. 3Tu Padre te ama. 4El mundo del dolor no es Su Voluntad. 5Perdónate a ti mismo el pensamiento de que eso fue lo que Él deseó para ti. 6Deja entonces que el Pensamiento con el que Él reemplazó todos tus errores se adentre en los sombríos lugares de tu mente que pensó los pensamientos que nunca fueron Su Voluntad. 8. Esa parte de tu mente le pertenece a Dios, al igual que el resto. 2Dicha parte no tiene pensamientos solitarios, ni los hace reales ocultándolos de Él. 3Deja pasar la luz, y ningún obstáculo te impedirá ver lo que Él dispone para ti. 4Pon al descubierto tus secretos ante Su benévola luz y observa cuán intenso es el fulgor con el que dicha luz todavía resplandece sobre ti. 9. Practica con Su Pensamiento hoy, y deja que Su luz busque e ilumine todo rincón tenebroso, y que al brillar a través de ellos los una al resto. 2La Voluntad de Dios es que tu mente sea una con la Suya. 3La Voluntad de Dios es tener solamente un Hijo. 4La Voluntad de Dios es que Su único Hijo eres tú. 5Reflexiona sobre estas cosas durante las prácticas de hoy, y da comienzo a la lección que vamos a aprender hoy con estas instrucciones relativas a la verdad: 6La salvación es mi única función aquí. 7La salvación y el perdón son lo mismo. 8Dirígete entonces a Aquel que comparte contigo tu función aquí, y permítele que te enseñe lo que necesitas aprender para poder dejar de lado todo miedo y reconocer a tu Ser como un amor que no tiene opuesto en ti. 10. Perdona todo pensamiento que se oponga a la verdad de tu compleción, unidad y paz. 2No puedes perder los regalos que tu Padre te dio. 3No es tu deseo ser otro ser. 4No tienes ninguna función que no, sea de Dios. 5Perdónate a ti mismo la que crees haber inventado. 6El perdón y la salvación son lo mismo. 7Perdona lo que inventaste y te habrás salvado. 11. Hay un mensaje especial para hoy que tiene el poder de eliminar para siempre de tu mente cualquier forma de duda o de temor. 2Si te asalta la tentación de creer que son reales, recuerda que las apariencias no pueden resistirse a la verdad que encierran estas poderosas palabras: 3La salvación es mi única función aquí. 4Dios sigue siendo Amor, y esto no es Su Voluntad. 12. La única función que tienes te dice que eres uno. 2Recuérdate esto a ti mismo durante los intervalos de tiempo que transcurren entre los períodos en que das cinco minutos para compartirlos con Aquel que comparte el plan de Dios contigo. 3Recuérdate a ti mismo lo siguiente: 4La salvación es mi única función aquí. 5De esta manera, depositas el perdón en tu mente y dejas que todo temor sea suavemente descartado, para que el amor pueda encontrar el lugar donde le corresponde estar en ti y mostrarte que tú eres el Hijo de Dios. ¿Qué me enseña esta lección? Es sumamente importante conocer cuál es la única función que tenemos encomendada, pues dicha función establecerá, igualmente, la condición que debemos desarrollar para conseguir alcanzarla. Si preguntamos al ego, cuál es su misión en la vida, su respuesta será confusa, pues aún determinando que su misión es la felicidad, observamos que la realización de sus funciones le lleva a fabricar pensamientos que le alejan del logro fijado como misión. Desea ser feliz, sin embargo siembra el miedo, la venganza, la culpa, la incoherencia, la ilusión, el error. Busca en el exterior los recursos que le aporte el fin perseguido, pero como en su naturaleza interna no alberga felicidad, se lanza a la conquista de una utopía que jamás formará parte de su realidad. Para conseguir llevar a cabo nuestra verdadera función, la salvación, debemos despertar la conciencia al perdón, pues el origen de la infelicidad que experimentamos, se encuentra en la fiel creencia en la culpabilidad. Cuando sustituimos el pensamiento erróneo de la culpa, por el pensamiento verdadero del perdón, entonces, y sólo entonces, realizaremos la función de perdonar o lo que es lo mismo, la salvación. Ejemplo-Guía: "Tengo la necesidad de ayudar a los demás y no lo consigo" Es como una voz interior, que nos ha acompañado siempre, que nos invita a actuar como los soportes de los demás. Esa vocación que ha crecido con nosotros, puede estar orientada a los seres queridos más cercanos, o puede proyectarse en un sentido más impersonal y canalizarse en el propósito de ser