Relatos a las Once 1m5r2c

El pueblo de Hanamizuki, escondido entre montañas y ríos caudalosos, siempre había sido un lugar lleno de vida. Sus calles empedradas serpenteaban entre casas tradicionales de madera, y los cerezos florecían cada primavera, tiñendo el aire con su dulce aroma. Para Aiko, de 24 años, este rincón del mundo era más que un hogar: era el refugio donde su corazón siempre volvía, incluso después de que los sueños la llevaran lejos.

Tengo 40 tacos, estoy bastante buena y tengo más alegría en el cuerpo que muchas de esas jovencitas que tan creído se lo tienen pero en realidad no saben disfrutar de un buen macho. Yo sé que a muchos chicos les gustan las mujeres maduras, por eso cuando veo a un tío que me gusta, me insinuó, se lo digo a...

"Follando en el lavabo del trabajo" Yo trabajaba en una agencia de seguros (esas agencias que timan a la gente), y se me mojaba el coño pensando en Sebastián, uno de mis compañeros. Un día, para mi sorpresa, me llevó a los servicios y empezó a meterme caña. Pero no fue esa la única sorpresa que me llevé aquel día... 🔉

Llegué a la consulta antes de tiempo. Estaba nervioso, no sabía lo que me esperaba pero sí sabía que me iba a gustar y que lo iba a disfrutar. Subí las escaleras y llegué a la puerta, tenía el corazón a mil.

Aqui os dejo otro capitulo de los diarios de once. Espero que lo disfrutéis tanto como yo lo hice al grabarlo. Podéis encontrar más en el el blog diariodeonce.blogspot.com 😋