un "guía" para otros. Cuando este impulso se convierte en una especie de "misión" en nuestras vidas, y se ve frustrado por cualquier circunstancia de la vida, pueden despertarse emociones frustradas que al no expresarse y canalizarse adecuadamente por la conciencia, pueden convertirse en el origen de efectos que afecten el cuerpo físico, como por ejemplo, problemas de espalda, de hombros, etc. Si profundizamos en los aspectos psicoemocionales de estas personas podemos descubrir el deseo conflictivo de querer ayudar a seres queridos y no poder hacerlo. La aparición de un sentimiento de culpa, acompañado por el sentimiento de incapacidad se somatiza con dolores musculares que incapacitan para la acción y movilidad. Este ejemplo, nos revela una situación que suele bastante común. Sentimos el deseo de ayudar y ello supone una invitación a la reflexión. Fijaros lo que tiene que aportarnos el Curso con respecto a este tema: No intentes "ayudar" a un hermano a tu manera, pues no puedes ayudarte a ti mismo. Mas oye sus ruegos que claman por la Ayuda de Dios, y reconocerás de este modo la necesidad que tú mismo tienes del Padre. Las interpretaciones que haces de las necesidades de tu hermano son las interpretaciones que haces de las tuyas propias. Al prestar ayuda la estás pidiendo, y si percibes tan sólo una necesidad en ti serás sanado. Pues reconocerás la Respuesta de Dios tal como deseas que ésta sea, y si de verdad la deseas, ciertamente será tuya. Cada súplica a la que respondes en el Nombre de Cristo acerca más a tu conciencia el recuerdo del Padre. En interés de tu propia necesidad, pues, oye toda petición de ayuda como lo que es, para que Dios pueda responderte a ti. Estas aportaciones nos recuerdan que el mundo que vemos fuera, es la proyección de nuestro mundo interior. Desde esa visión, aquello que percibimos como necesidades de ayuda hacia los demás, sobre todo cuando no nos la solicitan sino que así lo interpretamos, son nuestras propias necesidades internas de ser ayudado. Detrás de esta percepción, se vislumbra una dificultad para aceptar la ayuda de los demás. Diferente es que los demás nos soliciten ayuda. Entonce nuestra respuesta deber ser esta: La única reacción apropiada hacia un hermano es apreciarlo. Debes estarle agradecido tanto por sus pensamientos de amor como por sus peticiones de ayuda, pues ambas cosas, si las percibes correctamente, son capaces de traer amor a tu conciencia: Toda sensación de esfuerzo procede de tus intentos de no hacer simplemente eso. ¡Cuán simple es, entonces, el plan de Dios para la salvación! No hay sino una sola manera de reaccionar ante la realidad porque la realidad no suscita conflicto alguno. No hay sino un solo Maestro de la realidad, el Cual entiende lo que ésta es. Este Maestro no cambia de parecer con respecto a la realidad porque la realidad no cambia. Si bien tus interpretaciones de la realidad no tienen sentido en tu estado dividido, las Suyas son por siempre fieles a la verdad. Él te las da porque son para ti. Aprender y enseñar son los mayores recursos de que disponemos ahora porque nos permiten cambiar de mentalidad y ayudar a otros a hacer lo mismo. Un terapeuta no cura, sino que deja que la curación ocurra espontáneamente. Puede señalar la oscuridad, pero no puede traer luz por su cuenta, pues la luz no es de él. No obstante, al ser para él, tiene que ser también para su paciente. El Espíritu Santo es el único Terapeuta. Él hace que la curación sea evidente en cualquier situación en la que Él es el Guía. Lo único que puedes hacer es dejar que Él desempeñe Su función. Él no necesita ayuda para llevarla a cabo. Te dirá exactamente lo que tienes que hacer para ayudar a todo aquel que Él te envíe en busca de ayuda, y le hablará a través de ti si tú no interfieres. Recuerda que eres tú el que elige el guía que ha de prestar la ayuda, y que una elección equivocada no constituirá ninguna ayuda. Pero recuerda asimismo que la elección correcta sí lo será. Confía en Él, pues ayudar es Su función, y Él es de Dios. A medida que despiertes otras mentes al Espíritu Santo a través de Él, y no a través de ti, te darás cuenta de que no estás obedeciendo las leyes de este mundo. Reflexión: ¿Cómo contribuyes en el Plan de Salvación que Dios ha dispuesto para su Hijo?
28:37
Leccion 98
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación. 1. Hoy es un día de una consagración especial. 2Hoy vamos a adoptar una postura firme en favor de un solo bando. 3Nos vamos a poner de parte de la verdad y a abandonar las ilusiones. 4No vacilaremos entre una cosa y otra, sino que adoptaremos una firme postura en favor de Dios. 5Hoy nos vamos a consagrar a la verdad, y a la salvación tal como Dios la planeó. 6No vamos a alegar que es otra cosa 7ni a buscarla donde no está. 8La aceptaremos gustosamente tal como es, y desempeñaremos el papel que Dios nos asignó. 2. ¡Qué dicha tener certeza! 2Hoy dejamos de lado todas nuestras dudas y nos afianzamos en nuestra postura, seguros de nuestro propósito y agradecidos de que la duda haya desaparecido y la certeza haya llegado. 3Tenemos una importante función que desempeñar y se nos ha provisto de todo cuanto podamos necesitar para alcanzar la meta. 4Ni una sola equivocación se interpone en nuestro camino. 5Hemos sido absueltos de todo error. 6Hemos quedado limpios de todos nuestros pecados al habernos dado cuenta de que no eran sino errores. 3. Los que están libres de culpa no tienen miedo, pues están a salvo y reconocen su seguridad. 2No recurren a la magia, ni ingenian posibles escapatorias de amenazas imaginarias y desprovistas de realidad. 3Descansan en la serena certeza de que llevarán a cabo lo que se les encomiende hacer. 4No ponen en duda su propia capacidad porque saben que cumplirán debidamente su función en el momento y lugar perfectos. 5Ellos adoptaron la postura que nosotros vamos a adoptar hoy, a fin de que pudiésemos compartir su certeza y aumentarla mediante nuestra aceptación. 4. Todos aquellos que adoptaron la postura que hoy vamos a adoptar nosotros estarán a nuestro lado y nos transmitirán gustosamente todo cuanto aprendieron, así como todos sus logros. 2Los que todavía no están seguros también se unirán a nosotros y, al compartir nuestra certeza, la reforzarán todavía más. 3Y los que aún no han nacido, oirán la llamada que nosotros hemos oído, y la contestarán cuando hayan venido a elegir de nuevo. 4Hoy no elegimos sólo para nosotros. 5. ¿No vale la pena acaso dedicar cinco minutos de tu tiempo cada hora a cambio de poder aceptar la felicidad que Dios te dio? 2¿No vale la pena acaso dedicar cinco minutos de cada hora a fin de reconocer cuál es tu función especial aquí? 3¿Qué son cinco minutos si a cambio de ello puedes recibir algo tan grande que es inconmensurable? 4Has hecho por lo menos mil tratos en los que saliste perdiendo. 6. He aquí una oferta que garantiza tu total liberación de cualquier clase de dolor y una dicha que no es de este mundo. 2Puedes intercambiar una pequeña parte de tu tiempo por paz interior y certeza de propósito, con la promesa de que triunfarás.3Y puesto que el tiempo no tiene significado, se te está dando todo a cambio de nada. 4He aquí un trato en el que no puedes perder. 5Y lo que ganas es en verdad ilimitado. 7. Ofrécele hoy tu modesta dádiva de cinco minutos cada hora. 2Él impartirá a las palabras que utilices al practicar con la idea de hoy la profunda convicción y firmeza de las que tú careces. 3Sus palabras se unirán a las tuyas y harán de cada repetición de la idea de hoy una absoluta consagración, hecha con fe tan perfecta y segura como la que Él tiene en ti. 4La confianza que Él tiene en ti impartirá luz a todas las palabras que pronuncies, e irás más allá de su sonido a lo que verdaderamente significan. 5Hoy practicas con Él mientras dices: 6Aceptaré el papel que me corresponde en el plan de Dios para la salvación. 8. En cada uno de los períodos de cinco minutos que pases con Él, Él aceptará tus palabras y te las devolverá radiantes de una fe y confianza tan grandes e inquebrantables que iluminarán el mundo con esperanza y felicidad. 2No dejes pasar ni una sola oportunidad de ser el feliz receptor de Sus regalos, para que a tu vez puedas dárselos hoy al mundo. 9. Ofrécele las palabras y Él se encargará del resto. 2Él te ayudará a entender tu función especial. 3Él allanará el camino que te conduce a la felicidad, y la paz y la confianza serán Sus regalos, Su respuesta a tus palabras. 4Él responderá con toda Su fe, dicha y certeza que lo que dices es verdad. 5Y entonces gozarás de la misma convicción de que goza Aquel que conoce tu función en la tierra así como en el Cielo. 6Él estará contigo durante cada sesión de práctica que compartas con Él, e intercambiará cada instante de tiempo que le ofrezcas por intemporalidad y paz. 10. Pasa la hora preparándote felizmente para los próximos cinco minutos que vas a volver a pasar con Él. 2Repite la idea de hoy mientras esperas la llegada de ese feliz momento. 3Repítela a menudo, y no te olvides de que cada vez que lo haces, preparas a tu mente para el feliz momento que se acerca. 11. Y cuando la hora haya transcurrido y Él esté ahí una vez más para pasar otro rato contigo, siéntete agradecido y deja a un lado toda tarea mundana, pensamiento insignificante o idea restrictiva, y pasa un feliz rato en Su compañía otra vez. 2Dile una vez más que aceptas el papel que Él quiere que asumas y que te ayudará a desempeñar, y Él hará que estés seguro de que deseas tomar esa decisión, la cual Él ya ha tomado contigo y tú con Él.
16:36
LECCIÓN 97
Episodio en TEMAS INSPIRADORES
Soy espíritu. 1. La idea de hoy te identifica a ti con tu único Ser. 2No acepta una identidad dividida, ni trata de formar una unidad entrelazando factores opuestos. 3Simplemente declara la verdad. 4Practica hoy esta verdad tan a menudo como puedas, pues extraerá a tu mente del conflicto y la llevará a los serenos campos de la paz. 5Ni el más leve escalofrío de miedo hará acto de presencia, pues habrá sido absuelta de la locura al haber abandonado la ilusión de una identidad dividida. 2. Volvemos a declarar la verdad acerca de tu Ser, el santo Hijo de Dios que mora en ti, a Cuya mente le ha sido restituida la cordura. 2Tú eres el espíritu que ha sido amorosamente dotado de todo el Amor, la paz y la dicha de tu Padre. 3Tú eres el espíritu que completa a Dios Mismo y que comparte con Él Su función de Creador. 4Él está siempre contigo, tal como tú estás con Él. 3. Hoy trataremos de acercar la realidad a tu mente todavía más. 2Cada vez que practicas, te vuelves cuando menos un poco más consciente, ahorrando en algunas ocasiones mil años o más. 3Los minutos que dedicas se multiplican una y otra vez, pues el milagro hace uso del tiempo, pero no está regido por él. 4La salvación es un milagro, el primero y el último; el primero que es el último, pues es uno. 4. Tú eres el espíritu en cuya mente mora el milagro en el que el tiempo se detiene; el milagro en el que un minuto que se dedique a la práctica de estas ideas se convierte en un lapso de tiempo ilimitado e infinito. 2Da, pues, gustosamente estos minutos, y cuenta con Aquel que prometió infundirlos de intemporalidad. 3Él respaldará con toda Su fortaleza cada pequeño esfuerzo que hagas. 4Concédele hoy los minutos que Él necesita para poder ayudarte a entender con Él que tú eres el espíritu que mora en Él y que hace un llamamiento a todas las cosas vivientes a través de Su Voz; el espíritu que ofrece Su visión a todo aquel que se la pide y que reemplaza el error con la simple verdad. 5. El Espíritu Santo se regocijará de tomar cinco minutos de cada hora de tu tiempo para llevarlos alrededor de este mundo afligido donde el dolor y la congoja parecen reinar. 2No pasará por alto ni una sola mente receptiva que esté dispuesta a aceptar los dones de curación que esos minutos brindan, y los concederá allí donde Él sabe que han de ser bien recibidos. 3Y su poder sanador aumentará cada vez que alguien los acepte como sus propios pensamientos y los use para curar. 6. De esta manera, cada ofrenda que se le haga se multiplicará miles de veces y decenas de miles más. 2Y cuando te sea devuelta, sobrepasará en poderío la pequeña ofrenda que hiciste, en forma parecida a como el resplandor del sol es infinitamente más potente que el pequeño destello que emite la luciérnaga en un fugaz instante antes de apagarse. 3El constante fulgor de esta luz permanecerá y te guiará más allá de las tinieblas; y jamás podrás olvidar el camino otra vez. 7. Comienza estos gratos ejercicios con las palabras que el Espíritu Santo te dice, y deja que su eco reverbere por todo el mundo a través de Él: 2Espíritu soy, un santo Hijo de Dios; libre de toda limitación, a salvo, sano y pleno. 3Libre para perdonar y libre para salvar al mundo. 3Expresado a través de ti, el Espíritu Santo aceptará este regalo que recibiste de Él, aumentará su poder y te lo devolverá. 8. Ofrécele gustosamente hoy cada sesión de práctica. 2Y Él te hablará, recordándote que eres espíritu, uno con Él y con Dios, uno con tus hermanos y con tu Ser. 3Escucha las seguridades que te da cada vez que pronuncias las palabras que Él te ofrece hoy, y permite que Él le diga a tu mente que son verdad. 4Utilízalas contra cualquier tentación, y evita las lamentables consecuencias que la tentación trae consigo si sucumbes a la creencia de que eres otra cosa. 5El Espíritu Santo te brinda paz hoy. 6Recibe Sus palabras, y ofréceselas a Él. ¿Qué me enseña esta lección? El reconocimiento de nuestra verdadera identidad es liberador. Soy Espíritu. Afirmar mi, única y verdadera, realidad me permite alcanzar un elevado estado de consciencia. Pronunciar ese reconocimiento, me hace sentir una enorme felicidad y una profunda paz, semejante a la que se experimenta, cuando despertamos de una agitada pesadilla. Yo soy Espíritu. Mis ojos ya no se encuentran limitados por los contornos de la materia y desde ahora y para la eternidad, decido ver la única y verdadera realidad: nuestra esencia divina. La veo en mí, y a través de mí, veo la divinidad de mis hermanos. Desde la visión de lo que Soy, veo una manera distinta de relacionarnos con nosotros mismos y con el mundo que vemos proyectado fuera. Esa visión me está mostrando un mundo nuevo, en el que desde que nacemos en él, se nos muestra a la luz de la verdad, lo que realmente somos. Se nos revela, que el cuerpo que percibimos no es nuestra identidad, sino tan solo un envoltorio que utilizamos como vehículo para expresarnos en el mundo ilusorio de las formas. Se nos revela, en este mundo nuevo, que todos somos Hijos de un mismo Padre y que en la unidad formamos Su Filiación. Que Ese Padre es la Fuente de donde recibimos el aliento de Vida. De esa Fuente recibimos la capacidad de crear y para ello utilizamos la mente, el foco a través del cual se expresa nuestro Ser Espiritual. Se nos revela, en este mundo nuevo, que la mente es Una y se complace en la Santidad, en la Plenitud, en la Inocencia y en la Impecabilidad. Esa mente Una es la causa de todo efecto y a través de su foco, el Hijo de Dios expande los Atributos con los que ha sido creado, su Voluntad, su Amor y su Inteligencia. Ejemplo-Guía: "¿Cómo crear ese mundo nuevo? Ese mundo no hay que crearlo, pues ya existe. Le llamamos nuevo, desde la perspectiva ilusoria del mundo de la percepción basado en la temporalidad, pero en verdad, ese mundo es real en la eternidad. Ese mundo no hay que crearlo, pues no tiene cabida en la dimensión de la percepción, pues su Fuente es el verdadero Conocimiento. Su existencia pertenece al Espíritu, donde Todo Es. En el nivel en el que hemos depositado nuestra identidad pasajera, ese mundo nuevo, es como una Voz que nos despierta de las oscuras pesadillas que estamos soñando. Es esa Voz que nos susurra al oído que dejemos de sufrir, que dejemos de sentir temor, que dejemos de sentir dolor, que dejemos de experimentar la necesidad y la escasez. Esa Voz nos ofrece su mano y nos lleva a la verdadera visión de lo que somos: Hijos de Dios. Y esa visión nos permite comprender que lo que llamábamos realidad tan solo era el escenario de nuestros sueños y que las vivencias experimentadas habían sido escritas por nosotros, el único soñador. Siendo así, no debemos preocuparnos por crear lo que ha existido por siempre. Ese mundo, es el Hogar de Dios, es el "Vientre Divino" donde su Hijo se ha gestado y desde el cual ha sido emanado. Esa emanación, es una expansión de Sí Mismo, por lo que no debemos entenderlo como una separación. En ese Estado de Unidad, no se concibe la necesidad, pues Todo Es. Trasladar ese Estado de Plenitud al nivel del sueño, nos sitúa en un nuevo escenario donde dejamos de sentirnos prisioneros de las limitaciones del mundo de la percepción. Ahora tenemos la certeza, de que ese mundo puede ser dibujado con distintas tonalidades, pues en verdad, somos los únicos con capacidad para aportar esos tonos. Y elegimos, el tono de la abundancia, el tono de la salvación, de la libertad, de la confianza, de la salud, el tono del perdón y del amor. Elegimos desechar los viejos colores de la pesadumbre, del victimismo, del apego, del miedo y de la culpa, del dolor y de la tristeza, del resentimiento y del odio, de la necesidad y de la escasez. Ese es el nuevo lienzo que decidimos crear. La mente al servicio del Espíritu y con esa visión, elegimos vivir la vida, conocedores de que somos los artistas que la colorean. Reflexión: ¿Crees ser un Espíritu?
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